Hoy me ha vencido la pereza en la obscuridad del alba.
He remoloneado para que no comenzara el día.
He querido seguir viviendo en el cuento de cristal.
Me ha dado pereza salir al frío y dejar el cálido lecho.
Pero he sido diligente al final, mis fieras no se querían perder el día.
Y yo por amor tampoco quería que se lo perdieran.
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