Sin reglas en nuestra guerra todo vale.
Es la elasticidad de nuestro relajado o ausente código ético.
Desfilando sólo para que nos vean.
Sin sentir el adiós y rezar por el muerto.
Momento que jamás se repetirá y desperdiciamos de palique en los soportales.
Representamos al pueblo pero que poco sentimos el cargo.
Carga que fácilmente descargamos.
Es lo poco que creemos en todo
Es nuestra creencia en la vulgar nada.
Sin fe no se mueve el mundo sin proyecto no hay futuro.
Somos la imagen que proyectamos.
Margarita, es un ángel, que es consciente de quien finge que la siente.
Sin identidad creen llegar algunos al Olimpo.
Al monte donde todo en derredor es precipicio.
Orden y constancia posponen la caída.
Veras en mi las joyas que te atormentan.
Pasado y firme creen tener algunos.
Firmeza y destreza sueñan ejercer.
Parece lejano el valle donde están aparcadas las manchas.
Pero el rumor fácil asciende y llega para hacernos cosquillas en la planta.
Para hacer espinosas las maniobras en la cima.
Se puede averiguar devanando la madeja, el origen del hilo del delito.
El escondite del trapo sucio.
Abierta la puerta de la alcoba las sabanas sucias hablan.
"La igualdad es el alma de la libertad, sin respeto al otro, al igual no existe una sociedad libre. Ninguna de las partes debe invadir la libertad del próximo, la libertad es el respeto del diferente. Iguales que no homogéneos, libres que no liberticidas."
Yoransel de Omatog
"Lo no elegido es un accidente, demasiado tonto tildado por el fortuito rayo.
Bellos que no inteligentes, bellos que no elegantes.
Lo elevado es saber retratarse en el elegir.
Envidiados por lo que nos viste.
Deseados para con celeridad ser desvestidos."
Irsia Carolain Sprimbol
"Quien maneja el odio domina el tablero de la guerra. Predicadores del odio que confían con este arma, ganar la cainita batalla."
Irsia Carolain Sprimbol
Jeribeques para silenciarnos.
Se está tan lejos de Dios.
Se siente tan próximo el aliento del suicida.
Del temerario que sin cubrirse la cabeza empuñará el hacha.
Difícil mantener la serenidad en este tiempo violento.
Tras los insultos no se esconden mensajes, solo se esconde el odio.
El odio inoculado para ganar esta contienda.
El odio del suicida que antes de inmolarse todo lo quiere aniquilar.
El sol sale y pasea las calles secando charcos.
Llamando a los trinos, silenciado aullidos.
El sol ha salido para poner luz sobre las faltas.
Para enjugar con su calor las lagrimas de las bellas caras.
"Hay cosas bellas paridas por el crimen, oropel pagado con sangre, nacido de las manos del sanguinario. Atajos que hacen de la cumbre privativo paraíso, cercado de espino. No envidies tanto, porque envidiar a veces es aplaudir el mal camino."
Irsia Carolain Sprimbol
"Siento y padezco, como algunos no sólo miran el mundo con arena en los ojos, sino que lo miran con los ojos llenos de grava. Miradas llenas de zahorra que la percepción agravan."
Irsia Carolain Sprimbol
A veces el camino de la salvación está en no salvarse.
En no caminar por el camino de la mundana victoria.
Si no en afrontar con brío el camino del precipicio de la verdad.
Porque la verdad es incomoda, y son miles las manos que la tapan.
Son miles los feligreses de la algarabía, del circo, del circo de los nuevos Nerones.
Panorama de tachones y faltas garrafales.
Bosque de alabarderos de mentes recocidas en el jugo de la inferioridad.
En el caldo infecto de este régimen clientelar.
"No solo del abandono vive el buitre, cuando escasea la carroña hay que empujar a la res al precipicio, para una vez despeñada por la cuadrilla de las acosadoras hienas, ser nuestro pasto y pitanza."
Irsia Carolain Sprimbol
"Demasiados frentes para tan poca afrenta. Trato lo nimio como importante y al importante le hago ver como es de nimio."
Irsia Carolain Sprimbol
No solo se pierden ovejas, también en la espesura del monte se pierden pastores.
Seducidos por las sombras, cautivados por el mundo sombrío.
No está en las primeras filas la gloria.
Pastores perdidos que pierden al rebaño.
Que se fían del lobo para guardar el aprisco.
El mundo no tiene puertas, pero hay pastores que cierran la puerta de la casa de Dios.
A las ovejas que creen perdidas, a los ángeles que dan por caídos.
No se es equidistante con el traicionado y el traidor.
No se acaricia al lobo y se abandona a la oveja.
ROMA no paga traidores, ni perdona no cercar al pecado, para dejar claro el camino de la salvación.
Sin umbral está la casa de la ensangrentada, de la despellejadora de gacelas, de corceles alados, de ángeles que tienes clase sin que les toque el EURMILLÓN.
Tienen filo mis palabras.
Son verbos afilados.
Dardos que dan en rojo.
Capote de torear trileros.
Manchada por un periodo perdido.
Rostro hinchado de mal dormida por urdir tragedias.
Papo, buche, odre de odio e inquina.
Cortan mis palabras el tocino.
Cortan el velo que tapa el paripé de decencia.
Demasiadas filas, demasiados frentes.
Ladrones de lana que han salido trasquilados.
Cortan mis palabras el viento, hálito helado de boca de piraña.
Se ve retratado el buitre en el texto que habla de carroña.
Hiede el encanallamiento de las calles.
Sembrado por la bajeza de vuestras rastreras manos.
Se trenzan las calamidades.
En los ensortijados rubios de potasa.
Culebrean los adornos de calamina.
Son sinsabores de las manos del culero.
Craquelada estima de convidados al olvido.
El jaco que reza a la guadaña.
Convergen en la plaza los nervios sin doma.
Los odios que atan a un pueblo que sin futuro se deshilacha.
La comparsa de carrilanos que niegan el tren del progreso a una sierra agónica.
Se acicala el pelo la indecencia, sentada sin tronío en la primera fila del velorio.
Anquilostomas que anemizan la caridad.
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