Araucaria

Se pudren lentamente las raíces.
Se pierde cimiento en los largos inviernos.
Pantanosa tristeza que derriba esbeltas araucarias.
Altas cabezas humilladas por el pesar.
Martirizaré el ingenio.
Pero sin retorcer tus frases.
Parado pero no quieto.
Inquieto aunque parado. 
Se coaligan los enemigos en los intereses comunes.
Haces comunes tus intereses, para hacerme frente con mis enemigos.
Pantano de fines indignos.
Ciénaga de indignidad.
Aglutinados perseguís la grandeza de mi fin.

En las horas bajas ni se muda, ni se dinamitan puentes

De inmediatez, fracaso y largas temporadas de hastío.
No todo pude ser breve, no todo se debe abandonar a mitad de curso.
Cursamos baja a los estados con impaciencia de infantes.
Con la racionalidad del más necio.
Hay estados que son dramáticos, pero muchos de ellos los dramatizamos.
Sometiéndolos a guiones televisivos que nada tienen que ver con la realidad.
Es la perdedora impaciencia la que nos pierde y nos hace pasar largas temporadas en el dique seco.
Diques secos de afectos y rutinarias caricias, que no por mil veces vividas olvidamos con facilidad..
Buscamos frescura en los aromas prohibidos.
En las propuestas escabrosas.
En la mañana primera, que por pretérita ya no vuelve.
El otoño pide hábitos otoñales.
No toda nuestra vida es verano.
Obsolescencia programada de afectos, vendida como salvifica por un relamido telepredicador.
No tires por tierra lo que está en pie, por las soflamas de un irreflexivo vendedor de consejos.
No desmanteles el campamento sin a solas con tu amor, una solución decidir.
El retorno no existe sobre todo cuando se ha derretido en el forzado estío el pretérito firme.

Expectante

Soy un espectador expectante.
Soy un hambriento espectador.
Encontrando pensamientos.
Pensamientos para encontrar.
Pero sin caer en los pensamientos encontrados.
Sacio mi sed mirando el mundo.
Viendo como se desenvuelve la vida.
Como ríen ociosos los que sobreviven a los dramas.
Es tan fácil estar.
Ser acomodado sillar en el muro de acarreo.
Bebo sorbos de aturdimiento a solas.
Sorbos para olvidar mi rareza.
Para olvidar que incomodo.
Para olvidar que sin acomodo en la hilera.
Solo me queda como salida mirar.

Líos

Líos por vivir.
Días por desenredar.
Trampas por sortear.
Mi mano grácil desplaza el aire sorteando las cruentas dentelladas de los falsos próximo. 
Cercanos que fingen amor.
Cercanos que provocan líos.
Trampas de trampero amor.

Espacios

Los sitios no existen.
Si los necesitas los creas.
El riesgo de vivir es no saber elegir.
Es errar la elección.
Creadores de espacios para en ellos envejecer.
Sitios caducos, de obsolescencias programadas.
Vivimos ocupando espacio.
Vivimos desclasados.
Vivimos heridos y marcados por el hierro de la estrella que nos vio nacer.
Dones que no donamos.
Lacras que nos acompañan desangrándonos en las horas de grana y oro.
Suerte de varas, suerte de palos.
Creamos, creemos y nos amoldamos a lo creado.
Invisibles hilos que nos mueven.
Solo nos acordamos del remedio cuando sentimos los truenos.
Solo lamentamos los errores cuando estos nos duelen.
Que pocos espacios creamos para el dolor ajeno.
Para sanar los tropiezos que no han llegado. 

Pujar

La vida es entretenidamente compleja.
Ara de sacrificios.
Piedra de hecatombes.
Sino te mueves estás presto a ser cordero.
Si te mueves eres presa del delatador ojeador.
Complejo entramado de complejos, es la vida.
No temas al censor, teme a la autocensura.
La vida es pujar alto.
O te la llevas, o permites que alguien puje por ti y te marque la forma de vivir.

Apoltronad@s

Huir no es trasladar de sitio la poltrona.
El exiliado todo lo deja atrás.
El que disiente y se exilia no se va con los bolsillos llenos.
El que se va con los bolsillos llenos y traslada de sitio la poltrona es porque no le gustan las vistas, pero como buen apoltronado no hace nada por cambiarlas.
Solo se gira y da la espalda al panorama desalentador y se marcha ufano a Cayo Coco.
Que poca credibilidad genera el que critica desde su molicie el sistema, mientras se rasca la panza llena de la escasa pitanza.

Eternidad

Solo las  piezas que sobreviven se pueden llamar eternas. 
Soy un coleccionista de eternidad.

De todos los Santos

Santos sin peana, altar y nombre.

Santos de olvido en osarios y fosas comunes.

Santos sin bando.

Desbandada de Santos.

Que necesitado está el mundo.

Y que poco suplica e imita a los Santos.

Nada lejos, muy cerca.

No es ser tonto, ser Santo.

Solo es dar de lo que se tiene.

Solo es no pensar en mañana.

Y dar lo guardado.

Y dar sin aguardar nada.

A mis mano llego, de mis manos se fue.

Santos que nadie imita.

Santos que nadie busca.

Panteón infinitos de sencillos Santos.

Hambre

Atormentador sino el del hambriento que no puede su hambre saciar.
Hay para todos.
Demasiado hay.
Demasiado mal repartido.
Demasiados acaparadores de recursos que siembran hambres con su ansia por acaparar. 

Pecados originales

Iguales a la hora de amar, iguales a la hora de ser amados. 
Pecados originales, originales pecados. 
Fuegos que arrasan los cuerpos y los frutos caducos y mortales.

Sin cercas

Hacer cercano lo lejano.
Gestos que acercan.
Obras que acortan.
Sin cercanía no hay caricia.
Con lo cercano no hay distancias.

De manos y manzanas

Con solo rozar se puede crear. 
El amor es roce.
El roce es caricia. 
Las manos no tienen sexo. 
Pero sienten la sexualidad. 
Manos para asir manzanas. 
Manzana de amor y fuego.

Jacqueline

¿Quién es la luz de tu mesa?
Serán falsas las perlas.
Pero disputadas como autenticas.
No es lo mismo estar iluminado que iluminar.

Perimetral

Las deflagraciones son perimetrales.
No hacen distingos entre derecha e izquierda.
Abrazar las bombas es abrazar el abismo.
La tabula rasa en la historia es una forma de comenzar.
Deslastrados y sin rémoras se navega mejor.