Son mis intereses los que marcan la faena.
Son mis redes las que faenan en mi interés.
Yo marcaré las horas, yo marcaré los tiempos.
Yo supeditaré a mi pueblo en mi propio y mezquino interés.
Damas sin boletas y sin camelias.
Damas arribadas a la cúspide por la cercanía al líder y las manchas del anterior faenar y proceder.
"Buscando lo relamido es muy fácil caer en el tropiezo, sobre todo porque al igual que no todos valen para lamer, son menos los que sirven y cumplen bien la función de relamer. No siempre es lo más neto y acicalado los más bello."
Irsia Carolain Sprimbol
Huyo del daño colateral y de frente choco con mi daño.
En este estanque hasta el gracioso aspaviento perturba y agita.
Por mi gesto me conocerás y si reprimo mi gesto me dañaré.
Y si no reprimo mi grácil ademan.
Las hondas de la charca tu pacata mente dañarán.
Nos dolemos enredados en nuestros malos Estados.
Nos dolemos por nuestro Estado.
Nos torturamos como si el Estado nos atara.
Y nada ata, porque las lazadas de las ataduras de nuestro Estado en las urnas y entre todos han sido atadas.
Tengo que pensar sentado y debo pensar donde me siento. Es la silla arte mueble de muy pretérito origen, es arte para descansar, crear hogar y crear Estado. Dime donde te sientas y te diré quien eres.
Por sus sillas les conoceréis, desde sus cátedras os aleccionarán.
Es la silla más que un útil objeto, es un símbolo, un artefacto de dominio, un chistoso divertimento o un cruel artilugio de zonación social.
Pero si al asiento le introducimos la palabra autor, se trastorna más aun si cabe el juego de clases y clasista, porque el autor es marca, marco y con su teatral invento da un star de fulgurante estrella a quien con monedero, herencia, belleza o talento necesita el regio asiento de un sin par trono, silla de poder que va unida y ligada al orbe, al cetro y a la espinosa y diamantina corona.
Hay sillas que para nada sirven y solo dan su brillo a angostos pasillos, a borrachas entradas o a fríos hangares de arte inabordable y conceptual.
Hay tantas sillas como invitados, hay tantas sillas que son torturadores potros, potros ebrios de sin comodidad, de sin estética, de sin ética y de política.
Si viene el Rey tendrá el mejor asiento, si viene el enemigo con la silla inútil le forzare a estar de pie
Aplacando el ardor del oráculo.
El dolor del miedo del llanto.
Del llanto del infante sofocado con morfina.
Corrientes que exigen la inmolación del carnero.
Exigente turba que hay que aplacar.
Con el sacrificio de la cabeza de turco.
Es voraz la sed de sangre de la ola del populacho.
Lector de machas, de cartas escritas sin percatarse, de epístolas de manos que roban a otros su pan.
Es cuando el color ha desaparecido a causa del dolor, es cuando caminamos con las manos cosidas a la espalda, rendidos, sin volar, engullendo metralla que pesa y nos agarrota desde nuestros estómagos. No nos ata el corazón, nos ata el hambre, el hambre nos rinde y nos llena de plomo. Quien controla la necesidad controla las lineas aéreas de la imaginación. Quien controla el hambre de nuestro hermano, nos fuerza a imaginar, a hacernos silentes lectores de manchas, a hacernos las victimas para que al vernos rendidos no nos golpeen más. No hay futuro pero los que fingimos estar derrotados lo tendremos que inventar.
"Los frutos de la cosecha no solo dependen de la imponderable climatología, si no de nuestra capacidad para laborear, negociar y proteger."
Dervik Tro´men
"De macros y de micros, Cuando se está en las alturas uno olvida que a la cúspide la sostiene la base, necios con síndrome de estar en las nubes. Desde arriba, desde abajo."
Yoransel e Omatog
"ENANOS SOBRE ZANCOS QUE VAN DE GIGANTES, PATÉTICO.
Se igual de exigente contigo, exígete lo que tu exiges. Solo el sin mancha se puede dedicar a recriminar manchas."
Yoransel de Omatog
"Es triste ver tanto inepto dependiendo del mana que reparte estar en el poder.
Seres sin vida fuera del dosel de las amparadoras siglas."
Yoransel de Omatog
"Uno primero se endeuda y luego en farol, sin cartas en la mano, ni en la manga, solo amenazando con no pagar, renegocia.
Renegociar es un punto y parte, es un punto que aparta y sume, en esta espiral de dependencia, en un letargo autárquico que mucho necio político no sabe ni lo que eso significa o es."
Dervik Tro´men
Como se desgastan los cordones de tanto atarlos y desatarlos para emprender el camino, así se desgasta el cordel de la vida, se desgasta en muchos días de caminatas inútiles, en largas jornadas de pies cansados y manos vacías.
Se deshilacha la vida en el labriego mercar, en los viajes forzados que impone el anhelo, el hambre de dicha y un magnético norte llamado amor.
Se decólora el verde esmerada, la confianza, la fe, y se camina arrastras en los tramos sin esperanza, baches que se hacen eternos, que recorremos forzándonos porque a pesar de la dureza y la derrota sabemos que hay que salir.
Se desvanece gastada la ilusión de la frescura, curtida por el frío de la sierra, de los caminos que serpentean para poder ascender.
Y llegamos a ser humus con los cordones rotos, con los colores virados en sepia y un aura de polvo que nos recuerda la esencia del ciclo de nuestro ser.
No acaricia el arado la piel de los ángeles.
Pero se ceba arañando la espalda del santo.
Es el altar peana de ofrendas, tribuna y patíbulo.
Es tan vitoreado, como abucheado el que es modelo.
Como abucheado y vitoreado el ser más inhumano.
No tiene criterio la turba.
Y si lo tiene es malsano.
Ya en las jaulas habita la tristeza.
Se marcho el trino azul.
Alegres chirimías de gélido invierno.
No hay argucias con la vejez.
No acaricia el tiempo, solo voltea y raja.
Hoy se es rosa, mañana despojo.
Sin poda y arado la rosaleda deviene en zarzal.
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