A veces los modernos son los que nos llevan al precipicio, con su afán de insana modernidad.
No se abraza con tanta reverencia lo foráneo y se desprende uno de la maroma que te ancla frente a los desconocidos precipicios.
Asumidores de formas que descuidan el contenido.
Pinceladas a groso modo que nada definen.
Cárceles de extrañamiento y extrañezas.
Vértigo da quien luce en en su camiseta banderas de otros y se caga en la propia.
El árbol que aborrece sus raíces termina seco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario