Quizás esos pobres, a los que defiendes con la voz impostada y en falsete, ese día comerían.
Comerían, frío o caliente, pero saciarían el hambre de la que eres consciente. pero para nada subsanas.
Suena cómico, si no fuera porque es trágico, tanto burdo teatro.
No se puede pedir al rival que haga lo que tu cacareas y no haces.
Ni suena lógico, ni suena ético.
Fiestas de progres que solo practican el aburguesado entretenimiento de la involución.