miércoles, 9 de julio de 2014

Es el camino menos recto el que busca la luz

No hay camino con más sombras que el camino de la luz.
Negrura de cunetas de espantados.
De pillados infraganti.
De viciosos agolpados que provocan meandros.
De manos de teatro.
De amores teatrales.
De castillos de postín construidos sobre cementerios.
Altos muros de cegadora cal para tapar bosques de calumnias.
Urdidas y entrelazadas flores espinosas que conforman impenetrables setos. 
Es el camino menos recto el que busca la luz.

En plena noche ha salido el sol

En plena noche he arañado el sol.
Sol con olor a resina y mansedumbre.
Sol nimbado de potencias de plata.
Sol de ecuador.
Sol curtido en la guerra.
Soldado herido que buscaba un hombro.
Sol esquivo al roce y la zalamería.
Sol sediento de besos.
Sed domada a fuerza de pasar sed.
Hombre de luna moreno de tanto sol.

martes, 8 de julio de 2014

De forma caduca complazco

Mi belleza siempre es discutida.
Mi estética, es una estética de borde.
Es una estética que nada contra corriente y se zambulle en aguas prohibidas.
Así aprecio yo la belleza, en el drama y en el bando de las airadas sombras.
Es libérrimo mi estilo y de forma caduca complace.
Hoy soy hidalgo de sangre azul, mañana fulana de violentos colores.

Manos expertas en envenenar

Son muchas las manos que solo manosean por interés.
Son muchas las manos que solo se acercan para envenenar.
Manos expertas en venenos.
Manos prestas a envenenar.
Caricias venenosas.
Humo toxico que con su adicción envenena. 

A la luz del infortunio

Se revisa la belleza bajo la luz del infortunio.
Todo está en crisis, todo está critico.
Planean sobre los bellos cuerpos las sombras de las malditas propuestas.
Vendedores de humo y tizne.
Cuerpos azules, manchados de azul.
Manchados por caligrafías que envejecen y se oxidan, creando un nuevo bestiario.
El bestiario del fin, del preámbulo de la desaparición, del apocalipsis.
Manzanas podridas que al lado de las más podridas rezan como sanas.
En el postrimero infortunio se revisan los cánones, los modelos, las metas y los ideales.

Detrás de todo hay un interesado

En los suburbios pesca el torticero.
En los arrabales de las palominas.
Es el pobre sin saberlo la lanza y el estribo del publicano.
No son románticas las arengas si diseccionas sus entrañas.
Todo tiene un interés, detrás de todo hay un interesado.

El corifeo de las ovejas rendidas

Todo se vulnera, se vulnera desde la cumbre y conociendo los entresijos por los que se hace gran daño.
Es estrepitoso el retorcer, cruel torsión de palabras que cimientan leyes, leyes para supeditar y rendir al llano.
Se despelleja a los corderos para dar ejemplo al rebaño.
Destellos de rubíes, que refulgen rojizos en los lomos injustamente azotados. 
Espumajeo de bocas rabiosas que se aferran con uñas y dientes a los privilegios de vergüenza. 
Palmea el corifeo de ovejas rendidas, saciadas con las sobras de las palaciegas mesas de manjares que se sirven en la cúspide.
Desgastada está la purpura de los manguitos de los gobernantes de tanto y tanto en el lodazal faenar.

El tiempo del caos

El tiempo del caos es el tiempo de la esperanza.
Es el dolor de la crisis la puerta del nuevo futuro.
El ritmo sangriento del violento oleaje traerá la victoria.
Inmolarse por el ideal es alcanzar el bello arcoíris.
Pon la mano en mi pecho y veras la urgencia por explotar por mi fe. 

lunes, 7 de julio de 2014

Apolillable oro

Cuento y recuento posesiones desmoronables.
Tesoros de azucar.
Pesadumbre entre tanto apolillable oro.
Por más que las cuente, el leopardo tiene las mismas manchas.
Por más que me pese, seré por siempre un codicioso avaro.

Las bronceadas mentiras

Los bellos cuerpos se compran con sal.
Es el salario de las caricias al sol.
Tienen buena letra la infieles promesas de verano.
Es el bronceado disfraz de las mentiras.


Nada espero

Nada tengo que sembrar porque nada espero recoger.
Es síndrome de ermitaño, de soledad elegida.
Soledad que nada reclama, nada guarda y nada pide. 
He preferido ser un muñón, un tronco desechado y sin afectos.
Sin vampiros seres que solo saber exigir y nada dar y entender.
Sin tesoros se es más libre.
Sin familia el futuro es una infinita soledad libérrima.

Actos de fe

El hacedor está fuera del tiempo.
Está en los margenes del infierno de las estrellas rojas.
En los castillos de la parcela intocable.
Más allá del inmenso limbo.
Abarcamos tampoco, que tenemos que imaginar para poder abarcar y dormir.
Es tan pequeña nuestra parcela visible.
Es una mota de polvo en la insondable enormidad.
Es un acto de fe creer lo que ocurre y existe una vez cerrados los ojos.

domingo, 6 de julio de 2014

Un atajo para no envejecer viajando

Los callos de mis pies me permiten soportar las largas jornadas.
Soportar y sentir el alma del suelo.
Y sentir dureza contra dureza.
Polvo de firmamento.
Polvo de futuro imprevisible pero calculable.
Polvo de muerte.
Argamasa de oro y mica.
Hilos invisibles.
Esqueleto interior.
Busco en la tranquilidad la grandeza.
Hago del sayo mi capa.
Nada es desierto, solo es arena saturada de vida imperceptible.
Es un atajo para no envejecer viajando.
Oráculos escritos en lo que no vemos.
Persiste la esencia donde ya solo hay ausencia.
Soledad, fértil mantillo donde crecen mis proyectos.

Para poder soñar

No hay arte para el hambriento.
De nada vale el circo, si primero no se reparte pan.
Si quieres que disfrute del brillo sacia primero mi estomago.
El estomago saciado duerme.
Y quien duerme puede soñar.

El cimiento de la moral es el pan

Lo trascendente también agota vigencia.
Uno no se alimenta solo con un bello horizonte.
No desmonta el hambre la palabra.
La fuerza nace del pan.
Pan de hoy, no promesa postergada de pan.
Se construye la moral saciando el instinto.
Porque todos sabemos que hay instintos que no se pueden sublimar.
Hambre y sed de salvación.
Pero primero hambre y sed, de vino y pan.
La consecución del sustento justifica cualquier camino.