Untuoso es el placer en el cálido vergel de helechos.
A la sombra húmeda de las doce.
Cuando la torridez forma pequeños ríos de impaciencia.
Que corren veloces refrescando tu pecho.
Fino dulzor de sudor de calor, amor y sal.
Es mi boca una ametralladora de besos.
Que no deja sin herir un centímetro de tu piel.
jueves, 11 de junio de 2015
martes, 9 de junio de 2015
El traidor ADN
Constructos de miseria, de arcos conopiales y laberintos de cipreses.
Jardines de crisantemos y pequeñas lilas que se esconden en las sombras.
La facilidad crea el cauce.
El cauce transcurre siguiendo la norma de la facilidad.
Te buscaré en las columnas helicoidales, en el traidor ADN, que mañana desvelará tus dobleces y vueltas.
Vilezas de espantajos que como bandera hondean raídas bragas.
Ropa intima que dice tanto, que revela tanto cuando se airea.
Jardines de crisantemos y pequeñas lilas que se esconden en las sombras.
La facilidad crea el cauce.
El cauce transcurre siguiendo la norma de la facilidad.
Te buscaré en las columnas helicoidales, en el traidor ADN, que mañana desvelará tus dobleces y vueltas.
Vilezas de espantajos que como bandera hondean raídas bragas.
Ropa intima que dice tanto, que revela tanto cuando se airea.
Bendito ácido cianhídrico
"Bendito Ácido cianhídrico, bendita vomitona de mentiras, bendita patulea de difamadores. Ser el blanco perfecto, entraña ser diana de todos los dardos."
Irsia Carolain Sprimbol
Irsia Carolain Sprimbol
La vida es lascivia
La vida es disoluta.
La vida es lascivia.
Es elástica.
La vida es un chicle con el sabor de tu boca.
pienso en rendirme.
En correr y rendirme.
En caer en tus brazos para destrozar las dudas apretándote fuerte.
La vida es incertidumbre.
Es abrir los ojos para no imaginarte en otros brazos.
Para no imaginarte sonriendo a un feroz amante.
La vida es un bucle, donde lo que se gana hoy, mañana se pierde.
La vida es lascivia.
Es elástica.
La vida es un chicle con el sabor de tu boca.
pienso en rendirme.
En correr y rendirme.
En caer en tus brazos para destrozar las dudas apretándote fuerte.
La vida es incertidumbre.
Es abrir los ojos para no imaginarte en otros brazos.
Para no imaginarte sonriendo a un feroz amante.
La vida es un bucle, donde lo que se gana hoy, mañana se pierde.
Epístolas de desbordamiento
Epístolas de desbordamiento.
Conjuro la adversidad.
El plúmbeo dolor de cabeza.
El gris de calor.
En este día de vencejos que vuelan rasantes.
Ametrallando mi corazón con perdigones de nostalgia.
Me desato en las palabras.
En cristales rotos.
Esquirlas dañinas hacen jirones mi cama de pesares.
Piel sudada en la angustia, en el vértigo de mirar al vació.
A mi escueto equipaje.
A los renglones torcidos de un Dios que me mide y me prueba en los mil tropiezos de mi jornada.
Gris de plomo, de metralla, de granadas de mano, que desgrano mientras estalla mi corazón.
Más días febriles me esperan, tendré fuerzas.
Tendré días para domar tanta fuerza.
No puedo dejar de pensar, de bullir, en este día de estertores e ideas de tragedia.
Me pesa el mundo.
Me pesa la cabeza por querer abarcar el mundo.
Por querer entender la zainidad del zaino.
Todo gira gris y plúmbeo, como las nubes de bochorno que descargan ruidosas.
Como yo que sin ruido me ordeno y desordeno, al dictado de unas epístolas sin receptor.
Sin interlocutor me grito, en una música de letras tristes que no tapan el trueno del dolor.
Conjuro la adversidad.
El plúmbeo dolor de cabeza.
El gris de calor.
En este día de vencejos que vuelan rasantes.
Ametrallando mi corazón con perdigones de nostalgia.
Me desato en las palabras.
En cristales rotos.
Esquirlas dañinas hacen jirones mi cama de pesares.
Piel sudada en la angustia, en el vértigo de mirar al vació.
A mi escueto equipaje.
A los renglones torcidos de un Dios que me mide y me prueba en los mil tropiezos de mi jornada.
Gris de plomo, de metralla, de granadas de mano, que desgrano mientras estalla mi corazón.
Más días febriles me esperan, tendré fuerzas.
Tendré días para domar tanta fuerza.
No puedo dejar de pensar, de bullir, en este día de estertores e ideas de tragedia.
Me pesa el mundo.
Me pesa la cabeza por querer abarcar el mundo.
Por querer entender la zainidad del zaino.
Todo gira gris y plúmbeo, como las nubes de bochorno que descargan ruidosas.
Como yo que sin ruido me ordeno y desordeno, al dictado de unas epístolas sin receptor.
Sin interlocutor me grito, en una música de letras tristes que no tapan el trueno del dolor.
Por fin
Por fin arrancó a llover.
Por fin precipitó la ira.
Se desbordó el cielo en lluvia de hostigo.
Corrieron los gatos buscando amparo.
Se avivó el verdor del acanto.
Corrieron los canalones asustando lagartijas.
Por fin llovió y se alivió el bochorno.
Aroma breve de tierra mojada y acariciadora fragancia de hierbaluisa.
Por fin precipitó la ira.
Se desbordó el cielo en lluvia de hostigo.
Corrieron los gatos buscando amparo.
Se avivó el verdor del acanto.
Corrieron los canalones asustando lagartijas.
Por fin llovió y se alivió el bochorno.
Aroma breve de tierra mojada y acariciadora fragancia de hierbaluisa.
Miras de cortos
Se suman los pequeños para dar la talla.
Se suman para denostar al grande.
Para postrarle y así que no haga sombra.
Cortas miras.
Miras de cortos.
Miras de aviesos.
De tuertos que son incapaces, ni aun con la suma, de mirar tieso.
Se suman para denostar al grande.
Para postrarle y así que no haga sombra.
Cortas miras.
Miras de cortos.
Miras de aviesos.
De tuertos que son incapaces, ni aun con la suma, de mirar tieso.
Triunviratos
Fistulo, Pústulo, Póstumo.
Lala Crin, Lala Cran, Lala Crol.
Demasiadas triadas.
Demasiados tríos.
Cloto, Láquesis y Átropos.
Triunviratos maléficos.
Arremolinados sátrapas.
Cortes que se cortejan.
Que se adulan en la cortedad de su corte.
Bufones que ligados componen un tercio de hombre.
No todo es hilar.
No todo es devanar.
No todo es cortar.
Hay que vivir los tramos.
Hay anudar los cabos.
Lala Crin, Lala Cran, Lala Crol.
Demasiadas triadas.
Demasiados tríos.
Cloto, Láquesis y Átropos.
Triunviratos maléficos.
Arremolinados sátrapas.
Cortes que se cortejan.
Que se adulan en la cortedad de su corte.
Bufones que ligados componen un tercio de hombre.
No todo es hilar.
No todo es devanar.
No todo es cortar.
Hay que vivir los tramos.
Hay anudar los cabos.
Moscas negras
Revolotean las pesadas moscas de primavera.
Plañideras de entierros de cuarenta de mayo.
Pesadas enlutadas, que entre lloros buscan zaherir.
Entran en casa anunciando tormenta.
Entran al olor del drama.
De la carne rendida en la última batalla.
Fingen llorar, pero para sus adentros ríen.
Es el teatro del mundo, el gemiqueo de los velorios.
De la sala del trance.
De las moscas negras que acuden a llenar de pupas la postrimera cornada.
De tus lagrimas siempre alguien se alegra y esas son las corroblas de moscas negras.
Plañideras de entierros de cuarenta de mayo.
Pesadas enlutadas, que entre lloros buscan zaherir.
Entran en casa anunciando tormenta.
Entran al olor del drama.
De la carne rendida en la última batalla.
Fingen llorar, pero para sus adentros ríen.
Es el teatro del mundo, el gemiqueo de los velorios.
De la sala del trance.
De las moscas negras que acuden a llenar de pupas la postrimera cornada.
De tus lagrimas siempre alguien se alegra y esas son las corroblas de moscas negras.
lunes, 8 de junio de 2015
Mammatus
Panorama de nubes cierra el día.
Que fraternal se muestra el adversario cuando nos ha rendido.
Magnanimidad de ganador.
Breve jornada azotada por la desidia.
Es el trueno el ritmo de este baile de mascaras.
De tarascones que sudan para aplacar la calentura del tórrido sol, que muere sin saciar el hambre asentada.
Golpes de yunque para los últimos segundos de las aliviadas nubes.
Se esfuman los mammatus tras sofocar el incendio que se inicio al mediodía.
Que fraternal se muestra el adversario cuando nos ha rendido.
Magnanimidad de ganador.
Breve jornada azotada por la desidia.
Es el trueno el ritmo de este baile de mascaras.
De tarascones que sudan para aplacar la calentura del tórrido sol, que muere sin saciar el hambre asentada.
Golpes de yunque para los últimos segundos de las aliviadas nubes.
Se esfuman los mammatus tras sofocar el incendio que se inicio al mediodía.
Esquivando el pedernal
Apóstol de la relatividad.
Profeta de las elucubraciones de lecturas múltiples.
Si eres zaino, en mis espejos veras tu zainidad.
Si eres benévolo, verás en mí el camino de la benevolencia.
No es mi senda la recta, pero tampoco es la vereda más tuerta.
Esquivando el pedernal.
Socavando el limo.
Formas heréticas
Formas heréticas de estar en el mundo.
Formas diabólicas de estigmatizar.
Cuerpos sádicos que enraízan en el campo santo.
Es la cruz del destino
Son los empujones del que no soporta la estela del particular.
Demasiado tormento es ser común.
Demasiada tormenta desencadena el vulgar.
Manos de herrumbre que prestas encienden piras, para a Juana de Arco calcinar.
Tiempos bárbaros en los que los hijos de Satán, buscan en el arcosolio brillar.
Formas diabólicas de estigmatizar.
Cuerpos sádicos que enraízan en el campo santo.
Es la cruz del destino
Son los empujones del que no soporta la estela del particular.
Demasiado tormento es ser común.
Demasiada tormenta desencadena el vulgar.
Manos de herrumbre que prestas encienden piras, para a Juana de Arco calcinar.
Tiempos bárbaros en los que los hijos de Satán, buscan en el arcosolio brillar.
Coleccionista de amantes
No busques ser coleccionista de amantes.
Uno empieza como coleccionista y termina siendo coleccionado.
No colecciones porque el amor es repetir.
Es amar siempre al mismo cromo.
Uno empieza como coleccionista y termina siendo coleccionado.
No colecciones porque el amor es repetir.
Es amar siempre al mismo cromo.
Faltas garrafales
Sin orígenes uno muere a la lucidez.
Sin pretexto uno muere en el pantano turbulento del texto.
Faltas garrafales.
Delitos nefandos.
Orillas que con el río de por medio definen la frontera de los bandos.
Los meandros surgen del sosiego, de la pendiente nace la escorrentía.
En la barrera o en el ruedo.
Somos publico y espectadores de forma simultanea o alterna.
Denostamos en el otro nuestros desatinos.
Nos juntamos con el otro arremolinados por el placer de la corrobla.
Sin pretexto uno muere en el pantano turbulento del texto.
Faltas garrafales.
Delitos nefandos.
Orillas que con el río de por medio definen la frontera de los bandos.
Los meandros surgen del sosiego, de la pendiente nace la escorrentía.
En la barrera o en el ruedo.
Somos publico y espectadores de forma simultanea o alterna.
Denostamos en el otro nuestros desatinos.
Nos juntamos con el otro arremolinados por el placer de la corrobla.
La orografía del necio
"No hay nada más patético,
que el que nada abarca,
y califica de patético,
en su osadía y estulticia,
todo lo que no comprende.
Sin guión uno se pierde,
sin plano uno está perdido.
Es tan simple y llana la orografía del necio."
Irsia Carolain Sprimbol
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