Si quieres que agradezcan tus caricias, véndeselas al mejor postor.
Solo agradece caricias el comprador de caricias.
No se obedece al amor.
Solo se obedece al temor.
Los peces son ángeles en el inmenso cielo de sal.
Buscaré mi salario en el mar.
Venderé mis caricias a las olas de sol.
Viviré saciado en los bosques de coral.
miércoles, 11 de junio de 2014
martes, 10 de junio de 2014
Aria maldita
Morir a las puertas del anhelado deseo.
Carrera de cunetas y precipicios mortales.
Rozándolo, acariciándolo, casi alcanzándolo.
Esfuerzo máximo que se hace mínimo.
Mínima distancia que se hace máxima.
Se hace todo tan nimio.
Se hace todo tan lento.
En el adiós en el que desgranamos el cacareo.
Corrobla de última hora.
Aria maldita de loros ociosos.
Les pesa tanto el luto que ya no vuelan.
Les pesa tanto el plomo que no gravitan.
Les ata tanto la miseria que no despegan.
Quizás mi amor respire mis cenizas y pueda yo así acariciar sus entrañas.
Carrera de cunetas y precipicios mortales.
Rozándolo, acariciándolo, casi alcanzándolo.
Esfuerzo máximo que se hace mínimo.
Mínima distancia que se hace máxima.
Se hace todo tan nimio.
Se hace todo tan lento.
En el adiós en el que desgranamos el cacareo.
Corrobla de última hora.
Aria maldita de loros ociosos.
Les pesa tanto el luto que ya no vuelan.
Les pesa tanto el plomo que no gravitan.
Les ata tanto la miseria que no despegan.
Quizás mi amor respire mis cenizas y pueda yo así acariciar sus entrañas.
Peces vulgares
Estanque repletos de peces vulgares.
Irisadas pompas con destellos de segundos.
Cerezas picoteadas que solo sirven para ser maceradas en fuertes alcoholes.
Dipsomanía salvífica que con su atolondramiento nos permite gravitar.
Gravitar para sobrevivir.
El ansia de las manos llenas
Busco las palabras precisas tras empaparme de tu sabor.
Borracho con la luz de tu nimbo.
Cegado en la suavidad de tu piel.
Como pedir más cuando tengo tanto.
Manos llenas que quieren de ti mucho más.
Tras el primer beso, se persiguen mil más.
Borracho con la luz de tu nimbo.
Cegado en la suavidad de tu piel.
Como pedir más cuando tengo tanto.
Manos llenas que quieren de ti mucho más.
Tras el primer beso, se persiguen mil más.
Álter ego
Es la cúspide una picota.
Diana fácil para los dardos de la ira.
Como protegerse del frío de las nieves perpetuas.
El ascenso es la búsqueda de la soledad.
El ascenso impone la creación del álter ego.
Busco con quien hablar, hablo conmigo mismo.
Diana fácil para los dardos de la ira.
Como protegerse del frío de las nieves perpetuas.
El ascenso es la búsqueda de la soledad.
El ascenso impone la creación del álter ego.
Busco con quien hablar, hablo conmigo mismo.
domingo, 8 de junio de 2014
Besar la sangre del caido
Contrarrestar catástrofes.
Pero con la mano firme.
Con la mano recia.
Con la mano que protege al desarmado.
Amor que con caricias intentas aplacar la revuelta.
Amor que intentas frenar la bala con un beso.
Besas la sangre del caído y tu rojo beso es rechazado con desprecio.
Perdonando muertes no se gana nada.
Ganando los altares uno no asegura nada.
Santos de iglesias en llamas.
Santos de ciudades en llamas.
Incendios propagados en la rendición.
Con hierro se combate en la campa.
Solo la sangre borra la sangre.
Solo el ojo por ojo calma la ira.
Y aunque mi Dios no lo aprueba.
Sé que mi Dios perdonará que mate a hierro al que a hierro a mi hermano mato.
Pero con la mano firme.
Con la mano recia.
Con la mano que protege al desarmado.
Amor que con caricias intentas aplacar la revuelta.
Amor que intentas frenar la bala con un beso.
Besas la sangre del caído y tu rojo beso es rechazado con desprecio.
Perdonando muertes no se gana nada.
Ganando los altares uno no asegura nada.
Santos de iglesias en llamas.
Santos de ciudades en llamas.
Incendios propagados en la rendición.
Con hierro se combate en la campa.
Solo la sangre borra la sangre.
Solo el ojo por ojo calma la ira.
Y aunque mi Dios no lo aprueba.
Sé que mi Dios perdonará que mate a hierro al que a hierro a mi hermano mato.
Jinetes y corceles
Amores para anexionar reinos.
La vida no es un siempre brillante.
Amores que se dan la mano.
Poder que todos los caminos transitas.
Amores pactados.
Infantes para ascender.
Amores sin amor.
Bodas de jinetes y corceles para ganar laureles.
Amores nada dulces que nacen amargados.
La vida no es un siempre brillante.
Amores que se dan la mano.
Poder que todos los caminos transitas.
Amores pactados.
Infantes para ascender.
Amores sin amor.
Bodas de jinetes y corceles para ganar laureles.
Amores nada dulces que nacen amargados.
Yo ya solo busco este amor
Amores serenos que han perdido la inocencia pero han ganado sabiduría.
Amores de lago tranquilo e interior.
Amores sin bravura.
Amores que se lamen el uno al otro las llagas del primer amor.
Amores de lago tranquilo e interior.
Amores sin bravura.
Amores que se lamen el uno al otro las llagas del primer amor.
La mano del voraz
Al caer de las crestas de las olas nos engulle el mar.
Somos gominolas sin nombre que a puñados se lleva a la boca el gigante.
No existimos para el universo.
Casi nada contamos para la bestia.
Uno arriba, uno abajo que más da.
Todos los días nos roza la corniveleta.
Todos los días la mano del voraz pasa a nuestro lado.
Protegidos en el número como banco de sardinas.
Protegidos por un sino que se nos escapa y queremos abarcar.
No hay orden en el caos de las olas de la inmensa mar.
Somos gominolas sin nombre que a puñados se lleva a la boca el gigante.
No existimos para el universo.
Casi nada contamos para la bestia.
Uno arriba, uno abajo que más da.
Todos los días nos roza la corniveleta.
Todos los días la mano del voraz pasa a nuestro lado.
Protegidos en el número como banco de sardinas.
Protegidos por un sino que se nos escapa y queremos abarcar.
No hay orden en el caos de las olas de la inmensa mar.
Se perdieron mis lagrimas en la tinta
Que no daría yo por desandar un segundo.
E impedir que se oscurezca el firmamento.
Que no haría yo por retenerte.
Y dejar de llorar en el bosque de los crisantemos.
Que de cosas no hice y ahora haría.
Que de besos que no te di ahora con ellos te colmaría.
Se derramo el café sobre mis palabras.
Se hicieron un borrón todos mis deseos.
Se perdieron mis lagrimas entre la tinta y el amargo y negro sustento.
Se marcharon el cobalto, el cadmio y el magenta. .
Cuando tu cerraste la puerta del cruel borrón que había sido nuestro pasado.
E impedir que se oscurezca el firmamento.
Que no haría yo por retenerte.
Y dejar de llorar en el bosque de los crisantemos.
Que de cosas no hice y ahora haría.
Que de besos que no te di ahora con ellos te colmaría.
Se derramo el café sobre mis palabras.
Se hicieron un borrón todos mis deseos.
Se perdieron mis lagrimas entre la tinta y el amargo y negro sustento.
Se marcharon el cobalto, el cadmio y el magenta. .
Cuando tu cerraste la puerta del cruel borrón que había sido nuestro pasado.
sábado, 7 de junio de 2014
Amor, ceguera, ansia
Si no nos asomamos al abismo, como vamos a saber la bestia que en el habita.
Al borde de los precipicios, pero sin caer.
Nada pierde el célibe o quizás mucho encuentra.
Amor ceguera, ansia.
Amor dolor, entrega.
Si extirpo la tentación, jamás sufriré.
Me he asomado al precipicio y he decidido que no quiero amar.
Al borde de los precipicios, pero sin caer.
Nada pierde el célibe o quizás mucho encuentra.
Amor ceguera, ansia.
Amor dolor, entrega.
Si extirpo la tentación, jamás sufriré.
Me he asomado al precipicio y he decidido que no quiero amar.
En cualquier sitio nacen las flores
No sabe la flor que nace en un entorno paleto.
No sabe la rosa que nace en un entorno pacato.
Nacen las azucenas en un ambiente inculto.
Divina floración que nada mira.
Divinas flores que nada ven.
Y nacen y florecen en las cunetas.
Y nacen y renacen en los pudrideros.
Y dan color y aroma a los eriales de belleza.
Y dan glamour a los bajos fondos.
Y dan luz a la triste miseria.
Jardines de infortunio.
Jardines donde pastan y hozan las bestias.
No saben las flores que las envidia el Rey David.
No sabe la rosa que nace en un entorno pacato.
Nacen las azucenas en un ambiente inculto.
Divina floración que nada mira.
Divinas flores que nada ven.
Y nacen y florecen en las cunetas.
Y nacen y renacen en los pudrideros.
Y dan color y aroma a los eriales de belleza.
Y dan glamour a los bajos fondos.
Y dan luz a la triste miseria.
Jardines de infortunio.
Jardines donde pastan y hozan las bestias.
No saben las flores que las envidia el Rey David.
El sueño es media vida
Es un avispero el incendiario progreso.
Se asolanan los amantes del sol.
Raros avatares de temerarios.
En los valles sinuosos persigo centauros.
Me guió en la ceguera de luz por los remansos de la alagada sombra.
Salvíficas chimeneas de hadas.
Nada está escrito.
Y mi futuro lo escriben mis visionarias manos.
Lo que imaginas es real.
El sueño es media vida.
Y la vida que no es real.
Es la vida en la que no sueño.
Se asolanan los amantes del sol.
Raros avatares de temerarios.
En los valles sinuosos persigo centauros.
Me guió en la ceguera de luz por los remansos de la alagada sombra.
Salvíficas chimeneas de hadas.
Nada está escrito.
Y mi futuro lo escriben mis visionarias manos.
Lo que imaginas es real.
El sueño es media vida.
Y la vida que no es real.
Es la vida en la que no sueño.
Que no daría yo, porque no te hubieras ido
Calma empalagosa que sucede a las tormentas.
Embeleso en el ayer.
Efímera pirotecnia.
Somos brillo y lozanía hasta que en uno de los saltos al vació.
Perdemos el abrazo alado de nuestro ángel.
Peso muerto.
Imperio perdido.
Tiempo finito que ligero en el aire se ha ido.
Caprichos inimaginables.
Imaginación caprichosa.
Que se niega a perder lo que ya está perdido.
Embeleso en el ayer.
Efímera pirotecnia.
Somos brillo y lozanía hasta que en uno de los saltos al vació.
Perdemos el abrazo alado de nuestro ángel.
Peso muerto.
Imperio perdido.
Tiempo finito que ligero en el aire se ha ido.
Caprichos inimaginables.
Imaginación caprichosa.
Que se niega a perder lo que ya está perdido.
viernes, 6 de junio de 2014
Presente marchito
¿Qué me traes aquí?
¿Qué me ofreces?
¿Qué me ofrendas?
Son las flores desordenadas, como las palabras desordenadas.
Palabras desordenadas que nada dicen o comunican desorden.
No entiendo la afrenta de tus flores de escarnio.
Presente robado a un muerto.
Presente marchito.
Presente de muerte, para comprar sexo de amor ausente.
¿Qué me ofreces?
¿Qué me ofrendas?
Son las flores desordenadas, como las palabras desordenadas.
Palabras desordenadas que nada dicen o comunican desorden.
No entiendo la afrenta de tus flores de escarnio.
Presente robado a un muerto.
Presente marchito.
Presente de muerte, para comprar sexo de amor ausente.
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