Que sabor tan áspero tienen los disgustos.
Que desasosiego generan las contiendas de amor.
Y esa eterno esperar la solución del conflicto.
Se encarece el perdón.
Se agria el cariño en la demorada enmienda.
Orgullo y soberbia aconsejan tan mal.
Buscamos el escarmiento como formula de cobro del daño.
Y nos dañamos en la enemiga espera.
Perdemos el oro del tiempo.
Y nos reencontramos en la fermentadora ausencia.
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