viernes, 15 de marzo de 2013

No debo olvidar

Astillas en las uñas es tu traición.
Como pretendes volver.
Si aun no he olvidado.
Fue hollar con tino.
Fue interés en dañar.
Y yo hoy por mi interés no debo olvidar.

Desnudo el pecho

Zarpazos de próximo, de compañero de mesa y cama.
Por eso ahora el dolor reclama.
Sede vacante. 
Largo luto.
Larga sequía.
Y un largo espigón por el que caminar sin compañía.
Y con la tranquilidad de que en mi soledad ya no hay ningún traidor.
Rateros de belleza.
Cuatreros de besos.
Os quise en el ideal.
En la proyección sin fisuras.
En el altar que mi mano elevo.
En la peana en la que yo os coloqué.
Yo os di el don.
Yo os adorne.
Y ahora me ahormo al daño.
Al delito.
Al robo.
Yo os abrí la puerta.
Yo os serví la mesa.
Yo lo deje todo a vuestro alcance.
Y sin coraza, armadura y yelmo.
Desnudo y vulnerable.
Rendido en vuestros tiznados brazos, que yo en mi loco devaneo vi netos, me perdí en la furia transmutadora de mi mente y me esclavice a la inherente bajeza de los vuestros, que por amor no vi.
Sin atisbo de cordura, como loco enamorado, os di la llave de mi torre de marfil.
Y tras la lanzada ya no os quiero y lento me recupero del envite, del daño que me infirió el enemigo que en la corta distancia de mi cama, confundí con fiel amigo que en el momento más apropiado, en el descuido, con el álgido galope, con mano siniestra me arranco de mi desnudo pecho el corazón, y con desdén soez y altanero lo arrojo al damero de mi alcoba y lo pisoteo.

Mancha de carmín

Lenta caricia de mano vil.
Certera puñalada de quien te quiere mal.
Brasa, tizón que la lluvia extingue.
Palma de estigmas y designios.
Caduco invierno que entre flores huye.
Vino de victoria que sirve la derrota.
Mancha de carmín en el pulcro cuello.
Indómita inconsciencia que no estima la conveniencia.
Drama de salón que transcurre en el zaguán.

jueves, 14 de marzo de 2013

Pupas, calenturas, chancros

Benéfico fandango de zafias grescas.
Ansiáis devorar a la virgen temblorosa.
Gusanos que roéis pétalos de bellas rosas.
Pupas, calenturas, chancros.
Giraré la llave de la jaula y de allí nunca saldréis. 
Vidas encadenadas a cuatro paredes.
A un rincón.
A una calle.
A un balcón.
Amortiguaré la estremecedora tibieza de la chusma.
Estrategias de acomodaticia fulana que finge virginidad por cuestiones de mercadeo.
Canallas, hembras sin corazón, viles lombrices intestinales de extraños dominios.
Palpito, zumbido, asfixia, denso fluir de perezosa vulgaridad.
Desafiante pavor.
Bocanada de almizcle de zorra inquieta.
Desaliento de azufre.
Gorilas travestidos.
Ebrias pirómanas de todo, porque siempre todo os superará.

Perdularias

A oscuras quizás alguien os crea.
En las purgas de luz.
Es fácil que el número rinda al valiente.
Estrategias de hienas.
Frutos, no de destreza, si no de sumar siniestras que enfrentar a la diestra.
Perdularias que sacudís fuscas a la vía publica y os tildáis
de netas.
Corrobla de patio trasero, en la fachada principal.

miércoles, 13 de marzo de 2013

De rojo puñeta

Sofocos de sol de agonizante invierno.
Arrasa ya delirante el verde.
Y la seca brisa de marzo hiela briznas de incipiente amor.
Nada teme quien en si se encierra.
Y no hierra al elegir compañía.
Pues uno así mismo no se traiciona y vende con tanta dura dureza.
Solo y sin compañía sano.
Del tajo certéramente dado.
Sin prisa el tiempo.
Rinde toda fruta.
Corrompe toda promesa.
Y acerca en cortejo a tu puerta toda deseada venganza.
Al opíparo, no más tardar una torcida cena le atraviesa de muerte la vida.
Travieso sino de glotón.
Y la gula da a los gusanos, lleno de pitanza un cajón.
De rojo puñeta iré a tu misa, para mi festejo.
Y a Dios daré mil gracia por llevarse ya tu henchido pellejo.
Tiritas cabrona ante el fiel, porque pesa mucho tu buche y poco tu joyel.
No lamento nada tu sino de arpía, y espero que arda tu tocino en el sin invierno de tu merecido infierno.

Vence alma blanca

Guíame a las cálidas ascuas que tengo frío.
Y es necio seguir a oscuras.
Sabiendo que tu caricia quema e ilumina.
Río limpio de belleza.
Caudal que riega el valle origen.
Gracia de amor sereno.
No aplazaré más mi partida.
La presente ya esta vencida.
Sofocaré místicos gemidos.
Como marqué huiré victorioso a mi marca.
Vence alma blanca.
A la pena negra.

Espinarías golondrinas

Golondrinas que retiráis espinas.
Retirad de mi frente las que no merezco.
No es secreto mi calvario.
No es somera mi herida.
Urge encontrar salida a la casa de dos entradas.
Esta escondido el fermento, pero la claridad se agria con su contacto.
Corrupta servidumbre de serviles vehementes.
Diestros en puñaladas traperas.
Furcias envueltas en trapos.
Nada vale lo envuelto.
Nada vale lo que envuelve.
A corta distancia.
A quema ropa.
Todo sin la presencia de Dios.
Veteranas fisgonas y envarbascadoras de infantes.
Ningún cíngulo os ciñe.
Ceños de baja estofa.
Disfraz de dolo.
Remedadoras de desamparo.
Dolientes nucientes.
Gemidos plagiados.
Vulgares satisfacciones de la carne y el sentido.
Aturdís con vuestros graznidos, bandadas de palomas, gorriones
y espinarías golondrinas.

A la deriva

Necesitado de tener.
Temiendo el menester.
Castigo de ausencia.
Festejo de presencia.
En los verdes jadeos.
Olvido el descuido
Con el mínimo rayo.
Borra el sosiego.
Tan inquieto previo estado.
Grandes ganas de ti, que saciadas eclipsan todo.
Desvalido.
Desprotegido..
Desatado.
Desventurado.
Desanclado.
A la deriva.
Sin la proximidad de tu mano.
Sin el dictado de tu voz.
Sin tu previo paso, que sigue mi paso.
Frío y al raso estoy sin ti.
Desnortado en el oleaje, sin la llama de tu caricia, faro norte de mi alma, centinela vigía de mis tropiezos.
Sin ti solo soy eso.
Tesoro enterrado.
Barco varado.
Can sin dueño.

martes, 12 de marzo de 2013

Extremófilo



Dando vueltas para estar bien.
Mentir es girar.
Espirales para no chocar con el abrasador centro.
Tatuaré tus mentiras en mi piel.
Aventaré la cosecha.
Hay en ti tanta paja.
Serán las rozas por fuego las que rindan cuenta de tu inutilidad.
Voltearé la tierra y todo tu sepultado posibilitará el nuevo ciclo.
Hondura de mitos, rezos y antiheroes.
No hay vigor eterno.
Serán los sonidos rituales y las letanías las que debiliten el costroso horizonte.
Temeré la latente y acantonada virulencia de tu nocividad.
Ciclos de sequía.
Ciclos de diluvios.  
Extremófilo es mi amor por ti.
Potente mal que combatiré con himnos de desamor.

No vivir al sol

En una extraña habitación. 
Para algo rápido.
Sin nombre.
Placer sin limites.
Placer con una limitada información.
Hombres anónimos.
Sabedores de su irrefrenable pulsión.
Hambre, sed de prohibido amor.
Búsqueda, desgaste, erosión.
Anonimato de placer.
Chupar, lamer, follar, nada de besar.
Y adiós hasta una próxima e inexistente vez.
Improbable repetir en la obtusa obscuridad.
Volverá el ciclo de la nueva habitación, el nuevo cuerpo, el nuevo y anónimo amor, una vez que la fiera ardor, vuelva a sentir el vació del hambre torturadora y atroz.
Otra falsa promesa.
hasta otra vez.
Urgencia.
Necesidad sin sitio.
Necesidad sin alma.
Vacíos a la sombra.
Vicios que buscan la sombra, lo apartado, lo obscuro, los cuartos sin luz.
Plenilunio de tormentas de falso amor.
Cónclave entre iguales.
Secta de apetitos.
Sol de convenciones.
Luna de pulsiones.
Laberinto, enredo de confusas fachadas.
La cara oculta del inconveniente amor.
Severo castigo por vivir en la conformidad.

Vía Crucis


Torearé al amor.
Aguantaré los envites.
En los secretos de las flores..
Valorando la intensidad de amar.
Valorando la intensidad de odiar.
El único requisito para entender, es estar encadenado.
Nadie planifica los fracasos.
Solo en el vía crucis están programadas las caídas.
Pero hay que planificar como salir airoso de ellas.
Si es caro hundir.
Es más caro reflotar.
Apartar.
A parte.
Apartado.
Enquistado.
Muerto.
Soy pájaro sin alas.

Carpas cainitas

Enjaularé arpías.
Para tener una vida diferente.
En la más completa de las ruinas.
Y sin fuerzas para poner en pie nada.
Sacaré fuerzas de flaquezas.
Me flaquearan las fuerzas.
Me acomodaré al duro jergón.
Ya nada guardo en la arqueta del tetramorfos.
Me marcharé a los edificios de importancia secundaría.
Moriré devorado en el estanque de carpas cainitas.

Amenazadoras estalagmitas

Será póstuma y sin dolor tu justicia.
La lentitud de los falibles.
Dios no es un inductor, el hombre decide unilateralmente ultrajar las leyes.
Destruyéndote, me destruyo a mi mismo.
Indefinible gruta de amenazadoras estalagmitas, tropezar es morir.
Ambages de mano siniestra en la biblia para iletrados.
A tiempo en el fragor del robledal.
No cursaré más bajas.
Sin nada a la vista, es litigio de necios.
¿Sois felices.?
Si es así, quien lo diría.

Sal

Historias de tropiezos.
Regaré con sal el camino. 
Y nadie sabrá que ya no lo transito.
Sobre lo yermo no crece hierba. 
No me duele tu muerte.
Me duele que estés vivo.
Al enemigo sal.
Y ni una gota de agua.