martes, 19 de noviembre de 2013

Los mergos

Acuden los mergos al pantano.
Se lanzan ansiosos a pillar tus alhajas.
Carroñeros de cuerpos que flotan sin vida. 
Amigos de velatorio.
Plañideras de las primeras filas.
Protas de portadas y de elogios de obituario.
Cuervos diestros en pescar en los estanques en los que esta prohibido perturbar el descanso de los muertos.
Amigos de la última hora.
Del festín de la herencia.
Amigos generosos en los instante que ya nada vas a pedir.
Rapiña de merodeadores de pantanos.

Tus zapatos de colores

Qué harán con tus alhajas.
Con tus cristales romos.
Con tus caracolas portuguesas.
Con tus enredos de plata y plomo.
Con tus bizarras piedras.
Con todos tus tesoros.
Qué harán con tus plumas.
Con tus engarces.
Con tus sortijas.
Con tus sombreros.
Con tus guantes.
Con tus zapatos de colores.
Con tus bolsos de tachuelas.
Qué harán o qué quieres tu hacer. 
Los quieres lucir en el fondo de las aguas frías.
En las fiestas que harás con los tritones en el pantano.
¿Qué harán en el cielo con todos tus dones.?

Alfileres

Clavan las perdidas en mi corazón alfileres.
Adioses que saben amargos.
Partidas que saben a muerte.
Piedras que van cayendo del muro.
Muro por el que se cuela ya el aire.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Tropiezo mortal

Hay formas legales de matar.
Anular y empujar al suicidio es una de ellas.
Ella tropezó mortalmente el día que te conoció.

Un rió violento llamado amor

Se ahogo en un río llamado amor.
Amor ingratamente correspondido.
Amor de escarnios e insultos.
De vejaciones y celos.
Amor insufrible que te termina ahogando.

Amanece y aun no has aparecido.

Amanece y aun no has aparecido.
Se diluyen los damnificados por la vida.
Desaparecidos por amor.
Amores inconvenientes.
Amores tragos amargos que envenenan días y días.
Si solo fuera un aviso, una rabieta.
Pataleta de insatisfacción.
No has llamado para contarnos tu sufrir.
Sola en el limbo de las angustias, espinosas raíces  de árboles de perenne sombra.
Borrasca de miedos e inseguridades, susurradas al oído por el mal amado, por el necio cruel que te ha quitado la vida.

Manos invisibles que estrangulan

La presión de una atmósfera hostil.
Irrespirable, llena de manos invisibles que estrangulan.
Manos que no dejan marcas.
Marcas de violencia.
Palabras de cólera que hunden veleros.
Palabras que matan  con alevosía y nocturnidad.
Palabras dagas de falso amor. 

En el cenit

Marcharse en el cenit.
Sin esperar al declive.
Con la euforia de la dura escalada.
y previendo el descenso.
Huir siendo joven, de forma voluntaria.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Cocineras de corazones

Abundan las vulgares cocineras de corazones de ángeles.
Con guarnición de mentiras.
Festín de arpías.
Terror de ángeles.

Saqueadoras de cajones

Buscando una atmósfera que nunca tendréis.
Saqueáis cajones.
Cajones de muertos.
Gloriar de partidas.
Rapiña de carroña.
Quien pudo confiar en que velaríais los últimos segundo.
Quien en la ceguera de la necesidad ni vio vuestra rijosidad.
Damas apostólicas, asalta panteones.
Estúpidas que rompéis con la algarada de hacer botín el momento intimo del transito.
Sois tierras baldías.
Tierras de nimiedad.
Tierras donde escondéis y no dan frutos los tesoros del hurto.

Aun pasada la llave

Con los nervios deshechos.
Con palpitaciones.
Aun pasada la llave.
Para las calumnias no hay nada más sencillo que infectar las habitaciones.

Imaginarias en los balcones

Abismos de zarzales.
De urticante maleza.
De traspiés y tropiezos.
Círculos de gallinazos y quebrantahuesos.
Esperáis caídas sin cireneo.
Ladronas de brillo.
Aun sabedoras que ese brillo no os luce.
Airadas comadres que hacen imaginaria el sus terribles balcones.


Rumiáis maldades

Bestias conúpetas de profundos papos.
Donde cae una piedra y no hace ruido.
Mucha panza.
Poca redecilla.
Poco libro.
Mucho cuajar.
Rumiáis maldades.
Devoráis flores. 

El ingenuo

El nunca daría la vida por ti.
Que ingenua es la bondad.
Y que de palos recibe.
La entrega del ingenuo no es la entrega del tonto.
Pero para el listo es igual.

Presas del frescor

Joven de cabello ensortijado.
Que estas lleno de dobleces.
Atrae tanto la juventud.
Que tu victima no las quiere ver.
Presas del frescor.
De los prados verdes.