Cuando no hay viento nada hondea.
Hagamos que no haya viento.
Hagamos que enmudezcan las banderas de discordia.
Solo existe lo que se le da existencia.
Solo insiste el que ve que se le abre la puerta.
jueves, 25 de septiembre de 2014
Solo y a solas
Sorbo el café para despertarme y salir ala calle a saciarme de ruido.
No perseguiré conversaciones, solo algarabía y estrépito.
Demasiadas horas solo y a solas.
Para apreciar el silencio hay que empaparse de ruido.
No perseguiré conversaciones, solo algarabía y estrépito.
Demasiadas horas solo y a solas.
Para apreciar el silencio hay que empaparse de ruido.
Don dinero
Detrás del dinero no esta la felicidad.
El que persigue la felicidad no acumula dinero.
Con los medios precisos.
Pero sin hacer del medio un fin.
La belleza es estrella de la mañana.
Es luz de conciencia tranquila.
Tiene el día horas para trabajar para vivir.
Y horas para vivir sin trabajar.
Que tu hacienda no le quite horas al sueño.
Que tu hacienda no te quite horas de felicidad.
El que persigue la felicidad no acumula dinero.
Con los medios precisos.
Pero sin hacer del medio un fin.
La belleza es estrella de la mañana.
Es luz de conciencia tranquila.
Tiene el día horas para trabajar para vivir.
Y horas para vivir sin trabajar.
Que tu hacienda no le quite horas al sueño.
Que tu hacienda no te quite horas de felicidad.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Seres de hielo
Es la confianza una esencia que en los principios entregamos a cualquiera.
Es la decepción una respuesta a la derrochada confianza.
Hoy muchos llaman a mi puerta, pero en el interior de mi casa casi ninguno entra.
Ya no doy calor a las alimañas.
Porque son seres de hielo que dejan fría mi alma.
Es la decepción una respuesta a la derrochada confianza.
Hoy muchos llaman a mi puerta, pero en el interior de mi casa casi ninguno entra.
Ya no doy calor a las alimañas.
Porque son seres de hielo que dejan fría mi alma.
martes, 23 de septiembre de 2014
Las cenizas del Condado
La llama es el chantaje, el viento la cesión.
En las berrendas palabras de amenaza crepita el odio.
Luminiscencias de fiera combustión.
Como conceder al que amenaza.
Como rendirse sus demandas.
Si en esa pira todo fenecerá.
El fuego solo genera cenizas.
Y en los Condados, el fuego solo eso generará.
En las berrendas palabras de amenaza crepita el odio.
Luminiscencias de fiera combustión.
Como conceder al que amenaza.
Como rendirse sus demandas.
Si en esa pira todo fenecerá.
El fuego solo genera cenizas.
Y en los Condados, el fuego solo eso generará.
El confort del egoísmo no da la felicidad
El que nunca duerme.
El trastornado de la perenne vigilia.
El que no puede desenredar lo enredado.
El que persigue los idealizados brillos pretéritos.
A sabiendas de que no volverán.
A las flores solo agua fresca.
Pero el otoño, aun con agua, marchita el color.
Triste es el sino de los altos ideales.
Triste es el valle de los traidores.
El valle de los intereses espurios.
El valle de la vendida ley.
Si siembras odio, solo odio recogerás.
Un mundo que no sabe rezar y no sabe mirar al cielo.
Está abocado a devorarse asimismo, en la espiral de Saturno.
Duele la ofensa
Cuando uno cambia tanto, termina por no ser reconocido.
Sin cimiento que ancle, se va a la deriva.
Ofende la deriva al bien pensante.
Duele la ofensa.
Duele la herida.
Duele la traición en el alma del cristiano.
Muere el humanismo en las siglas que mutan.
Salvar vidas es delito.
Se jalea hoy el acabar con la vulnerable vida.
Duele ver que hoy los ideales son carne picada.
Sin cimiento que ancle, se va a la deriva.
Ofende la deriva al bien pensante.
Duele la ofensa.
Duele la herida.
Duele la traición en el alma del cristiano.
Muere el humanismo en las siglas que mutan.
Salvar vidas es delito.
Se jalea hoy el acabar con la vulnerable vida.
Duele ver que hoy los ideales son carne picada.
San Lino de Volterra
San Lino de Volterra o San Lino Papa fue el sumo pontífice de la Iglesia católica entre el año 67 y el año 76.
Según las listas episcopales más antiguas de la Iglesia de Roma, Lino habría sido el primer sucesor de San Pedro, al frente de la comunidad romana, por los cual la Iglesia católica lo considera el segundo Papa de los obispos romanos.
Se engalana la plaza de la portada románica, con el color de la gente.
Color de solsticio de otoño.
Color de fiesta en la agria atmósfera de los bagazos de las viñas.
Amarillean los castaños en el ámbar premonitorio del fuego.
Y llega al atrio el olor a tierra fresca.
Rumbosa va la mayordoma cuajada de volantes, más siempre es más.
Y mucho más en los festivos de estilismos imposibles.
Pueblo diezmado en las partidas del hambre de ciudad y progreso.
En la vejez no repuesta.
En los lutos recientes.
San Lino el Grande y San Lino el chico, y su algarabía de gritos y tracas.
Pueblos de piedras más nobles que sus gentes.
Pueblo de fiesta antes de que las noches largas lleguen.
Nada está dispuesto al azar en cuestiones de impulso
Elegidos para ser amados.
Con la carga genetica precisa para el amor.
Aturdidos en la atmósfera de feromonas, creemos elegir.
Nada esta dispuesto al azar en cuestión de impulso.
Todo está calculado y reglado en la impulsividad.
Somos más humanos en tanto en cuanto, nos negamos.
Nos privamos de forma calculado de la pulsión que nace.
Seguir el derrotero marcado por el deseo es sucumbir a la ley animal.
No hay que olvidar la genetica pero domada por la moral y la ética.
El entramado del poder ya nada tiene que ver con la capacitación biológica.
Pero el deseo derriba cumbres y sustituye encumbrados.
Todo está imbricado.
Todo se puede desimbricar.
La disciplina no es innata.
La disciplina abre nuevos caminos.
La disciplina es un camino de negaciones hacia la más alta afirmación.
No somos como nacemos, somos lo que nos consentimos y nos privamos.
Somos en gran medida autoconstrucción.
Dime de que te privas y te diré quien eres.
Con la carga genetica precisa para el amor.
Aturdidos en la atmósfera de feromonas, creemos elegir.
Nada esta dispuesto al azar en cuestión de impulso.
Todo está calculado y reglado en la impulsividad.
Somos más humanos en tanto en cuanto, nos negamos.
Nos privamos de forma calculado de la pulsión que nace.
Seguir el derrotero marcado por el deseo es sucumbir a la ley animal.
No hay que olvidar la genetica pero domada por la moral y la ética.
El entramado del poder ya nada tiene que ver con la capacitación biológica.
Pero el deseo derriba cumbres y sustituye encumbrados.
Todo está imbricado.
Todo se puede desimbricar.
La disciplina no es innata.
La disciplina abre nuevos caminos.
La disciplina es un camino de negaciones hacia la más alta afirmación.
No somos como nacemos, somos lo que nos consentimos y nos privamos.
Somos en gran medida autoconstrucción.
Dime de que te privas y te diré quien eres.
lunes, 22 de septiembre de 2014
El Paraíso de Manuel Mujica Lainez
Lo difícil que es mantener en pie un paraíso.
Mantener en pie los logros.
Encontrar auspiciantes que den continuidad y riego al oasis.
No solo las bellas palabras hacen crecer los árboles.
Necesitan también nutrientes metales.
Necesitan el sostén del llamado vil metal.
Paraísos de cultura, remansos de arte.
Obreros para la mies del que con palabras nos acaricio el alma.
Mantener en pie los logros.
Encontrar auspiciantes que den continuidad y riego al oasis.
No solo las bellas palabras hacen crecer los árboles.
Necesitan también nutrientes metales.
Necesitan el sostén del llamado vil metal.
Paraísos de cultura, remansos de arte.
Obreros para la mies del que con palabras nos acaricio el alma.
He soñado con ayer
Hoy he soñado con ayer.
He soñado con el valle de las margaritas, de pétalos que solo decían que si.
He soñado con la calma que precede a la tormenta.
He soñado que como ayer soñaba entre tus brazos que me decías que si.
He soñado con el valle de las margaritas, de pétalos que solo decían que si.
He soñado con la calma que precede a la tormenta.
He soñado que como ayer soñaba entre tus brazos que me decías que si.
De extremo a extremo el sillón es mío
De extremo a extremo el sillón es mío.
Todo es mío en el triste salón de mi infortunio.
Rica estancia labrada con los años y el tesón de mis egoísmos.
Nadie me quita nada.
Nadie nada me da.
Con nadie comparto nada.
Porque es mía toda mi soledad.
Todo es mío en el triste salón de mi infortunio.
Rica estancia labrada con los años y el tesón de mis egoísmos.
Nadie me quita nada.
Nadie nada me da.
Con nadie comparto nada.
Porque es mía toda mi soledad.
Octogenarias y cadetes
Hay octogenarias que creen rendir cadetes.
Hay cadetes que embaucan octogenarias.
No desearás a los hijos de tus hijos.
No fantasearás con tus nietos.
Estar al lado de la tersura acentúa más nuestras arrugas.
Desear no es poseer.
Soñar es gratis.
Y masturbarse con lo soñado también.
Hay cadetes que embaucan octogenarias.
No desearás a los hijos de tus hijos.
No fantasearás con tus nietos.
Estar al lado de la tersura acentúa más nuestras arrugas.
Desear no es poseer.
Soñar es gratis.
Y masturbarse con lo soñado también.
sábado, 20 de septiembre de 2014
Margenes de marginalidad
Es negro el futuro del paria.
Es violente el fluir del olvidado.
Del olvidado en el gueto.
En el pudridero de vivos.
En el recinto del lodo.
Parcelas para excluir.
Para que no manche el tiznado.
Par que no manche el obligado a tiznarse.
Aprisco para lobos.
Cercado de miseria que crea miserables.
Se hereda estatus en el barrio marginal.
En las casas del arrabal.
En el terreno periférico.
Terreno malo y de malvados.
En el caserío de las letrinas.
Risco de cabras.
Llega atenuado al centro.
El chapoteo dramático de la infancia del lodo.
Es violente el fluir del olvidado.
Del olvidado en el gueto.
En el pudridero de vivos.
En el recinto del lodo.
Parcelas para excluir.
Para que no manche el tiznado.
Par que no manche el obligado a tiznarse.
Aprisco para lobos.
Cercado de miseria que crea miserables.
Se hereda estatus en el barrio marginal.
En las casas del arrabal.
En el terreno periférico.
Terreno malo y de malvados.
En el caserío de las letrinas.
Risco de cabras.
Llega atenuado al centro.
El chapoteo dramático de la infancia del lodo.
Obras son amores y no buenas razones
No somos lo que decimos ser.
Somos lo que traspira nuestra piel.
Somos el sudor de nuestros trabajos de amor.
Esos que solo se remuneran con una sonrisa y un gracias.
Somos las horas que regalamos.
Somos las noches que no dormimos pensando en como duermen otros.
Somos obras, obras de caridad.
Porque la caridad es el alimento del que traspira amor.
Darse es recibir.
Dar sin color.
Todos PODEMOS dar.
Y el poder no tiene ni siglas, ni predica la división.
Somos lo que traspira nuestra piel.
Somos el sudor de nuestros trabajos de amor.
Esos que solo se remuneran con una sonrisa y un gracias.
Somos las horas que regalamos.
Somos las noches que no dormimos pensando en como duermen otros.
Somos obras, obras de caridad.
Porque la caridad es el alimento del que traspira amor.
Darse es recibir.
Dar sin color.
Todos PODEMOS dar.
Y el poder no tiene ni siglas, ni predica la división.
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