miércoles, 18 de diciembre de 2013
Ni un palmo
Hay en el mundo personas que exigen demasiada atmósfera.
Hasta tal punto, de interferir y menguar las atmósferas de libertad de los demás.
Si te encuentras o colisionas con alguien así, párale los pies.
Porque quien un poco consigue amedrentando, algo más siempre pide.
Al invasor, de cesión ni un palmo, ya que tras el primer palmo, van cinco más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario