Me mira el cielo como me miran tus ojos.
Telón azul que oculta tormentas.
Infortunio de nubes de abierto corazón.
Rinde al oro el cuchillo de hojalata.
Rinde al soberano el alfil cercano.
La debilidad de la caridad.
La ofuscación del deseo.
Caros besos que saben a borrasca.
Manos de tormenta que me erizan la piel.
Ciudadela que abre sus puertas, porque así lo demanda la mirada de azul.
Tus labios de relámpago me pedirán.
Y yo rápido como un rayo todo lo haré.
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