martes, 30 de diciembre de 2014
El estanque maldito
Perturbaciones desde el angulo oscuro.
Ondas de ansiedad, que arriban a la dorada arena.
Todo salpica, son tantas las lejanas manchas que nos alcanzan.
Siempre pasa el tiempo, aunque para no sentirlo, te empeñes en no llevar reloj.
El sol sacrifica noches.
La noche sacrifica días.
Y a costa de sacrificarse, la arena nos sacrifica la vida.
Siempre alguien mide lo que nosotros no medimos.
Nada, ni nadie está a salvo de la erosión del tiempo.
Todo pasa, haciendo o dejando de hacer.
Todo nos resiente.
Y toda perturbación en este estanque maldito, nos araña la suave belleza.
Es oscuro el vació de la ausencia.
Pero es más oscuro, llevar una vacía existencia.
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