Los higos se venden caros.
Hay cuerpos, carnes que se derriten en los lechos de las rubias munícipes, y por derretirse y derretir reclaman un familiar rédito. Es muy antiguo este mercado y aun pasado el tiempo sigue siendo igual de eficaz.
La calentura abre muchas puerta, consiguen cargos y hace que el cargo cargue al estado los caprichos de la con suerte carga.
Es corazonada de amor que decora los muros de los colegios, los planos cementos de los parque, las cercas de los ascensores.
Son los favores que reclama la lengua que lame el higo, favorecer a través del amor al hermano, pero al hermano de sangre.
"El amor es libre, el amor solo busca belleza. Y el sexo se acomoda al deseo, a la irrefrenable pulsión de gozar de lo bello."
Irsia Carolain Sprimbol
"El caos lleva al orden. El caos es la supina abertura donde todo posible futuro está abierto. Si todo lo desordeno es solo porque quiero crear y creer en un nuevo orden."
Dervik Tro`men
Con una mascara para no espantar.
Con una mascara para no espantarnos.
Como espanta ver que se apaga tu luz y no has sido candela de nadie.
Ver como en un alarde de barata pirotecnia, te inmolas en una hoguera de modernidad improcedente.
Revival de remordimientos de perdido imperio, que soñaste poseer y nunca conquistaste.
Duele ser dañino alacrán al que ya nada, ninguna presa se acerca y siente la vejez como un cíngulo de fuego que le invita a un salvífico y redentor suicidio.
Del olvido en vida nunca se vuelve.
No nacemos solos.
Nacemos viboras de sociedad.
Somos ligados estorninos.
Cuervos que nos ligamos y coaligamos en círculos de apariencias.
Somos buitres que vuelan en círculos.
Aunque mientras vuelan saben que mañana ellos serán carroña.
Somos lechuzas que sobrevuelan en los almizclados ambientes para aparentar.
Venenos legados y libados en grupo.
Libados en laicas eucaristías de vasallaje.
En opíparas fiestas de discriminación.
En acres contubernios de confabulación.
Hay escribientes que producen sopor.
Hay escritores que se relamen.
Hay relamidos que mucho escriben.
Hay diarios que nada dicen.
Palabras caídas sin viento que las meza.
Palabras huecas que no encierran sentimientos.
Sin motor de explosión no grita el texto.
"La eternidad se nos escapa, pero si referenciáramos la eternidad a nuestra vida, veríamos que hay daños que nos autoinfringimos que serán eternos. Cuídate de los daños de tu mano, cuídate de las colateralidades del daño."
Yoransel de Omatog
Vemos muy lejos lo que está cercano.
No queremos escarmentar en lo que ocurre al lado.
Estamos edificados en el cauce del mundo.
Hasta las más alejadas riadas terminarán asolándonos.
Se está enlazando el ciclo que une presente y pasado.
El déjà vu de la historia nos está atropellando.
Entre inconscientes y dormidos.
Entre pasmados y aturdidos.
Entre la pasividad y la calma.
Las infecciones solas no desaparecen.
En la inacción y en la ignorancia crecen.
Seres enfermos que venden la cruenta enfermedad como credo.
Credo que muchos miran con incredulidad.
No todo lo filmado es ficción.
Ojala fuera ficción lo filmado por el Estado Islámico.
De Venezuela a Irán.
De Irán a Venezuela.
Podemos ir a Venezuela.
Podemos ir a Irán.
¿A dónde nos llevarán?
"Frente a un cuerpo son posibles tres reacciones, atracción, repulsión o indiferencia, cualquiera de ellas, crea estado. Caminar entraña ser aplaudido, abucheado o ignorado. Pero a pesar de estas reacciones, a caminar estamos forzados."
Irsia Carolain Sprimbol
Ya están blandiendo quijadas.
Mandíbulas de asnos.
Asnos que cainítamente se pelean, por las migajas del plato.
Es huir hacia delante,matar al hermano pensando vencer.
Es la caterva de saltimbanquis la que se dedica a mover sillas.
Ejercito forzado y lastrante que cuando decides apostar por la notoriedad tienes que aceptar.
Esquema de pactos, cerco de alambre de espino que termina definiendo el cercado de la cárcel.
No grite las mismas soflamas que el enemigo, porque serás merendado.
El paño nuevo tira del viejo.
El hijo rojo anula al negro.
En el inmenso solado de mármol blanco se van los ojos al reguero de sangre.
No nos soportamos a nosotros mismos porque hemos nacido veneno, porque imposibilitados para envenenar, nos envenenamos en un ensimismamiento de egocentrismo, en un medirnos en rankins ajenos, en un luchar en campañas extemporáneas, en un querernos ajustar al espejo de las envidias, en un vivir pisando cabezas, en un no sentir que la eternidad es arena y no está nada más que un pequeño y ridículo puñadito en nuestras manos.
Salvo en la desesperación no suele osar probar la gente medicamentos no testados, Sobre todo esto viene motivado porque hay contraindicaciones, resultados adversos, aparte de la real eficacia curativa, que sin referencias y estudios nada se puede prever.
Es este aventurero gesto un acto ciego de fe, es fe el abrazar con ese entusiasmos de desesperación al hipotético y salvífico fármaco. Cegados por el inicial placebo, corriente de promesas, bello y prometedor prospecto, bello nombre para un sin testar fármaco.
Podemos asegurar que el ciego no vive mejor, pero trastoca el orden del vidente, para poder desenvolverse él, con más comodidad en un mundo de tinieblas, donde prima el poder de ir a tientas. Corto mundo dominado por la cortedad y el subidón del placebo del corto plazo.
Yoransel de Omatog
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