domingo, 10 de febrero de 2013

Frite de grasa

Al zafio debo mi descalabro.
En la laguna de tocino me ahogo.
En el grito grotesco y verdulero de la zamarra chusma me desordeno.
Extraño norte, prueba durísima en la que mi Dios me mide y doma.
Recalcitrante daño.
Dolor vulgar de asfixiantes mantecas.
Sopa, caldo de desinstruidas letras.
Frite de grasa, quemada panceta.
Ratas gigantes que matan infantes.
Zorras zamponas y corniveletas.

Campana rota

El vicio de lo torcido, lo torcido esta en el vicioso.
Recodo de oscura callejuela de frió y nocivo viento de arrabal.
Solo mi Dios en mi alma escribe torcido.
Arañaré el adobe que cierra tu plaza.
Y el árbol tuerto lo arrancaré.
Ligero designio de pesada carga.
Campana rota de tañer terrible.

sábado, 9 de febrero de 2013

Repaso

Intención de eco.
Crespón galano.
Esclava divisa.
Sin pausa.
Sin prisa.
Misiva domada.
Peso vencido.
Victoria de risa.
Espejo taimado.
Modulada soflama.
Escamado regalo.
Envenenado regazo.
Sin reposo..
Haciendo repaso.
Mil veces contaré y mil veces saldrán mil tres.

Musgo

En el crepitar de la tea de tu resinoso iris de musgo.
Para mi no hay mas bosque que el que tilila capturado en tus ojos.

viernes, 8 de febrero de 2013

Asfixiante


Lejos del altar de los milagros, tras persignarme con agua bendita y habiendo espiado mis culpas, descorazonado y desnudo ando por los desfiladeros de vuestra iniquidad.
En el doloroso y asfixiante ascenso al cerro de improperios, juro y perjuro que me vengaré, y en la costosa cima rozando con las yemas el cielo imploraré un fulminante rayo que las  extermine por eternidad de eternidades como favor de Dios a la humanidad.
Bestias de las bestias sueño añorando vuestro fin.

Malvadas hutias

Me siento observado, rendido ante mil ojos que me condenan y esperan un traspié para asesinar a mis ángeles.
Yo los custodio, ellos me custodian.
Mis canes, los sitiados, los asediados por las hutias malvadas, diablas de Lucifer, miasmas, magma satánico que desea con sus fuegos y sulfúreos vahos arrasar mi casa.
Muere mi candidez en el tormento de mis pensamientos, en los que el devaneo encontrará mi defensa, la puerta de mi salvación.
Ya solo camino para en soledad coronar con éxito el cerro de los improperios.

jueves, 7 de febrero de 2013

Por fin

Mi mano mece la cuna de una pequeña fiera.
Mi mano alimenta el vil montruo de lento engorde.
Mi mano acaricia la hora, lejana de soltar al crecido engendro en tu limpia casa.
Todo llega, todo ocurre, tu duelo eterno.
Desinstruido es tu linaje y tu ralea.
Espero el fin y crio lustroso al ciclope que a tu casta zafia pondra fin.

A quien con extrema locura queremos

Dios todo lo perdona y el hombre perdona tan poco.
El mal no sabe leer designios, menos aun comprende y abarca la complejidad del aparente capricho.
El mal merodea abonando afrentas y rencores y regando con sal el jardín de las proferidas llagas.
Es la bestia que habita en nuestro corazón la que ajena a los designios divinos monta en cólera, no asumiendo que Dios decide a veces llamar a su lado a quien con extrema locura queremos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Caudal traicionero


Corriente de caudal traicionero.
Agua fría, recia y salada.
Me escuecen las yagas que me infringieron las impías, las zamponas,  la zahorra que hiere en el caminar mis plantas.
Estoy solo, me siento solo, y solo enfrentaré el retorcido cadalso.
Giráis la cabeza y me ofrendáis un saludo que ni deseo ni os pido.
No os conozco, no os reconozco, no os veo.
Murieron ya hace tiempo las personas que una vez próximas a mi 
sentí.

lunes, 4 de febrero de 2013

La espada del exterminio


Que pecado cometí Dios mio que azuzas a Satán contra mi.
¿Como enmendaré esta racha.?
¿Que sacrificio me pides.?
Los efluvios de tu muerte flotan en el aire como vulgar veneno.
Encenderé mil cirios de cera virgen en la espesura del bosque.
Entre los húmedos helechos me postraré.
Tu eres mi creador, entiende mi tormento.
Con la rabia desbocada he arrancado a tirones mi melena, es un acto que me fuerza la humildad.
Es desdén hacia mi soberbia belleza.
Agacharé la ultrajada cabeza ante ti, solo ante ti.
Y a solas sin lucimiento en la humedad, entre las verticales coníferas que cubre el liquen, oraré.
Con la fe del rendido y conocedor de tu fiero poder intercederé, ya que a todas partes llega, en todos sitios estas y todo lo ves, haz justicia, justa justicia, divina justicia.
Nada a ti escapa y en todas partes es necesario temerte, apiádate de mi y de mi aflicción.
Dame una señal, una brisa, un gemido, un rayo.
Posa tu fría garra sobre los necios que a tu creación ningunean, vituperan y destruyen.
Tómame impuro y rendido, y perdóname y ponme en pie a tu servicio que quiero portar en mis manos la espada del exterminio.


domingo, 3 de febrero de 2013

Curia de cainitas

Culebrino ser.
Chacal agazapado ante la puerta de mi morada.
Curia de cainitas.
Bicerra que en tus saltos precipitas intencionadamente piedras sobre mi hogar de llano.
Nada es bilateral, al tajo no respondo y solo tu la corniveleta a mi me hieres.

A mi lado

Quien será fiel y caminará a mi lado.
En el trayecto saturado de entradas y salidas.
Me desordenaré en la lluvia.
Llanto por las efímeras y lesivas compañías.
Imposible habituarse al abandono y a la traición.
Tantas y tan infieles amistades.
Cogeré y abandonaré.
Me cogerán y me abandonarán.
¿Quien será?
El sol de mis noches.
La luna de mis días.

Todo agota vigencia

Te desnorta el desatino de lo puntero. 
En los catastróficos últimos afeites te pierdes.
Parámetros de brillo liberrimo.
Todo agota vigencia y lo primero en caer es lo último.

Almas de plomo

Combates rindiendo murallas, venciendo fosos, esquivando parapetos, cruzando puertas con empalizadas de estacas.
Luchas por un botín, sin botín no hay lucha.
Valeroso saqueo de alevosa táctica.
Sin fin no hay principio.
En la derecha.
En la izquierda.
En el centro.
Lotes de caudillos.
Triada de ladrones.
Arrasáis todo incluida la protección divina.
Botín de fieras , fiero y denodado festín.
En la rendida plaza poco importa el pueblo, peones del saqueo.
Sed elíptica.
Pánico oblongo.
Oro de sangre.
Almas de plomo.
Lo mas táctico para el benevolente es morir.

sábado, 2 de febrero de 2013

Depredadores de santidad

No hago pie en esta laguna de decepciones, donde habitan los depredadores de santidad.
La fuerza desecadora del sol, hará infértil mi corazón y me cegara. Así zozobraré sin ver al artífice de mi hundimiento, el bello sol que ya nunca veré me impedirá el rencor hacia quien no vi que me traiciono.
Fiestas de bronce ante la ausencia de oro.
Iris de hierro y plomo, ceguera designio de mi Dios.