viernes, 25 de octubre de 2013

Llueve suave

Lejos de las zarpas de la bestia.
A salvo entre dorados castaños.
Herido en la traición de los próximos.
Nada ni nadie ya me alcanza.
Pero en los sueños su memoria me atormenta y amenaza.
Llueve suave sobre el granito y lame lenta la fina precipitación esperando rendir mañana el bloque de piedra que corta el camino hoy.

Al raso con los amantes ambulantes

Caricias de amantes ambulantes.
Titiriteros de amor que cada noche en una diferente plaza ponen en pie por hambre el mismo circo por las indómitas mismas ansias.
Pobres de amor, sin patria, rey y reino.
Noches al raso, con las ajadas ropas del pobre aplauso.

El cobro de la demasía

Si yo no limito tu estancia en mi, porque tu pones limite a mi existencia en ti.
Si por ti existo y tu existencia norte de mi estancia en este mundo es.
Muy duro es ver la descalabrada transacción que vivo por ti.
Cifraré en el largo plazo el cobro de mi demasía.
Pero no olvides nunca que no es perenne ni tu existencia, ni la mía.

Nidal de ratas

Es duro y arduo devastar defectos.
Es duro ver que no devastáis de vuestros vicios nada.
Sois hoy igual que ayer, las mismas furcias, en las mismas esquinas, con los mismos afeites, con el mismo publico, ya inmune a vuestras infectas babas.
Manos negras que mecéis sombras, sombras que sois cómplices de las manos negras.
Nadie obliga a delinquir, nadie fuerza a nadie a ser vulgar.
Uno elige como construye su casa.
Solo las furcias eligen vivir en la casa del vicio.
Cuatro paredes para un nidal de ratas.

Explanada de murmuraciones

Se extienden por mi torrente las palabras infectas.
Lava lluvia salvífica mi roja vida.
Que se amollezca la cascarria de los zafios gritos.
Costra férrea de arañazos infectos.
Consiente Dios mio que prevalezcan mis rezos.
Colmalas de caprichos baratos y cierra sus bocas de risqueras furcias. 
Mantenme erguido en la explanada de las murmuraciones, que flaquean mis fuerzas y no hay más fácil blanco que el que tiene la cabeza baja.

jueves, 24 de octubre de 2013

La arenga más vulgar

Opíparas fregonas que aun de domingo tenéis alma de estercolero.
Hacéis causa común con la zafia y relamida estanquera y su cursi y pedófilo marido.
Como mata la envidia al sentido común y como el envidioso se suma presto a la afrenta urdida contra el superior.
Temo  la capacidad que tiene el vulgo para movilizar ejércitos, que bajo la más vulgar de las arengas queman templos, templos de amor, de armonía y de calor, calor de hogar.

Ciegas de avaricia, ebrias de victoria

Cuando la mano blanca rasgará la maraña de embustes.
Duerme el sueño de los justos la justicia.
Reposa inerte en la tierra roja la palabra certera.
Será en la hecatombe de infantes cuando el corifeo despierte.
Molicie de adormideras, que abandona en la más mísera de las soledades, a la victima.
Jauría de lobas rabiosas e incultas, que el logro del santo ansían.
No veis baladronas, que están cegadas con mortero de cal, para vosotras, las puertas de la gloria.

Cerro de cádaveres

Acarreáis hostilidades para construir vuestro camino de ascenso.
Ornadas con plumas de pavo real cacareáis las gloria de vuestra bajeza.
Putas gordas de costumbres turbadoras.
No soy el primer cordero que degolláis,  pero si el primero que os planta cara. 
Es bonita la vista del cerro de cadáveres en el que estáis encaramadas.
Tropa vil de calumniadoras que convidando a vulgares viandas el proselitismo practicáis.
Llegará la hora, vuestra última hora, la hora de los lutos de vuestra ralea, en la que mientras vosotras lloráis yo reiré.

miércoles, 23 de octubre de 2013

La indolencia del magistrado

Hamponas harapientas que os morís abrasadas en la envidia que genera vuestro zafio pelo.
Hasta que no pierda la memoria vuestro crimen seguirá existiendo.
Gordas tumultuosas con apestoso tufo a frite, que poco decoro tenéis.
Juguetea la zorra pelleja con el gorrión ante la indolencia del magistrado.

Miserables y miseria

EL PREDICAMENTO DEL TOCINO ES INUSITADO.
¿Quién reza al tocino? Si es sabido que ningún milagro obra.
Se cauteloso y temele, ansia tu altar y toda tu feligresía.
Librame Dios mio del miserable, porque de él, solo viene miseria.

Facilidades para el zafio

Las Facilidades que el sistema da al delincuente cuando menos son sorprendentes.
Es la celeridad inusitada lo que me crispa,
NADA de pruebas, solo es denunciar y la calumnia esta en marcha.
Y es al inocente al que toca demostrar su inocencia, diabólico y perverso sistema.
Como no temer al zafio si es el que tiene con el beneplácito del sistema el puñal en su mano.

martes, 22 de octubre de 2013

Hampones

Es en la generalización donde confunden a la feligresía.
Yo no hago tratos de lupanar, ni me codeo con hampones.
Es tupida la filigrana de embustes y es rica su trama.
Digno velo para el tabernáculo del templo de Satán.
Sembráis cizaña para envenenar buenas conciencias.
Me confiscáis la razón con el desprestigio que me arrojáis.
Nada temo la noche, dura lo que dura y temprano, muy temprano mañana saldrá el sol.

No es tan dificil

Encajando mamporros en el aprisco granítico donde encierran a los mansos borregos.
Cuajado de espinas esta mi corazón.
Palabras espinosas que me rinden.
Pido perdón a quien me ofende y recibo como contrapartida nuevas ofensa.
No ve saciada su voracidad la fiera a la que todo se e rinde y entrega. 
La calaña de hienas asesinas  cerca mi casa y en la sumisión esclavizo a mis hijos.
No es acertada la estrategia y busco la valentía para matar a hierro quien en acto de usura promete matar a hierro a toda mi rendida casa.
Ríos de sangre de mala madre y peor hija.
Uno no elige ser victima pero si elige hacer victima a su sangre.
Es necesario el luto, es necesario el duelo y es más necesario aun el cobro de el delito.
Nada olvido ya, con intereses el cobro espero.

Rapiña de mansos

Extiende la plaga la rapiña.
El ansia de la mano ensortijada.
El oro seca campos verde de vida.
El sable de la preeminencia decapita mansos corderos.
Son los primeros los que conducen al pueblo al precipicio de la hecatombe.
Lideres de impuestos y estrategias de enriquecimiento.
Saladores de acuíferos.
Avaricia insana de brillos y estancias brillantes.
Quien expiara el ultraje ala madre en cinta.
Escribe el ladrón y su prole el futuro del mundo.  
Zarpas de zorra que garabateáis números en la piel del blanco ternero.
Vórtice de deudas y empréstitos para hacer claudicar bravos pueblos.

Reina de libelos

Es pringosa la mentira.
Reguero de brea.
Para en pira injusta quemar santos.
Se nos llena la boca de igualdad.
Mientras la tormenta de odios recorre el angosto valle.
Valle de venganza.
De zigzagueantes intrigas.
Es la justicia de la revancha.
Iguales en discordias.
Pregona desde el ábside encaramada en alta peana la reina de libelos.
Bola remostosa de melazas a la que todos se adhieren.