El níveo

A veces nuestro talento eclosiona rodeado de bastedad.
Constreñido por las angosturas de las veredas del deplorable.
Juzgado por los rastreros códigos del amoral.
Hay bellísimas flores que nacen sin desearlo en la cortedad del lupanar.
Madriguera de zorras donde no se aprecia la suavidad del níveo.

Mis perros

Muero en los microdramas que me encharcan.
En la brisa que evapora el dolor, para hacerme aparentar insensibilidad.
Nadie me ha querido como mis ángeles.
Nadie me ha rodeado como su calor.
Ellos son la rutina de mis días, el gozne que me hace girar sobre la cordura.
Les necesito para no ser un miserable.
Sólo en ellos veo la grandeza de Dios.

Marismas

El infierno habita en las treguas.
En los mares en calma.
En las marismas del que envidia y espera vernos caer.
La tristeza es sólo desánimo.

Vivir siempre lastima

¿Qué es ser fiera?
¿Si la fiereza  de vivir siempre nos lastima?
No creo en el presente.
No creo en el pasado.
No creo en el futuro.
En nada creo, pero me atormenta tener un credo.

Bernarda de Corleone y Sotomayor

Me pierdo en las pérdidas seguidas.
Hoy día de  Nuestra Señora de Lourdes, se ha marchado Bernarda.
Una más, en la larga lista de mis afectos que han partido.
El último suspiro abre la puerta de la frialdad.
Siento el paladar amargo y herido, como si masticara un chicle de hiel con arena.
Todo es morir, matar para seguir viviendo, morir para posibilitar nueva vida.
Donde habitan las almas quiero volar, ascender donde habita el olvido.

La certera palabra

Es un cataclismo el verbo, el afilado dardo que es la certera palabra.
El veneno salvífico que es el acertado vocablo, que derriba del caballo de la sinrazón al necio.
El verbo fluido que lamiendo escollos transcurre, que domando orillas de ignorancia, avanza.
Somos verbos de poder, palabras de inmisericorde guerra.
Somos batalla campal, contra el cretino y su meliflua vulgaridad, que la clara verdad empaña.

La lengua para hablar con Dios

"Sólo desmontará el circo de Babel, el condotiero que hable con la perfecta lengua, la lengua con la que el Emperador Carlos I, hablaba a Dios."

Yoransel de Omatog

Tanagras

La fatalidad cae sobre mi y me apresa como un cepo cruel.
Camino de curvas trazado por mis malas acciones.
Maldición, que mi tesón en el vil juego, trajo a mi puerta.
Tardo, lento es el infortunio, pero a la postre llega.
Tanagras que adornaran mi duro lecho, musas de barro para mi sueño eterno.

Procusto-Eróstrato

"Que destructivos son los perfiles falsos, los cainitas engendros que se esconden para ametrallar. Ni Eróstrato sería peor, alimañas que atormentadas por el síndrome de Procusto solo saben rabiosamente morder y ladrar."
Irsia Carolain Sprimbol

Idólatras

En el lodo de los tontos intentos,
se ahoga la fulera progresía de los arribistas, 
que buscan medrar, 
arrimándose al caballo que creen ganador. 
Estrategias de vulgar ganado, 
de idólatras de pelones de pies de barro

Nieblas de Febrero

He amanecido en febrero, encharcado de tristeza.
Anegado por el imposible retorno, que traen las irreparables perdidas.
Febrero de nieblas en el corazón.
Nieblas saturnales, que me señalan el fin de un ciclo.
Perdida la clave del arco, sólo espero el derrumbe.

Los témpanos

Llegará el deshielo de los témpanos,
que cierran los caminos de las almas,
que se han dormido,
que estando vivas,
decidieron sumirse en el letargo de vivir sin caricias,
en el invierno que es, no amar.
Almas que han decidido no soñar más,
con encontrar unos labios cálidos,
sobre los que depositar nuestros besos,
los besos de la pasión,
que desencadena mirar a los ojos a un igual,
ver en la finura de un gesto de acero,
ademán que grácil corta el aire,
hiriendonos con la certera estocada,
de la febril ansiedad.
Llegará el deshielo,
llegará el sol,
llegará el tiempo,
en el que el puente del amor,
embriague de dicha,
nuestro aletargado corazón.

El humo del bullir de la urbe

Se recortan en el cielo, las grúas que levantan con urgencia, los cubiles que habitará el futuro.
Infimos cosmos, en los que es imposible atesorar belleza.
Raquíticos metros cuadrados, cárceles dormitorio.
Son muchos los que voluntariosos, se prestan a habitar estas celdas.
Habitar en las colmenas que diseña la usura, que diseña el falso progreso.
Precipicios inundados de ausencia.
Celdas de estanqueidad y anonimato.
Cubiles para obreros y zánganos.
Palomares de la alienación.
Vivimos de espaldas al monte y oteándolo tras las nubes de humo, que genera el bullir de la urbe.

Adiós Sara

He sentido su último aliento, he sentido como con el último estertor, se escapaba su espiritu.
Se evaporó su furia, su temperamento dominante, en la fría madrugada de un dos de enero.
Se marcho Sarita, la dominante Sara, se libero de la terrenalidad de su cansado cuerpo.
Dieciséis años a mi lado, dándonos compañía, durmiendo a mi lado, sintiendo últimamente su cansada respiración de invierno.
Sara ha volado, para habitar el cielo al que yo quiero ir, el cielo de mis canes, de mis adorados canidos, el cielo de su divino calor, el cielo donde están ya Diana, Claris, Pepe, Tomasa, Dorotea, Cuki, Buddy, Baltasar, Bruto, Alarico.
Son muchos los ángeles que habitan el cielo que me espera, el cielo en el que espero descansar, entre salvíficos ladridos, entre sanadores lametones.
Sarita duerme eternamente ya a los pies de la alta pared del huerto, a los pies de la hiedra, a brazada por la parda tierra.
Mi niña descansa ya, despues de haberme hecho feliz con su temperamento cascarrabias, con su dulce fiereza, con su rubia belleza.
Descansa mi dulce Sara, que habitarás siempre en mi alma.

Marat

Mascarada lisergica.
Quien dejará caer el peso muerto.
El fardo de la miseria moral.
Procesos imparables.
Riadas de miseria.
Miserables que jalean miserias.
En los bandos cainitas florece la discordia.
Jardines de cicuta.
Valles de cizaña.
Marasmos de miserables y la mas soez de las miserias.
Comites patibularios que quieren resucitar a Marat.
La ira del pueblo.