jueves, 8 de agosto de 2013

Menos del mal bicho

Rodeado de fusca, de deshechos de humanos.
Sitiado en mi celda amplia.
Mirador hacia las pocilgas de los netos, de los rasos, de los mondos, de los sin nada.
Fácil es mantener el orden de tanta ausencia.
Rodeado de ausencia de alma.
Rodeado de ausencia de pureza, de empatía hacia el animal, hacia el hermano.
Sitiado por los odiadores de palomas, de gorriones, de mirlos, de grajos, de hormigas, de polillas nocturnas que cegadas por la luz, mueren en los netos porches del enemigo.
Como podéis albergar tanto odio hacia la creación de Dios.
Yo a ningún ser vivo detesto, por encima de ninguno estoy, y más que ninguno de ellos soy..
Soy hermano del mirlo, del burro, del alacrán, de la hormiga, del cuervo, del perro, de todo bicho viviente, menos del mal bicho, que detesta y desdeña la belleza de la creación de Dios.

El de la casa rara

Ningún origen humilde es indigno.
Solo es indigno desdibujar orígenes.
Solo es indigna la recreación de nuestro origen.
Estanquera venida a más que cuesta arriba se te hace el asenso social.
Presuntuoso salón de baratijas.
Miradores hacia las propiedades de otros.
Angosto horizonte.
Propiedad de lañadas servidumbres.
Que vulgar es odiar a los animales siendo tu un ANIMAL.
Desdibujas tu origen en la balconada que mira a mi patio, a mis bignonias, a mis jazmines, a mis limoneros, higueras, naranjos y zarzales.
Tengo, tengo, tengo, tengo casi nada, y lo que tengo linda con el de la casa RARA................

miércoles, 7 de agosto de 2013

A manos llenas

Comités para cometer delitos.
Recaudadores de tributos.
Ladrones de lo publico.
Dilapidadores del sudor del pueblo.
Saqueadores en el vórtice de vuestros contubernios de intereses.
A vosotros mismos os servís.
Ávidos de ganancias.
Rateros de carbón.
Usáis el bastón de mando no para regir el bienestar común, sino para pastorear vuestras ovejas en la cañada real.
Lañadores del monte publico.
Trasquiladores de las ovejas del pueblo.
Hace frió en el periodo en el que al mando estáis.
¿A quien servís?
Zafios dignatarios del hurto a manos llenas.
Con el hambre que provocas vuestras despensas para cuando perdáis llenáis.

Polvareda plebeya

Alejados de mi.
Pero tan dentro de mi.
Fuerte en la forzada soledad, en el asedio.
Solo ante las fabricadoras de bulos.
Solo en la inextricable maraña de vulgaridad.
Solo con las generadoras de cascotes.
Solo con las suntuosas masas de tocino oscuro.
Solo y en mansedumbre hasta el día del juicio final.
Solo y espoloneado por la polvareda plebeya de infamias.

Tiara de brillantes de cólera

Corona de punzantes espinas y embustes.
Tiara de brillantes de cólera.
Me desnorta la corona del daño.
Me desnorta desfilar entre los niños con las bocas sucias que ladran.
Estremecido ante el corpulento monstruo de siete malvadas cabezas.
Si zorras son las hijas más zorra el la vieja pelleja de la madre alcahueta y partera de infundios, esparcidora de cizaña.
Escucho las risas atropelladas bajo los retumbantes y tóxicos tejados de uralita.
Guarida de ratas, alacranes y cucarachas que campan anchos en el viciado humedal.
Me enerva el desamparo ante la horda del escay y los falsos y herrumbrosos tous.
Ladran a mis puertas las que Satan bautizo con el agua de fregar letrinas, con los vómitos de los progenitores borrachos, con los fluidos mal olientes del lupanar donde nacieron.
Duermen las alimañas con la cama pegada a la ventana para mañana temprano ya poder rajar.
Vigías de farolas y de santorrostros que cuando os atisban se espantan.
Pensamientos de plomo que enturbian el aire en este túnel tan angosto.

martes, 6 de agosto de 2013

Caos de Dios

Es imposible desordenar el desorden.
Porque solo Dios sabe desordenar el orden del desorden.
Divino caos.
Caos de Dios.

Casas oscuras de frite y grasa

A prueba de rateros está hecho el brillo.
A quien Dios de brillo priva, que se deje de intentar brillo robar.
Vuestra orondidad solo sirve para taponar el acceso de la luz.
Y sin luz del sol, vivís y morís en casas oscuras de frite y grasa.
Sois aceites de perdición. 
No solo os es inaccesible el brillo, si no que nunca alcanzareis la inhurtable belleza, ni la clara verdad, ni la laboriosa inteligencia.
Solo sois ladronas de frites, morcillas y calderetas.

La envidia es dolor

Sin cimentación crece la vacuidad.
Como un frágil e inestable castillo de naipes.
Con brasas de amor me cauteriza el amigo las puñaladas del zafio.
Dolor en mis carnes magras.
Dolor es la envidia que siente el tocino.

Achocadas sardinas

Aire saturado de aroma a tocino.
Desplaza con la grácil torpeza de mariquita oronda el aire la sarasa torchera. 
Desfila erguida la joven manteca.
Desfila en círculos de aspavientos. 
Desfila entre el ruido de las vocingleras soeces.
Torpe corte de ahuyentadoras de bellos pájaros.
Fulanonas de rancios aromas con posos agrios de achocadas sardinas.
Fanfarria de calumnias peregrinas que como falsa clave en ningún arco triunfal encajan.
Construcciones de pacotilla para el lucimiento de mondongas y morcillas.

lunes, 5 de agosto de 2013

Enquistado en la fronda

Rezo por el día bendito.
Tras la penosa peregrinación.
Camino angosto de privaciones.
Privado de mis ángeles.
De sus sonoras caricias.
Música que me han arrebatado.
Música que me han sustituido por la martirizante berrea de las vulgares zafias.
Sin ningún trato con el enemigo.
Enquistado en la fronda.
Agriado, debilitado, enfermo de soledad.
Me zarandea la extraña razón.
Me zarandea en el precipicio de la sin razón.
En este envilecimiento general.

Taludes de maldad

Despertar gris en un día de rabioso sol..
Despierto encajonado entre taludes de maldad.
Solo me puedo zambullir en mi lujuriante fronda.
Allí me encuentro solo con Dios.
Y en el entorno la tortura de los flancos pelados que arrasa la guerra.

Cielos rasos de miseria

Amigas del paredón.
Amigas de los fusilamientos.
De los escarnios en plaza publica.
No tenéis ni altura, ni altura de miras.
Sois bolas de grasa encaramadas en coturnos.
Solo tenéis la zafia fuerza de lo terreno.
Apegos de plomo.
Sois acuciante angustia vital, para los que por azar al lado del vuestro hicieron su nido.
Alimañas mal olientes y nauseabundas.
Asfixiantes cielos rasos de miseria, bajo los que voláis raso, muy raso. En las alcobas que urdís infamias.
En las corroblas en las que planeáis envenenar blancas palomas.

Les retorcería el cuello

Mastico lentamente.
Sin apetito.
Los proferidos daños.
No los puedo digerir.
Los siento enteros.
Los siento ponzoñosos.
Mi estomago ni los asimila, ni los digiere.
Con la maniobra clásica de un palomero.
Les retorcería el cuello.

domingo, 4 de agosto de 2013

Reinas autocoronadas con coronas de plástico

Anemizado por las orondas garrapatas.
Confabuladoras de acuerdos tácitos.
Embusteras sin peana.
Zafias achatadas por el peso de los fardos de mentiras que portan.
Tarascones de maldad.
Arrecife de naufragios.
Jadeadoras de pacotilla.
Reinas con coronas de plástico.
Ácido estiércol que quema rosaledas.
Vida de infortunio que a los afortunados hacéis pagar.
Nada brilláis y nunca nada brillareis.

Regurgitar

Las escaleras al desván, tiniebla absoluta.
Cañoneo para provocar vigilia.
Y en la aturdidora vigilia zarpar al norte.
Con las arrugas del sufrimiento.
Sin enmudecer, más macerando lo que regurgito.
Para impedir que crezca la sombra.
Piedad con la negligencia.
Sin piedad con el prevaricador.
Fetichistas que asesináis dioses, a que cielo creéis que vais a ir.