domingo, 18 de mayo de 2014

Quien no tiene llave a la puerta llama

Donde no llega el talento llega el descaro.
No es el ingenioso el que más puertas abre.
Es la osadía del carente de pudor.
Es el atrevimiento del que no tiene llave, pero a la puerta llama.
El mundo no es del tímido.
Es mundo es de la ignorancia lanzada.

Los que hoy levantan el pulgar

No olvides amigo amante.
Que tras la pleamar viene la bajamar.
No olvides que toda riqueza es caduca.
Todos los que te arroparon te dejarán desnudo al pie de los caballos.
Es el aplauso una inercia, un gesto mimético.
Solo razonan tres, pero marcan la pauta de la marea los que nada razonan.
Los que hoy levantan el pulgar, mañana sin complicaciones lo bajarán.

Mayo, las flores y las garrapatas

Mayo de flores y sol.
De verdes pastos.
Mayo de garrapatas.
Todo no es bueno.
Todo no es elevado.
Siempre hay algo que le baja el tono y el nivel.
Ya están aquí las garrapatas, quizás nunca se hayan ido.
Ellas, su fealdad y su estela de daños.
Infestos parásitos que agazapados en la verde hierba, esperan el momento para asirse y chupar.
Todo es un deja vu, me suena a mi mundo real, no al campo, si no a los trepas que pueblan sobre todo este valle de vacuidad.

La pequeña estela

El surco de la lagrima.
Su pequeñísima estela.
Cauce delicado en la suave mejilla.
Hilo de cristalitos de sal. 
Quien llora descansa.
El que está descansado. 
Puede ya volver a caminar.

sábado, 17 de mayo de 2014

La vida mancha

La mácula propia.
La distraída macula.
No hay nada como saber donde está.
No hay nada como que no sepan donde está.
Experto tipificador de manchas.
Experto en ver manchas ocultas.
Escondidas manchas.
Nada esta mucho tiempo impoluto.
La vida mancha.
Vivir mancha.
Sudar deja mancha.
Y la vida es sudar.

Para quien mis desvelos


Poner en pie nuestros sueños no asegura que alguien quiera seguir soñándolos.
Fieras pétreas que a veces se ven obligadas a dormir eternamente.
Quien heredará mi valía.
Quien heredará mi talento.
Quien heredara mi trastorno.
Quien cuidara mis aposentos.
Sin quien, estoy perdido.
Sin quien, mi legado se pierde.
Sin el infante propicio, delfín de mis reinos.
Mi castillo, quedará sumido en el perenne invierno.

Busco en ti mi olor


Es tu proximidad la que ahuyenta mis miedos.
Es tu mano la que espanta los fantasmas de mis sueños.
Es el aire que acaba de salir de tus pulmones y ahora entra en los míos.
Es el aire que da calor a mis días. 
Sin sentirte no siento nada.
Sin tenerte no tengo nada.
Busco en ti mi olor.
Quiero que busques en mí tu olor.

La azuzante plaga de tábanos

Hace días que ella dejo abandonada su lectura en el anaquel.
Para que crecer en un mundo que mengua.
Para que pensar en esta pesadilla en la que tienes atadas las manos.
Que decir en este bullicio que amordaza y nada quiere oír.
Tantos pensamientos duermen.
Tantos libelos corren por las calles. 
Envenenando infantes.
Intoxicando palomas. 
Hiriendo en las alas con plomizos perdigones al pequeño gorrión.
Se llenan de polvo los pensamientos.
Se olvida a los pensadores.
Pero es yesca en la calle la soflama y el grito cuartelero que llama a formar.
Ejércitos de iletrados obreros. 
Alzados en armas. 
Con el riego de la invención.
Con el abono del olvido.
Con la azuzante plaga de tábanos. 
Nacida en la laguna infecta. 
Que ayer fue cima de sapiencia.

viernes, 16 de mayo de 2014

Bufones que viven como reyes

Tu jubilo es mi desagrado.
Estoy cansado de reprimir mi opinión sobre tus bufonadas.
Bufones que alcanzan las primeras filas.
Bufones que viven como reyes.
Bufones que mandan como virreyes.
Vulgares palos que intentan hacer astillas al colosal roble añoso.
Prolongadas cuitas entre maledicentes que detestan estar a la sombra.
El regio termina sirviendo.
El servil termina reinando.

Hay muchos tipos de llanto

Hay muchas razones para llorar.
Hay muchos tipos de llanto.
Hay mucho estúpido que llora.
Hay mucho dolorido que no muestra nunca su llanto.
Lagrimas de valiente.
Lagrimas de cobarde.
Lagrimas de doliente.
Lagrimas de risa entre dientes.
Llorar no dice nada.
Pero un llanto sincero lo dice todo.
Lagrimas de santo. 
Lagrimas de limpio.
Lagrimas sucias que saber a orín.

El reo a veces es la victima

Deja cerco la mancha.
Deja siempre rastro la pólvora.
Tras los incendios está el incendiario.
Tras el verdugo está el dedo que señala.
El reo a veces es la victima.
La victima a veces es el reo.
Todo se puede dar la vuelta.
A la vuelta de cualquier esquina puede estar tu sentencia.
Las semillas que con mano secreta esparces dan frutos notorios y públicos.
Se sabe la primera ficha que se derriba.
Se desconoce cual será la última en caer.


La marea alta del luto

Buscamos la guerra.
Buscamos la bronca.
Acentuamos las diferencias.
Nos empeñamos en detestarnos.
Solo escuchamos soflamas de odio.
Todo se repite, todo vuelve.
Nada se perdona, nada se olvida.
Es vulnerable la armonía.
Es delicado el concierto.
Sembradores de rencor.
Regadores de cizañas.
Parteros de la asesina envidia.
Nada está a salvo.
Nada se salva. 
Cuando la marea alta del luto llega a la tranquila playa.

Los zigzagueos de tus concesiones

Te deseo y te detesto con idéntica fuerza.
Con fuerza indómita y primigenia.
Apenas frenada por el duro pedernal por el que discurre.
Sin cauce pero buscando el camino rápido.
Urgencia de amor.
Amor urgente.
Bálsamo, tabla salvífica.
Nada controlo, nada decido.
Soy rápida torrencialidad sin redención.
Sujeta solo a los reveses de tus negaciones.
A los zigzagueos de tus concesiones.

jueves, 15 de mayo de 2014

Dulces venenos

Mentiras envueltas en miel.
Venenos dulces.
Zafiedad enfundada en un Chanel.
Sin pestañear me contarás que solo posees stras.

Famélica de tanto descuido

Entraré en el lupanar con lujoso atavió.
Coronado con el laurel del olvido.
Resistiendo el viento de las calumnias.
No me tizna el entorno.
No me tilda mi aura.
Con nada me arredro.
A nada me ciño.
Serviré sin olvidar al señor que me sirve.
Campea en mi pecho el rubí del estigma.
Quema mi frente la pedrada del necio.
Entre estípites está la demacrada pureza.
Famélica de tanto descuido.