El precipicio tiene mil puertas.
Mil puertas dan a él.
Solo son tres las que permiten salir al terreno firme.
La puerta trabajo.
La puerta lógica.
La puerta sensatez.
No se puede pregonar que nada tiene orden.
No se puede pedir un nuevo orden por propio interés.
Es habitual que el perdedor quiera cambiar las normas de la carrera.
Es normal que el sin poder quiera cualificar a su minoría.
Minorías mayoritarias.
Los mayoritarios son la minoría.
Salvadores de tropeles.
Tropeles que buscan su salvación en trastocar un orden.
Y en el nuevo orden y su marginalidad ¿Qué ocurrirá con la mayoría rendida?
Nuevas leyes para beneficio de los nuevos legisladores.
Derribada la pirámide, se construirá una nueva pirámide con una nueva zonación y orden.
Es de necios creer que el nuevo sistema no tendrá nuevas élites, nuevos privilegiados, nuevos sometidos, osea las nuevas clases del nuevo orden.
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