Que excelente memoria tiene el rencor.
A los sembradores de bondad agradecerles la entrega se nos olvida.
Pero quien nos ofende juramos y perjuramos arruinarle la vida.
Ofende y habitaras por siempre en el alma de tu ofendido.
Se generoso y magnánimo y caerás en el pozo obscuro del olvido.
La caricia no deja huella.
Pero si deja cicatriz la herida.
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