domingo, 27 de julio de 2014

Certero impacto

Suprema sabiduría, aléjame de donde habita la miseria.
Aléjame de donde vive el miserable.
Doy gracias al impacto que ha hecho virar mi trayectoria.
Designios inescrutables, designios sopesados y con un certero fin.

Amor posesivo esposo

Viven tan cerca, que a veces incluso los amamos.
Crímenes de la mano amiga.
Crímenes de las manos del amante.
Mi cuerpo en sus manos.
MI SANGRE MANCHA SUS MANOS.

Las parcelaciones

Adorador del perímetro.
Del amuramiento de mi alma.
Discípulo de las altas tapias.
Fraile encerrón. 
Cangrejo ermitaño.
Todo tiene un fin y es importante marcarlo.
Parcelo colores.
Remarco heridas.

Lloraré por la leche derramada

Sin saciedad fenecen mis interrogantes.
El valor y el placer de sentirse morir.
Hijos del limo.
Hijos de la orilla.
Hijos del recodo.
Diáfanos designios para el que nada se cuestiona.
Árbol de pudorosos frutos de hastío.
Ambrosía de la putrefacción.
Es mi gusto por el envolvente halo de la muerte.
Vivo con el placer de morir un poco cada día.
Soy un legionario del fin.
Un legionario de la casa de los velorios.
De la cera perdida, derramada, irrecuperable.
Apóstol de la trasmutación.
Leche derramada sobre la que es necesario llorar.

La roña

Soy una esponja de aseo.
Retiro de tu cuerpo la roña.
Y con tu inmundicia construyo tesoros.
Ciclos de redención.
Ciclos de purgación.
Ciclos terapéuticos.
Sino de febril acarreo.
Las palabras de tus sueños.
La queja constante.
Tu hambre.
Tu calor.
Tu cansancio.
Soy un torrente que se nutre de tu desagüe.

De talento y talante

El talento es expansivo.
Nunca lo podrás esconder.
Nunca lo podrás parar.
Nunca te podrás de él zafar.
El talento no es de indolentes.
No hay talento con ese talante.

sábado, 26 de julio de 2014

Asco

Asco por los vicios.
Por los vicios de la queja.
Por el insufrible vicio de quejarse.
En rededor todo es náusea.
Ciegos que de los algodones se quejan.
Si estuvierais en la atroz intemperie, si podríais y con razón quejaros.

Bocas serones de estiércol

Bocas serones de estiércol que dejáis las puertas abiertas.
Bocas llenas de estiércol que me forzáis a desvestirme entre frías corrientes.
Es la confianza la que permite la distancia.
Es la confianza la que hace que mis amigos estén lejos.
Es la desconfianza la que hace que me rodee tanto rencor de envidiosos alabarderos.
Desnudo y sin mancha, solo tienen maculas de estiércol mis vestidos.

¿Dónde estás AMOR?

 A mi lado no es lo mismo que estar conmigo.
Porque a mi lado también están mis enemigos.

En tu lugar

Para saber lo que sientes.
No solo me pondré en tu lugar.
Sentiré por ti.

Tálamo concurrido y vacío

Los vagos rostros.
Los rostros que diluye la nostalgia.
Semblanzas de un indescifrable ayer.
Lo que ha sido y lo que he soñado que fue.
Concurrido mundo de confluencias.
Salón de transito.
Cámara de ingreso al tálamo de ausencias.

Amantes silenciosos

Amantes silenciosos.
Me aman en silencio.
Silencio que pocos placeres reporta.
Silencio que en la soledad ahoga.
Me desespera el silencio, del que silente me ama.
Del que silente me mata.
Del que silente me teme.
No muerde el amor, muerde el temor.
Amante silente que teme el fracaso.
Es un fracaso no plantar contienda.
Es una contienda vivir en el fracaso.
Grita lo que quieres, porque del que grita es el mundo.
Y no se tiene en el corazón una llama, para tenerla tapada.

Fiestas de la carne

Siempre existirán payasos porque es imprescindible el circo.
Solo nos eleva sentir que muchos están por debajo.
Estatus de conmiseración.
Estatus de miserables.
Carne de cañón de las bacanales de la cumbre de oro.
Fiestas de la carne donde se desmembran tiernos corderos.
Si ellos tienen necesidad, creará el mercado el producto.
Es la demanda la que crea monstruos.
Es el pueblo el que demanda circo.

Tenemos la obligación de ser mediocres

Como puedes sentir amor, si sin fisuras al pueblo que quieres salvar lo llamas mediocre.
Son los que compiten por las primeras filas los enemigos peores.
Embaucadores travestidos de mediocridad que en la chanza te hablan llano.
Lenguaje de obligada zafiedad, para rendir al zafio.
Rendirlo y someterlo pero jamás redimirlo.
Porque el redimido piensa y el ser pensante y elevado ninguna pleitesía debe y solo jura vasallaje al altísimo.
Niebla para ocultar cumbres y hacer del montículo, la cúspide de la forzada cárcel donde vive el mediocre pueblo de llano.
Por sus lagunas les conoceréis.

Los marginados son los demás

Los marginados son los demás.
El que rechaza se margina, como la mano que compite con su mano hermana.
Como el necio que discrimina a su reflejo.
Son pesares de herrumbre que hacen chirriar los goznes.
Ojos vagos que no ven que lo que denostan ellos lo poseen.
El marginado es sensible, pero es la sensibilidad un techado protector.
El marginado da todo lo que pasa por sus manos.
De ese modo el aborregado insulto a ti vuelve.
No margines al que vive en el cielo rodeado de ángeles.
Porque es el único que sin rencor estrecharía tu mano en el lecho de tu muerte.
No duermas tranquilo en tu bando porque marginar es solo empezar.
Y entre tu troupe tu también estás en algún compartimento de marginalidad.
Los lobos si no tienen corderos entre ellos se despellejan.