martes, 1 de marzo de 2022

Altanería


Pongo al servicio 
de la locura 
todos mis campanarios. 

No pienses 
que es libre albedrío 
mi falta de mesura, 
es sólo 
que mi escorrentía 
aun embridada 
anega toda 
la vulgar llanura. 

Llámame soberbio, 
porque en nada 
me lastima, 
pues no hay 
nada más bello 
que un corcel 
al que encabrita 
su altanería. 
 

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