domingo, 6 de abril de 2014

Acequias de sangre

¿Como intoxicar ángeles?
Riego mortal de la envidia.
Plomo en los pies.
Metralla en las alas.
Acequias de sangre.
Rosas de hiel.
Quemazón de siembra de resentimientos.
Adoctrinadores en renglones de alcantarilla.
En lo difuso se caldea.
En el terror se cosecha.

Sicofantes


Apóstoles de la violencia.
Propagadores de discordias.
Azuzadores de pirómanos.
Llueven soflamas.
Y calan hondo en el suelo necio.
Juego de presiones.
Sicofantes de las calles.
Escaparate de una muy sórdida trastienda.

Muy dulce es el sabor del azúcar

Con el torbellino del sol
Tímidos sarmientos de la parra que ya no llora.
Las llagas verdes de briznas del enlosado granítico.
Cerrojazo al berrinche del encierro.
Muy dulce es el sabor del azúcar con la nueva luz.

Laberintos de tarabilla

Tardanza en el mensaje.
Laberintos de tarabilla.
Trastos que taponan la salida.
Oráculos de idolatras.
Tinieblas de la inteligencia.
Corcel ciego.
Timba donde estafar.
Que no te atormente el hoy.
Porque la tormenta de ignorantes es mañana.

Amores de cruces

La ternura busca zarzales.
Busca lo blando espinas.
Busca el cándido la caricia malvada.
Busca la belleza el zarandeo brusco.
El trato violento.
Amores cruzados.
Amores de cruces.
De gritos y ordenes.
Rapta el obscuro la luz más brillante.
Luce la chacha en su anular el más bello diamante.
Sinos de desatino.
Destino que atina a hundir. 
En la amargura a los bellos ojos. 
Que solo sonrisas deberían irradiar.

Púberos

Generosidad tras la pasión de la lluvia.
Tras mi mano viene la recua.
Púberos que solo conocen el llano.
El serpenteo improductivo y ocioso.
Miedo da el futuro de los creyentes.
Sin el refugio de las montañas.
Se jalea la historia rota.
El libro sin paginas pares.
Las frases sin verbos de calma.
El rió de la única e impuesta orilla.
Los delitos recubiertos de almíbar.
Se retuercen los limos.
Se secuestran las ideas.
Tarascadas de hermanos. 
En la tierra llana y sin puentes.





La aspereza del necio

Deliciosas y envenenadas palabras.
Manos ásperas de envidioso necio.
Me obligarán a caminar por el callejón angosto.
Deseáis verme moribundo.
Extravertidos farsantes.
Que gozosos mecéis el insulto.
Se retrata el que acumula piedras.
Piedras para lapidar en la cacareada calumnia.
Si renunciara al rezo, renunciaría a mi alma.
Pediré la extremaunción en el instante de flaqueza.
Pero no cederé al sitio del áspero necio.

sábado, 5 de abril de 2014

El río razón

Diferencias irreconciliables acentuadas en la falta de respeto.
La razón no tiene dueño, solo sentido común y argumentos.
Es un río con dos orillas y entre las dos transcurre tranquilo y ajeno.
A ninguna deja de lamer por mucho que una de las orillas se empeñe.
Los dos lados son rozados, erosionados en sus despropósitos.
En sus intentos por quitar razón. 
Por deslegitimar el legitimo derecho de estar en el bando contrario.
La vida no es monolítica, el pensamiento no es monolítico.
Por eso existen orillas, por eso deben coexistir orillas.
Por eso se deben trazar puentes.
Puentes de respeto y entendimiento.

viernes, 4 de abril de 2014

Mi capricho

Es mi vida mi capricho.
Es un capricho mi vida.
Es mi capricho. 
Vivir despacio.
Vivir lento.
Sintiendo que tengo todo el tiempo.
Sintiendo que todo mi tiempo. 
Es para poder pensar ti.

Manos libres

Es la soledad una defensa ante la predecible traición.
Es un cíngulo, cortafuegos de cautelas que salvaguarda la delicada fronda.
En multitud no se controlan las manos de las dagas.
Y es en vano interceder al cielo pues hizo a las manos libres.

Consolaros unos a otros

Os ocupáis de mi consuelo y deberíais consolaros unos a otros.
No todos tenemos la piel tan dura.
Salid a buscar al frágil, al delicado y dadle amparo.
No se cerca lo inexpugnable.
Se amuralla lo que corre el riesgo de ser avasallado.

jueves, 3 de abril de 2014

Luto de estrellas

Avanza el manto negro.
Desdibujando cipreses.
Abriendo la puerta a la vigilia de temores.
A las campanadas de las horas.
A la lluvia obscura.
Al viento que choca contra los cristales.
Luto de estrellas.
Bruma de miedos.
Y torturadores verdugos. 
Que danzan macabros. 
Amparados en las sombras. 
Densa selva de ébano de mi alcoba.

Soy

Crueles borrones, empastados y violentos. 
Es para ti mi estilo.
Sombras solas en su unicidad.
Solas frente a un mundo de vacío.
Frente al derrotero elegido o forzado.
Luz ambarina que baña el cruel circo del desamparo.
El hambre esteparia.
La desierta penillanura de una gloria huidiza.
Soy el que ves, soy el que no ver.
Soy lo que elijo, soy lo que renuncio.
Soy lo que digo, soy lo que callo.
Soy borrón y trazo relamido.

Mentiras de plañideras

Los muertos tienen memoria, pero no pueden hablar.
Construirán mis detractores con mis palabras un nuevo discurso.
Mentiras de plañideras beodas.
Cárcel donde torsionar los pensamientos que no amparan su crimen.
Es teatro la luz, con la luz haré teatro.


Las manos curtidas

¿Qué me apasiona?
¿Qué me conmueve?
¿Qué me trastorna?
Los ojos cerrados que ven como si estuvieran abiertos.
Las manos que curtidas por el trabajo son suaves cuando acarician.
La belleza que nadie ve. 
Porque no está hecha para ser vista. 
Porque solo está hecha para el amado. 
Porque solo está al alcance del amor.