No se puede dejar la hacienda al pobre de ingenio.
No se puede dejar abierta la puerta a la corriente del oportunismo.
Al cauce del pueblo desbocado por unas mentes de fiebre.
No hay terreno duro para el interesado.
No hay escabrosidad que el hambre de poder no allane.
Todo vale, la pólvora, la mentira y la promesa inviable.
Herramientas de miserable.
Herramientas para el bien particular, que al pueblo solo traen miseria.
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