sábado, 24 de mayo de 2014

Desencadenar lleva al castigo

Los osados siempre encuentran martirio.
Encadenar lleva a la gloria.
Desencadenar lleva al castigo.
Danza de dolor.
Agonía coreografiada.
Luces de antorcha para añadir drama a la tortura.
Verticales desfiladeros por los que rodar.
No osaras dice la ley.
Y si osaras caerá sobre ti el brazo armado de un sistema perpetuado en la amenaza.
Cada personaje en su sitio, con un sitio para cada personaje.
Nada moverás, porque cualquier movimiento cimbreará el asentado trono.
Para el osado nada esta lo suficientemente asentado.

Nadie nota que han muerto las flores de ayer

Otro vivo a muerto.
Entre las flores de mayo doblan a entierro.
Muertos que tras ser llorados se olvidarán.
Porque todo fluye.
Porque todo va.
Flores que sustituyen a otras flores.
Jarrones en los que no se nota que han muerto las flores de ayer.
Que Dios lo tenga en su gloria.
Que al valle de las flores perennes lo lleven, los ángeles justicieros que todo lo saben y todo lo ven.

Caprichos de fulana

Somos reyes en nuestras ficciones.
Pero nuestra realidad es vomitiva como un café con sal.
Irán surgiendo de nuestros recuerdos.
Nuestros caprichos de fulana.
Nuestra marea traerá a la orilla los cadáveres de nuestras batallas.
Batallas perdidas.
Contra el amor.
Contra el rencor.
Contra la inconveniencia. 
Juguetes rotos con los que nadie ya juega.
Porque tambien nosotros cometimos la osadía de con otros jugar.
Y tras el manoseo abandonar.
Juguetes ultrajados, violados.
Heridos en los fueros más íntimos.
La orilla siempre te escupe lo que un día intentaste tapar.
Son los caprichos del pantano donde intentamos enterrar errores.

Hay manos falsas monedas

¿Quién ha roto el espejo donde mis sueños vivían?
Que mano envidiosa ha privado a mi mano de contemplar su disfrute.
Necias manos que envidiáis a las manos laboriosas.
A las manos suaves que dan suavidad al cuerpo al que sirven.
¿Quién ha roto el espejo donde yo veía galopar a mi mano por mi cuerpo salvaje?
Hay manos que van de cuerpo en cuerpo.
Hay manos falsas monedas.
Hay manos que ninguno se las queda.

Amor de nieblas

Muero con tu ausencia.
Me mata tu demasía.
Con el nada me ahogo.
Con el mucho me agobio.
Perversa afección.
Perversa desafección.
Te quiero en la ausencia.
Te detesto en la presencia.
Soy una paradoja.
Soy un sinsentido.
Con la lógica del ideal.
Con la directriz del amor inexistente.
El amor ideal al ausente.
Y el odio al presente que no se parece nada al ideal.

viernes, 23 de mayo de 2014

Amor furtivo

Amores desamparados.
Amores que nadie entiende.
Amores prohibidos.
Amores de sombra.
Amores de mano izquierda.
Amores de trastienda.
Amores que enredan.
Amores que no atan.
Amores sin alianza.
Amores de escusas.
Amores de escapada.
Para escapar.
Amores de desahogo.
Amores que nos ahogan.
A hurtadillas.
A las afueras.
En las habitaciones prestadas.
En los espacios abiertos.
En el tiempo robado.
Amor árido sin futuro.
Amor de perdición y perdido.
Amor urdido en una red de mentiras.
Amor de vicio e intriga.
Amor, amor, loco amor.
Loca pasión de hambre de noche y días nublados sin sol.

La malvada mala hierba

Son libres los pensamientos.
Pero no son libres las palabras.
Todos debemos poner freno a nuestra lengua.
En aras de la armonía.
En aras del no rozar.
Palabras pensadas que si no frenamos son mortales dardos.
Palabras que al no decir con ellas nos autoenvenenamos.
Silencios de dolor.
Griterío de gloria.
Ara el pensamiento el pedregal donde crecerán trigo y cizaña.
Frena la boca, la malvada mala hierva que corto la diestra guadaña.

Las doncellas lobas

Es fiera la inocencia.
Es fiera su hambre primigenia.
Hambre de virgen.
Hambre de virgen que tras saciada se hace esclava.
Teme al que liberas, porque quien te liberará a ti de él.

El sueño de los leones

El sueño de los leones.
El pétreo descanso.
La indolencia de la majestad.
Sus majestades indolentes.
Creados para ver pasar.
Para intimidar sin interferir.
Loca quimera de teatralidad.
Escalinatas para distanciarse.
Tribunas donde como santos ampararse.
Es fría la intemperie como frío es el bronce.
El bronce que tañe en duelo o el que retumba en salva de gloria.
Leones rampantes.
Leones tenantes.
Leones bellos y fieros durmientes.

Albedrío de baladrón

Razona el tirano de discurso evanescente.
Tirano de profundidad de charco, charco de lodo.
Me apedrea con su zafio discurso. 
Y espera que no le devuelva las piedras que tras impactarme caen a mis pies.
Ramplón estratega que se embarca en perdidas batallas.
Farfullas de fanfarrón.
Sombra de torre robada a punta de machete.
Deslegitimas lo legitimo para imponer un albedrío baladrón.
Albedrío de quien hace de su capa un sayo.
Hombre de paja que en el incendio y la falsía se hace un hueco.
Síndrome de totalitario que se erige en voz de la masa.
Borrón, tacha, lodazal en el que todo lo quiere tiznar.

Yo amo sin contrato y sin contrato me aman

Se pierde el abrazo de la mañana por la sangría que impone el reglado vinculo.
Ata a la rendida paloma es leonino contrato.
Sierva era ya solo por el amor.
Pero las técnicas palabras que todo lo socavan.
Hirieron en el pecho al entregado corazón.
Cautela que de todo desconfías.
Cautela que salvaguardas en la prevista obsolescencia.
Cautelas que en el interés contractual te mueves.
Como asesinas a la bella fiera que dócil lame la mano de su rendidor.
Yo soy paloma libre que amo sin atarme. 
Y fiel permanezco al lado del lecho del que sin contrato a mi también me amo.
Viento de palabras, palabras de viento.
Palabras escritas que vuelan y se arremolinan, en el sucio rincón.

jueves, 22 de mayo de 2014

Alas de la noche

Manosea el azabache la tristeza.
La tristeza que nubla la gloria de los días de sol.
Como voy a rezar a la emisaria de Tánatos.
Sombra de mi vida.
Sombra de mi luz.
Alas de la noche de mi desesperación.

Cuervos, ángeles negros

Ángeles negros con alas de sombra.
Ángeles diestros en la búsqueda.
Ángeles del brillo.
Ángeles augures de la noche.
Ángeles hijos traidores.
Ángeles de la soberbia.
En el lado obscuro os movéis.
En el lado siniestro reino tenéis.
Ángeles que sin haber caído. 
Fama de caídos tenéis.

Chapiteles bulbosos

Males de llano.
Males en el cuartel de los muertos.
Se borran los nombres.
Se funden los neones.
Se explica lo meridiano.
Pantanos de silencio.
Chapiteles bulbosos de creencias recias.
Lo diezmado se multiplicará por cien.
Lo menguado se crecerá en un millar.
Imprudencias de prudentes.
Inconvenientes de silentes.
Tormentas de choque.
Tras el relámpago llegará el trueno.
Será el terror un paraíso.
Se forzará al inocente a vivir bajo el temor.


El dedo señalador

Previsible comienzo.
Todo se inicia con el ímpetu de un dedo.
El ímpetu del dedo señalador.
Peligrosas marmitas de corriente salvaje.
Naufragan las más bellas construcciones.
En el entramado de enredos.
En la furia que desencadena un dedo.
En las turbias aguas de la señaladora envidia.