sábado, 7 de junio de 2014

El sueño es media vida

Es un avispero el incendiario progreso.
Se asolanan los amantes del sol.
Raros avatares de temerarios.
En los valles sinuosos persigo centauros.
Me guió en la ceguera de luz por los remansos de la alagada sombra.
Salvíficas chimeneas de hadas.
Nada está escrito.
Y mi futuro lo escriben mis visionarias manos.
Lo que imaginas es real.
El sueño es media vida.
Y la vida que no es real.
Es la vida en la que no sueño.


Que no daría yo, porque no te hubieras ido

Calma empalagosa que sucede a las tormentas.
Embeleso en el ayer.
Efímera pirotecnia.
Somos brillo y lozanía hasta que en uno de los saltos al vació.
Perdemos el abrazo alado de nuestro ángel.
Peso muerto.
Imperio perdido.
Tiempo finito que ligero en el aire se ha ido.
Caprichos inimaginables.
Imaginación caprichosa.
Que se niega a perder lo que ya está perdido.

viernes, 6 de junio de 2014

Presente marchito

¿Qué me traes aquí?
¿Qué me ofreces?
¿Qué me ofrendas?
Son las flores desordenadas, como las palabras desordenadas.
Palabras desordenadas que nada dicen o comunican desorden.
No entiendo la afrenta de tus flores de escarnio.
Presente robado a un muerto.
Presente marchito.
Presente de muerte, para comprar sexo de amor ausente.

Nada cambia, no cambia nada

Respiro hondo el aire vulgar de la calle y me empapo de su miseria.
Miseria que camina entre tufos de colonias borrachas y macerados sudores de fornicio.
En la crisis proliferan los placeres fáciles.
Prolifera la amasada carne de drama.
Prolifera la carne de cañón que corre tras el botín que proclama la arenga.
Carnes perecederas y prescindibles.
Hormigas obreras, ejercito de hormigas.
Que irán cursando altas y bajas sin que nadie importante lo perciba.
Nada cambia en la calle y en la calle tras la revuelta no cambia nada.

jueves, 5 de junio de 2014

Corderos con pieles de lobos

Desafortunados los buenos, porque vuestra será la derrota.
Que desgraciado es el desinteresado amor. 
Amor que es lidiado en suertes de escarnio por la maldad.
Pierde la guerra, la partida, la batalla el limpio.
La pierde en el humillante clamor de una plaza. 
Que no estima como talento la bondad.
Corderos que tienen que travestirse de lobos para poder existir.

Almas de sol y almas al sol

Almas al sol que producen una obscura sombra.
Almas con sombra de noche cerrada.
Almas a su negra sombra encadenadas.
Almas atadas a la tormenta.
Almas de lluvias y mala conciencia.
A los seres ligeros los atraviesa la luz.
Son un fino velo sin penumbra.
Son un blanco paño sin macula.
Almas de vientos que todo lo desvelan.
Almas de sol que son ultraligeras.

Besos que saben a borrasca

Me mira el cielo como me miran tus ojos.
Telón azul que oculta tormentas.
Infortunio de nubes de abierto corazón.
Rinde al oro el cuchillo de hojalata.
Rinde al soberano el alfil cercano.
La debilidad de la caridad.
La ofuscación del deseo.
Caros besos que saben a borrasca.
Manos de tormenta que me erizan la piel.
Ciudadela que abre sus puertas, porque así lo demanda la mirada de azul.
Tus labios de relámpago me pedirán.
Y yo rápido como un rayo todo lo haré.

miércoles, 4 de junio de 2014

Incendiar la claridad

Soliviantan sus discursos los que pretenden resucitar periodos idealizados.
Periodos que nada tuvieron de ideales.
Periodos que buscaron la guerra.
Periodos en los que los que creyeron ganar perdieron.
Sombría es la posibilidad de desandar lo andado.
Buscan los dementes, incautos soldados nacidos en la desinstrucción.
Nacidos en las lagunas educacionales. 
Nacidos en la fantasía sesgada de la historia inventada y sectaria.
Que difícil es aprehender la verdad en los libros a los que les han arrancado la mitad de las paginas
Buscan en el envarbascar y en la revoltura ejercito.   
Buscan tropa, turba, muchedumbre que arrase con los cristales de las calles.
Que incendien la claridad y llenen de asfixiante humo de rencor el bulevar de las acacias.

Civilización anegada por el lodo

Entre toros alados que torean los ángeles.
Entre historiadores que prometen diluvios.
Entre vestidos de luz que levitan sobre el lodo.
Entre contrapoderes, entre contraplanos.
Nos agarramos a clavos ardiendo, pero por cuanto tiempo.
Sin menoscabo para los seres brillantes, se necesitan expertos para tipificar falsos.
Quizás seamos una nueva civilización anegada por los lodos.

Buscando la sombra a las tres

Buscando la sombra a las tres.
Buscando sombra para tres.
Buscando sentarme a la sombra.
Con mi yo presente.
Con mi yo pasado.
Con mi yo futuro.
Buscando atinar con la sombra.
Buscando un entente para escribir bien mi presente.
Buscando mis renglones futuros.
Buscando hilarlos con mis renglones pasados.
Pasado continuo.
Presente continuo.
En el futuro todo lo que no se corrige continua.

La cautela duerme a mi lado

Te llevo marcado a hierro en mi frente.
El amor no se borra.
El tiempo a veces difumina los contornos de la cauterización.
Pero la perenne cautela duerme a mi lado.
Haciendo trió con todos mis siguientes amantes.

Midiendo el firme

Siempre planean las sombras.
Nunca el firmamento es claro.
Horizonte en el que hay que desenmarañar estragos.
Mirando el paso dado.
Midiendo el firme del paso a dar.
Derribar es un segundo.
Construir siglos, años.
Las sombras de Eróstrato vuelan en círculos.

Gamellas

Expertos en romper vajillas.
Caras porcelanas que ni estiman, ni han sudado.
Todos terminaremos comiendo en el suelo.
Demagogos populistas que vendéis gamellas.
Las gamellas del falso progreso.
No todos nacen para las primeras filas.
Las primeras filas no están hechas para todos los nacidos.
Hay quien nace para parasitar.
Hay quien nace para soportar parásitos.

martes, 3 de junio de 2014

Satelites

Satélites, que como moscones entorno a ti orbitan.
Nubes de pelotas, aduladores de oficio.
Tener un manojo de llaves eso atrae.
Serviles trepas.
Corredores que tras la estela del que vence al aire avanzan.
Agazapados traidores que en la desdicha nunca te acompañan.

El humano sublima

Sentencias que saben a miel.
Castigos que nos hacen alcanzar la gloria.
En el libre albedrío solo el caos prospera.
Solo si a la túnica anudas el cíngulo marcaras cintura.
Es en la negación donde se doma el espíritu del triunfador.
Es en el ceñirse a las reglas del juego donde se mide el campeón.
El animal satisface.
El humano sublima.