domingo, 13 de enero de 2013

Guerra yerma

Procesos de bravucón.
Mejor solos que en desoladora compañía.
Sera el insignificante liquen el que sacie mi sed.
El los bancos de densas nieblas me oriento y tengo norte.
Siento la La locura de ser un cazador de nubes y de los tesoros que ellas esconden.
No se puede ir encontra de ningún principio cuando no se tienen principios, esa es mi batalla, mi guerra contra las zorras sin 
ética.
Lo efímera que es la victoria que solo abre la puerta a una nueva guerra, en defensa del paso dado, del palmo ganado.
Lee los signos de mis cicatrices, travesia de tierras yermas.
Plaza de llantos, calle de piedras, callejuela de pedradas.
En lo oscuro acechando, con tus manos ásperas y curtidas con la caustica ira, llenas de piedras.
Soportare las dentelladas, los lesivos bufos de tu tuerta alma.
Nada es ligero, nada es somero, todo es grávido y pesa como losa sobre mi ingrávida alma.
Mil moscas me asedian, y liban lagrimas de mis ojos, extendiendo sus lutos y sus plagas de males.
Pero la magnanimidad trinitaria me permitirá conocer nuevos y contestatarios días, no duermas y vela como velo yo hace más de un año...............................



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