con la sombra.
La ira se desmorona
en la arena
de la playa.
Puedo entrever
las fisuras
que desbaratan
tu templanza.
Yo sólo quiero
descansar
en la torridez
de tu cárcel,
en el amanecer
de tu desprecio,
en el amor
que sé
que no sientes.
Se retira el mar
y afloran
los escoyos,
los sargazos.
Tropieza la nieve
con la ruda bota
de la abrupta
crueldad.
La virginidad
es una estancia
que el primero
en entrar
avasalla.