domingo, 25 de diciembre de 2016
Cerramos los ojos al besar
Cerramos los ojos al besar,
para sentir el infinito sabor de los labios amados.
Para derretir sin mirar,
el alma que habita en el paladar del deseado compañero.
Amamos cerrando los ojos,
para aislarnos del ruido,
del ruido de imagenes que confunden.
Cerramos los ojos para evitar caer,
en el mar de la mirada del ángel que tenemos enfrente.
Con los ojos cerrados no se enturbia el sabor,
de las estrellas,
de los fogonazos cegadores de tanta pasión.
sábado, 24 de diciembre de 2016
La ira de la hiena
La ira no construye proyectos,
no materializa progreso,
no aglutina voluntades,
no arroja luz sobre las ángulos oscuros
en los que urden maldades y robos los amigos en sus contubernios.
Alas de cuervo cobijan a la alimaña
que se recuece en alcohol,
a la hiena añosa y pestilente que tira
los últimos cartuchos de una sustraída catana.
Papo ebrio, de pesares turbios y tufo sacrílego,
dama desnortada por los miembros erectos y inalcanzables,
turgencia intocable para tan cocainómano esperpento.
Esperpento que ve pasar trenes,
sin tener billete,
sin tener razón,
sin tener ni ética,
ni moral,
ni principios,
ni estética.
Fulana cuartelera de dehesa boyal,
de camino de erizos sin castañas,
de castaños que quizás no vea ni crecer.
jueves, 22 de diciembre de 2016
Pelele
Ser pelele hiere el sentido común.
Ser muñeco de paja.
Marioneta pusilánime.
Guante delicado que se calza la mano guarra del bilduetarra.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Tramperos
Son nuestras mentiras las que nos echan el lazo.
Son nuestras falsedades las que aprietan el nudo.
Colocamos trampas y en ellas terminamos por caer.
Presos de nuestras irregularidades.
Solsticio de maniaticas delicadezas
Los solsticios marcan los ciclos de las almas frágiles.
Almas de finísimo cristal.
Almas aquejadas por mil maniaticas delicadezas.
Resino pantano de brea que apresa bellísimas mariposas.
Ciclo irredento de pesares y dichas, de flores y nieves.
Candidez expuesta a la ruda intemperie.
No hay peor carga que soportar inviernos.
Tras la erosión, llegas las rocas sedimentarias y tras ellas la frialdad del mármol.
martes, 20 de diciembre de 2016
Soles que son reyes
Soles que se abrasan entre plumas.
Que danzan entre llamas.
Que arden entre tizones.
Soles de oro que son reyes.
Reyes que brillaron como soles.
Somos nuestras deambulaciones.
Somos la coreografía de nuestras acciones.
Ave fénix que renace cada anochecer.
Que brilla en las candilejas del teatro absurdo que es mundanamente brillar.
El despotismo de los analfabetos
El despotismo de los analfabetos, de los sectarios que imposibilitados para crear quieren pasar a la historia a toda costa, pero destruyendo como zafios Eróstratos.
Menguar es el norte de esta ralea de serpollos, arribados a los primeros planos por la revoltura de estos tiempos, que hacen que el pueblo crea en las aguas sucias que prometen, que si confías en ellas y te friegas con las mismas la cabeza, te crecera el pelo.
La credulidad del pueblo frustrado ha encumbrado al poder a los mayores y más cruentos mamarrachos que pueblan los libros de historia.
Y seguimos sin aprender y sin ver que esta virulenta nueva casta, que de momento se dedica a la división, a sembrar odio y a realizar necedades dañinas y de postureo, solo esperan la oportunidad para dar el salto a las necedades gordas, a dinamitar los principios y los pilares de esta sociedad del bienestar que se ha construido con un arduo trabajo de siglos.
Somos una sociedad dormida, narcotizada por los vodeviles televisivos, por los realitys televisados.
Los sueños son reparadores, pero las pesadillas son devastadoras.
Menguar es el norte de esta ralea de serpollos, arribados a los primeros planos por la revoltura de estos tiempos, que hacen que el pueblo crea en las aguas sucias que prometen, que si confías en ellas y te friegas con las mismas la cabeza, te crecera el pelo.
La credulidad del pueblo frustrado ha encumbrado al poder a los mayores y más cruentos mamarrachos que pueblan los libros de historia.
Y seguimos sin aprender y sin ver que esta virulenta nueva casta, que de momento se dedica a la división, a sembrar odio y a realizar necedades dañinas y de postureo, solo esperan la oportunidad para dar el salto a las necedades gordas, a dinamitar los principios y los pilares de esta sociedad del bienestar que se ha construido con un arduo trabajo de siglos.
Somos una sociedad dormida, narcotizada por los vodeviles televisivos, por los realitys televisados.
Los sueños son reparadores, pero las pesadillas son devastadoras.
lunes, 19 de diciembre de 2016
Muere el Embajador ruso en Tunez
Invierno de desdichas,tras las tormentosas primaveras árabes, son las consecuencias de desestabilizar, de inmiscuirse en unas imbricaciones y en unos equilibrios que como locales que son, no obedecen a intromisiones.
Son los intereses de parte los que mueven al primer mundo, a la indolente y tibia Europa, que no sabe contener su confort, que no sabe embridar su estulticia, que no sabe, ni quiere poner pie en pared en la necedad de sus filias y fobias, en su interno buenismo de cretinos tuertos.
Europa la indolente, Rusia la destronada, Estados Unidos la protectora, tres patas para un banco que cojea, para un banco que hace aguas, para un dique que ya nada ni frena, ni contiene.
A las puertas de occidente, a las puertas de la catástrofe, con las amenazas en la puerta y en el corazón de nuestras grandes urbes.
El odio ya está sembrado y regado de sangre, sangre aireada en las redes, en los medios, aireada y cargada de parte, cargada de sinrazones, cargada de dinamita, de metralla, de la frustración de las bombas, del argumentario de los pusilánimes.
Ya nada se puede recoger, ya todo se ha vertido, la infección campa y siempre encuentra cobijo en algún desalmado que justifica la espiral, avivando rencores, avivando el cretinismo de los nuevos que llenan los parlamentos, esos nuevos que han llegado muy verdes, que han llegado a jugar al postureo, cuando mandar obliga a sacrificar torres, alfiles, peones.
La nueva Rusia y su Zar, anhelan el perdido imperio y harán todo lo imposible por no perderlo, por recuperarlo, por ser lo que fueron o quizás nunca fueron, La Gran Rusia se lo juega todo en este tablero, lo sabe y por eso de farol apuesta, de órdago quizás, sólo quizás acierta.
Tiempos de guerra, de prolegómenos, de preámbulos de la Tercera Guerra.
Zsa Zsa Gabor R.P.I.
Zsa Zsa Gabor
6 de febrero de 1917 / !8 de diciembre de 2016
6 de febrero de 1917 / !8 de diciembre de 2016
Siempre llega el invierno.
Los diamantes no compran tiempo eterno.
Se descosen las artificiales turgencias que conquistó el talonario.
El lujo que compró el regio y coronado cuerpo de la diva y su ingenio.
Todo es fluir y lo primero en partir es la frescura.
Se apagó el brillo de la adicta a brillar de forma perenne.
Se opacó la estrella que los años y los achaque habían ido opacando.
Diva de pies de barro, Eva a la que Dios hizo de más que exquisito barro.
Adiós divina Zsa, adiós divina Gabor.
Todo llega, pero al final nunca hay esplendor.
Los diamantes no compran tiempo eterno.
Se descosen las artificiales turgencias que conquistó el talonario.
El lujo que compró el regio y coronado cuerpo de la diva y su ingenio.
Todo es fluir y lo primero en partir es la frescura.
Se apagó el brillo de la adicta a brillar de forma perenne.
Se opacó la estrella que los años y los achaque habían ido opacando.
Diva de pies de barro, Eva a la que Dios hizo de más que exquisito barro.
Adiós divina Zsa, adiós divina Gabor.
Todo llega, pero al final nunca hay esplendor.
Sonrisas vinculantes
Dar pasos siempre conlleva mucho sinsabor.
De la tibieza nada se desprende.
La mansedumbre siempre es una amenaza.
Genera desconfianza quien siempre pone buena cara.
Sonrisas vinculantes.
Sonrisas que su candor a una estrategia vinculan.
Sólo los locos están solos.
El interés fuerza a trazar redes.
Redes de transacciones.
Transacciones que siempre generan redes.
Lirios del campo
He soñado ser un lirio del campo, que compite en belleza con el Rey Salomón.
He soñado que si no te preocupas, no hay preocupaciones.
He soñado que las preocupaciones, son fruto de la ambición.
Y para que ambicionar, si siendo un lirio, todo se puede tener sin ambicionar.
Brillo devora brillo
Merced sin fin de ciega justicia.
Estoy rodeado de almogávares y nada temo.
Razones de calle oscura que hacen insostenible la quiebra.
Mandarinas verdes.
Golondrinas que retirarán de mi corazón las espinas.
En las zancadillas del mal amor.
Donde medra la injusta revancha.
Represa de ofensas que en el zaleo de sargazos me ahoga.
Se que la escoria oculta un cándido infante.
Encuentralo o mi condena será perpetua.
Declinaré el perdón.
La brumosa ofuscación bruñe bronca mi mística venganza.
No te atacaré, esperaré que el destino te ataque.
Sombra azul para una mirada nada celeste.
Asías, tan lejos, sin prisa, sin pausa, sin nada.
Celestial ausencia envuelve tu presencia.
Peces gordos que devoran morganitas, tanzanitas, espineles y berilos.
Alimentan permanentemente el brillo de sus escamas.
El brillo para brillar devora brillo sin cesar.
Hoy en tu dedo campea un escarabajo, mañana conversará con Zeus.
Castelflorite
Soy amigo de lo extraño y florido.
Soy de flores lapidarias.
Es magnético el color para mi.
Es mi norte coloreas y disipar nieblas.
Soy mañana clara y transparente estanque.
Soy narciso, hibisco, alhelí.
Castelflorite, batalla ganada con nota.
Donde voy me hago notar y eso nada me importa a mi.
Aliado del débil
Existo porque insisto.
Soy de empalagosa existencia.
Soy remostosa justicia que insiste y al final apresa.
Soy dulzor de patíbulo.
Soy azúcar que lee renglones.
Que escudriña en las misivas.
Que hurga en las cuentas que esconden trampas.
Existo insistente.
Insisto luego existo.
Insistentemente persigo a los rateros del pan del pobre.
A los pobres en códigos éticos, que medran en la demagogia.
Para ellos soy delicada virulencia.
Soy viruela que marcará las caritas hipócritas y las llenará de cacarañas.
Para que el embaucado y pobre infeliz las reconozca al salir a la calle.
Las reconozca y sepa quien es el ladrón de patitas enharinadas.
Quien es, el que sin mérito medra.
El que medra por obra y gracia del embuste y de la promesa huera.
Soy aliado del débil, aunque el débil todavía no lo sepa.
domingo, 18 de diciembre de 2016
Detraer
Denunciar estigmatiza.
Denunciar al preboste marca.
Denunciar corruptelas señala.
La mano limpia que señala al ladrón.
Queda marcada por la valentía de señalar.
Señalar al que detrae caudales destinados a paliar penurias.
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