domingo, 23 de diciembre de 2012

Rastrun

Rastrun, rastrun va la víbora.
Rastrun, rastrun va el alacrán.
Rastrun, rastrun se arrastran los dos.
Es rastrero el mal.
Que gran mal hace el rastrero.
Rastrun, rastrun herido voy.
Rastrun, rastrun de aquí saldré.
Rastrun, rastrun de tu veneno dañino me he zafado otra vez.

Din don.

Diatribas de mala madre.
Sermón de rencor.
Toxico elixir. 
Macerada demacración.
Azar de azares, que por azar te edificó.
Torre tuerta.
Tuerta sombra.
Sombra de ponzoña.
Alma de roña.
Din don, suena el esquilón.
Son de filtiré, frívolo traspié.
Bordado mantón digno de zafio ramplón.
Din don, din don, y el badajo tolón.



Envidia de bribón, lodos de cabrón

Tu lodo mancha mis acciones.
Más nada temo.
La acción es bella y su fruto más.
Caridad que intenta enturbiar el bribón.
Las rosas del corazón que inalcanzables a las máculas, dan fe en su brío del poderío de amor, de una fiera y generosa voz.
Dime devaneada en odios y cautelas, no ves que tu desatino y superficialidad no llena a los pobres la cazuela.
No me mires intentando restarme.
En el circo gano el dinero y el circo entero en misericordia se luce.
Y tu sucio vaho no empaña, pues el brillo de mi oro esta inalcanzable para tu calaña.
Zorra de torpes mañas, no farfulles mira y pon en pie si puedes mi campaña.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Carta no escrita


La caridad tiene la clave.
Caridad del cobre.
Caridad de la plata.
Caridad del oro.
Graníticas jambas de angosta entrada.
Malandrín, bribón, estafa de mamón.
Vida, piel de amigo pillado en traición.
Demasiado horror.
Demasiados zainos.
Sin freno el Cancerbero persigue la mortalidad.
Habéis devorado mis manos.
En ellas no está el talento.
Futuro de cera y sueños que habita en la cámara circular.
Sin obstáculos camina el alma, entre lágrimas que rebosan copas de licor.
Canalón dragón, por donde llora el tejado de mi casa.
Prolonga tu vida de infante, ya tendrás tiempo en la vida de adulto para amargarte.
Hacia atrás sin desandar.
Vencen los plazos de complicaciones.
Seguro horizonte de pesadez que hay que aligerar.
Privado torbellino en el salón.
Sorbo de azucarada prisa.
Azul que no es rojo, rojo que no es amarillo.
Fugaz blanco níveo.
Perdura el amargo sabor del café.
Daño en el cielo del paladar.
Carta no escrita, ni enviada, que muta en la memoria.
Sin fin y sin cesar.
Contéstame, lo que no te pregunté.
Dime, lo que no te contesté.


Coplas de caridad


Contentaré a mi Dios.
Redimiré condena.
Atesoraré en su reino de gloria y paz.
Coplas de caridad.
Tesoros de amor.
No solo de pan vive el hombre, pero para caminar necesita pan.
Dar para recibir, recibir en el dar.
Balanza de elegantes gestos que con claridad meridiana al interior te asomas.
Música para sobrevivir.
Poesía alimento del cuerpo y del alma.


martes, 18 de diciembre de 2012

Capotillo torero


Mi predecible y ajeno mañana se desenvolverá entre coplas de caridad.
Tesoros de empatía.
Brillantes de compasión.
Esmeraldas de compañía.
Carey que calado encierra y protege de las fieras tu pulcro corazón.
Un cofrecito filipino.
Una gargantilla de coral.
Una cadenita de oro fino.
Y ni una sola yaga por restañar.

Manuel Mujica Láinez


Merced sin fin de ciega justicia.
Estoy rodeado de almogabares y nada temo.
Razones de calle oscura que hacen insostenible la quiebra.
Mandarinas verdes.
Golondrinas que retiraran de mi corazón las espinas.
En las zancadillas del mal amor.
Donde medra la injusta revancha.
Represa de ofensas que en el zaleo de sargazos me ahoga.
Se que la escoria oculta un cándido infante.
Encuentralo o mi condena sera perpetua.
Declinare el perdón.
La brumosa ofuscación bruñe bronca mi mística venganza.
No te atacaré, esperaré que el destino te ataque.
Sombra azul para una mirada nada celeste.
Asías, tan lejos, sin prisa, sin pausa, sin nada.
Celestial ausencia envuelve tu presencia.
Peces gordos que devoran morganitas, tanzanitas, espinelas y berilos.
Alimentan permanentemente el brillo de sus escamas.
El brillo para brillar devora brillo sin cesar.
Hoy en tu dedo campea un escarabajo, mañana conversara con Zeus.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Bastón de moribundo

Volaré de noche.
Contra corriente.
Con la gélida brisa enfriando mi calenturienta mente.
Lejos de la tónica sin razón.
Proeza de frases efímeras de arena.
llovizna de fino y penetrante dolor.
Poza de plegarias no cumplidas.
Postigo de puerta trasera.
Sobrio y despojado.
Presto para huir.
Y hacer volar por los aires la imprenta de tus calumnias.
Mancha de sombra perpetua.
Demacrada mueca de alfeñique.
Cenicienta y ceniza de miércoles.
Bastón de moribundo.
Último ultraje.




domingo, 16 de diciembre de 2012

La primera pedrada

Está tu pendón en el espadaña que domina el sendero.
Yelmo, coraza, cerrazón.
Abrirás la boca y saldrán escuerzos.
No hay nada peor que la primera pedrada, todas las demás vienen en tropel detrás.
No hay nada peor que el primer hachazo, todos los demás vienen detrás.
Tras el osado, vienen los indolentes, los furtivos, los envidiosos, los cobardes y toda la tropa de los sucios que solo vivían para verte caer.
Os habéis retratado, dedos de mis manos, muros que afianzabais mis muros, no os vi, me cegó que en vuestra mesa comí, que mi pan y mi mundo compartí, que con vosotros en vuestras penas lloré, que por las noches por vuestros propósitos recé, que creí vanamente que en un rincón de vuestro corazón habité.
Y habéis sido vosotros los primeros en coger las piedras, en levantar las manos y con saña, sórdida e injustificada saña, proferirme el peor de los daños la pedrada de la traición.
Ya no os quiero, os detesto, estáis en el destierro de mis afectos, habéis sido hienas mutiladoras, que hasta tres veces seguidas me habéis negado.
Ahora soy yo quien reniega y os digo que ni vuestra piedras ni vuestros hachas han hecho que no siga en pie.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Rencor de afaníptero

Rencor de afaníptero.
Amargoso parámetro.
Explanada de esquileo donde nadie sale indemne.
Estanque diabólico.
Turbiedad de limarones.
Esquina donde tuerce el vicio.
Rata con dientes de oro que deslumbra la angosta calle con sus sermones de portera.
Con la boca abierta noche y día para lucir el dorado brillo de acarreo.
Hartazgo de zamarra tropa.
Temerá el faraón la mano zafia y asesina del ramplón.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Acoso

Sumido en el limbo de las cavilaciones.
Con las destrezas menguadas por el acoso.
Cerco de maldades.
Asedio de buitres.
Fastidiosa virulencia de vampiros ávidos de purpura.
Pingüe motete de anomalías.
Tendré que demostrar mi inocencia en la soflama de injurias.
La pelona gallina envidia al pavo real.
Derrocharé el color enmendando tuertos renglones.
Un océano de aburrimiento es vuestra vida.
Vicio de molicie.
Molicie de vicio.
La verdad es difícil.
Es ingrata bandera.
Daño apuntalado en subjetividades de portera.
Restañare la sangrante llaga.
Y prometeré solemne.
Que vengaré en cadalso mi perdida calma.


jueves, 13 de diciembre de 2012

La seda

Cuando las monas se visten de seda.
Lo poco importante que es tu importancia.
Lo poco trascendente que sera tu trascendencia.
La poca información que generara tu ausencia.
Lo poco elegante que es tu existencia.

martes, 11 de diciembre de 2012

Los grandes incomprendidos

Al igual que hay maltratadores de animales, hay maltratadores de propietarios de mascotas, somos los grandes incomprendidos, los denostados, los tildados de locos, de trastornados, los despreciados e insultados por amar de forma limpia y pura a nuestros bellos ángeles de compañía.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Bodoque desfacetado

No hay peor ignorante que el soberbio.
Maniqueísmo de dolientes ingenios, torsión de argumentos.
Callejuelas de vicio, atajos para justificar tus robos.
Ciervo de jade, presente, soborno.
Jinetero virrey que farfullas dialectos de condado.
Galimatias que en las revolturas y embozos, estafa viudas.
Remolino que levanta hojarascas para ocultar el ardid.
Bodoque desfacetado que chirría coronando el esbelto y flamígero chapitel.
Incendiaras los renglones que no te loan.


Los racimos inalcanzables

Cambiar para permanecer, buscando formulas para poder cambiar.
En el fin de un mundo esta el principio del universo.
Coseré para brillar, brillare para coser.
El vació no existe y ya ha sido ocupado tu sitio.
Encajaré donde me proponga encajar.
Paso a paso caminare hacia cualquier lugar, los iguales vendrán a mi.
Es el deseo de variedad, de racimos inalcanzables.
Distintas horas para distintos días, sin rutina en el desorden de la variada y nueva existencia.