viernes, 22 de junio de 2018
Titubear
El destino genera ansiedad, genera rendición,
Sin saber lo que hay en la otra vida,
quizás deberíamos pelear más en esta.
Titubear anula el ingenio.
Dudar genera inacción.
Con sigilo pero en marcha constante.
jueves, 21 de junio de 2018
San Juan y el fuego
Desear es la mitad del logro.
Predispuestos a sentir, se termina sintiendo.
No hay placer sin abnegación.
En la noche inmensa quemare palabras.
En la calma de la claridad que se resiste.
En la luz que no se evapora por muchas horas.
En las hogueras de la evanescencia, de lo efímero y que estorba.
El fuego nos hace libres, nos libra de cargas, de desvelos que son plomo en las alas de deseo.
Liberados tras quemar lo que hemos logrado y nos ancla, lo que compramos como eterno y hoy es sólo cadena que nos ata a una tierra.
Ávidos de vivir en las nuevas cumbres, de otear el mundo desde las cimas.
De vivir ciméramente y sin molestas cargas.
Desván de trastos que el fuego borrará.
miércoles, 20 de junio de 2018
Corredentores televisivos
Corredentores televisivos, que reparten pan de los graneros rapiñados.
Correligionarios que no creen en Dios, pero que piensan que ya proveerá el sudor del justo, mañana.
Botín de guerras cianitas, donde el trabajador costea la pitanza de una estela de garrapatas.
Sólo se puede saquear lo pleno, por eso nunca es asolado el solar vacío.
El dinero ni se crea ni se destruye, sólo cambia de manos.
Manos sucias que van al pan, al pan que amasaron las manos limpias.
Que fácil resulta hacer caridad con lo confiscado, con el esfuerzo robado, con el tesón del fértil.
Confalonieros de caballos de cartón fallero, que emprenden batallas fratricidas.
martes, 19 de junio de 2018
La democracia no ampara delitos
Resolver problemas, no es dar el brazo a torcer.
No es claudicar, no es ni ceder.
Tememos la enquistación, pero el cuerpo maligno más fácil de extirpar, es aquel que se ha enquistado.
La democracia no ampara delitos, ni anhelos delictuales.
Los guiones no son de parte, son marcos jurídicos en los que se conduce el que hace ruido y el que no lo hace.
El amedrantamiento, el acobardarse, es una claudicación, es una derrota que abre una vía de agua y aboca a la nave de la ley, a naufragar.
Al cáncer no se le mima, ni se le riega, ni con el se tienen contemplaciones, se le extirpa o combate sin conmiseración.
La perversión, aunque sea la perversión del sistema hay que arrancarla de raíz.
Uno no se hace amigo de la sarna, ni con ella se permite ni compadrear, ni chalanear.
No es no, y no entiendo que parte del no, no entienden, los que vulneran la ley.
La ultracorreción ampara tristemente la ilegalidad, porque el ser pusilánime consiente que la ley se doblegue al ilegal.
Tocado para acaudillar
El ritmo de nuestros pasos nos distancia.
La compañía que marca el ritmo nos hace distintos.
Nos creemos distantes en las escalas.
Talentos que no sólo nos marcan y señalan, si no que posibilitan la escalada.
Acumulamos para ser, nacemos casi siendo, herederos de peanas y estatus paternos.
No podemos ser iguales aunque nos igualemos.
Vimos acotados, en las cotas, en las zonas, altitudes y latitudes de miseria o bonanza.
Es la zonación del mundo tan intrínseca a él, que todo tiene su nicho, que cada cual es un eslabón en su cadena.
Libres para seguir los pasos del líder, para caminar junto a poderoso, o para empoderarnos en el llano y liderar las revueltas del futuro.
Todo está trazado y a la vez está por trazar.
Esa es la libertad ser cabeza de ratón, cola de león, o embrión de la bestia que todo lo desajustará, para crear un nuevo orden, muy similar en apariencia y en esencia al orden de diferencias y distancias que hay en el actual.
Somos el estética, ética y tesón.
Somos difusores de promesas o los que se dejan seducir por los que prometen.
Flautistas que llenan plazas, que nos conducen a precipicios, o que nos seducen cuando estamos abocados a precipitarnos, siendo nuestra tabla de salvación.
Divina y maldita humanidad, que eres capaz de la mayores proezas y de las más abominables bajezas.
El grueso es vulgar, maleable, acomodaticio, pero ay, del que nace tildado y no genera bonanza, del que nace tocado para acaudillar y no mueve un dedo para generar divina humanidad.
lunes, 18 de junio de 2018
El futuro de Europa
El futuro pasa por la superación de los nacionalismos, no es la lengua la que da entidad a Europa, su entidad estriba en el código ético y de pensamiento, que conforma nuestro estado de la solidaridad.
No podemos renunciar a borrar mediocres fronteras, en un tiempo tan global, que nos atropella con el vértigo de lo que nos viene.
Nos viene grande el mundo, por nuestra excluyente endogamia, nos viene grande, pero estamos en él.
Ser blanco es un valor que se diluye, y que solo el Mediterráneo y sus ribereños hace siglos entendieron, sólo la Europa del sur fue permeable a África, sólo el mar común y nuestro, permitió esa fusión.
El futuro todo lo decolora, todo lo uniformiza, y Europa se desangra en su elegida comodidad, en su elegida soledad, en su esterilidad opcional, sin hijos no hay futuro, y sin remplazo generacional el futuro es foráneo, es marea de pateras que a través de la ósmosis del mar, colonizarán el mañana que ya no nos pertenece, porque nuestra genética y legado está muriendo hoy. .
Ni la más férrea de las murallas garantiza la estanqueidad. No hay nación que no necesite mercenarios y a través de ese peaje llega la aniquilación.
domingo, 17 de junio de 2018
Niños de las estrellas
Niños de las estrellas, seres que nacen con el estigma de caminar varios pasos por delante de la humanidad. Construir futuro es generar herramientas, palabra que definan la nuevas mañas.
Nacer bañado de luz genera rechazo, genera cárceles para encerrar la luz que señala las taras de la poco evolucionada humanidad.
Felicitando el fin del Ramadán
Me he despertado rebozado de luz del aun no nacido estío. Soñando que los relojes no desandan segundos, que la horas perdidas no vuelven, que para decidir, es siempre tarde, mañana.
He soñado con la guerra de hoy, con la inquina de los arribistas, con los lobos enharinados, con la caridad de pacotilla y los aspavientos del psicópata, que por el legal atajo arribo a la cumbre.
Vivimos tiempos incendiarios, de mediocres que buscan banquete, de tribunas abiertas a la soflama.
Vivimos estertores de fin de ciclo, de bienestar herido de muerte, tiempos de hemorragia en sabana, rojo rutilante que hace hondear banderas.
Es ya imposible parar la permeabilidad de un mar en el que se libran batallas, contiendas con sesgo, alharacas de mal gobernante, teatro de pusilánimes, que guionizado llega a nuestras cajas tontas, a esas que nos lo dan todo digerido, mascado y que nos atontan.
Tiempos de mafias, de mercaderes sombríos, de patrias en las que occidente enredada, desordenando desordenes, generando ira, caos y miserias. Es imposible sembrar primaveras, convertir una religión de contienda en una balsa de amor, es imposible comparar profetas, enfrentar a quien sólo sembró amor, con quien sacrifica a sus hijos cargados de metralla en la deflagración de una Guerra Santa..
Dios, no es sólo un jefe etéreo, que desde todas partes nos vigila. Dios, es un código ético, unas reglas de juego. Mi Dios es empatía y comprensión, pero todos los Dioses no son iguales, ni tratan a su pueblo por igual, hay Dioses que promueven la guerra, que inoculan aniquilación, que siembran venganza.
Pensar nos hace críticos, nos hace disidentes, nos señala, pensar nos hace libre. Y desde la libertad se analizan mejor las jugadas del estratega, que busca escribir renglones, que busca circo, circo para un pueblo devastado por los bulos y la interesada maraña de desinformación. Redes para pescar en el Mediterráneo, adeptos, necios cegados por el brillo de la pacotilla televisada.
Desconfía, de quien con tretas te quiere gobernar, de quien se desdice y dice, de quien hace caridad en la primera fila con el dinero de todos y no para contentar a todos, sino para labrarse una peana, desde la que poder seguir inoculando patrañas y sembrando cizaña y felicitando el fin del Ramadán.
sábado, 16 de junio de 2018
El servicio no es fiel
.
Cuando lo precario nos precede.
Cuando los emisarios nos malvenden.
Fortunas en manos de un servicio que no nos es fiel.
Proximidades pagadas.
Afectos comprados.
Afectos que están ebrios de desafectos.
El amor es posesión.
El amor es celoso.
Cuando nos antecede la calamidad.
El infierno de las horas pagadas.
Proximidad de abismo.
Guerra de cercanos que siguen los pasos de Cain.
Cuando lo precario nos precede.
Cuando los emisarios nos malvenden.
Fortunas en manos de un servicio que no nos es fiel.
Proximidades pagadas.
Afectos comprados.
Afectos que están ebrios de desafectos.
El amor es posesión.
El amor es celoso.
Cuando nos antecede la calamidad.
El infierno de las horas pagadas.
Proximidad de abismo.
Guerra de cercanos que siguen los pasos de Cain.
jueves, 14 de junio de 2018
Adorable heredero de Cain
Quien nos hace tropezar, está próximo.
La envidia, es un mal cercano.
El que nos acaricia,
es nuestro principal detractor.
Habito entre mis enemigos,
en el valle de las zarzas.
Herederos, de complejos rancios.
Herederos, de las quijadas de asno.
Herederos, del tormento que es sentir insanos celos.
Herederos, de las malas artes.
Tramperos y merodeadores.
Alcahuetas, de colores violentos, de modas ya caducadas.
Toxicidad que mora al lado,
venenos cercanos,
manos estranguladoras
que lucen el verdín,
del orín de sus pacatas alhajas de arpías sin brillo.
Cristalitos cortantes,
bocas de ansia.
miércoles, 13 de junio de 2018
Jaurías que persiguen zorras
Tanto nadar para morir en la orilla.
Cuando la jauría ataca rivales es jaleada.
Cuando la jauría nos cerca y ataca a nosotros, las demonizamos.
Hipocresía de falsos regeneradores, de trileros de la transparencia.
Súbditos de la credulidad de parte.
Idolatradores de la patibularia condena del que no comparte nuestra ideología e ideario.
Mala fe, mal hacer, mal justificar y mal parecer.
Jaurías que persiguen falsos inocentes.
Patrañas de sensiblera escoria rebozada de cultureta seudogloria.
Zorras sin criterio o el fulaneo de la zorra.
El peso de nuestras frases.
Nuestras patibularias palabras nos colocan la soga al cuello.
domingo, 10 de junio de 2018
Hija de Satán
Con que facilidad la verdulera urde marañas desde la endiablada primera fila, hornacina de vulgar adobe desde la que la siniestra brilla.
Zafiedad de rasa, de monda mujerzuela. que comulga como arpía que urde tretas desde la silente connivencia de la oficiante alcahueta.
Siempre nos traicionan las artes, el destello de la pacata pacotilla.
Siempre nos retrata el tufo del no saber estar.
Construimos patíbulos en los que terminaremos siendo ajusticiados.
Papos pestilentes que creen que lo tuerto conduce a la gloria, y a la gloria se llega por el fulgurante camino recto.
El diablo habita en el envidioso secarral de ingenio, en la macilenta inquina de la calentura de la chacha.
Microcosmos
Pequeños estanques en los que es fácil brillar.
Charcas con pocas carpas.
Microcosmos donde se goza de inmerecida preeminencia.
De una preeminencia rancia, que nos empeñamos en rememoran.
Provinciana gloria, que mañana al alba, ajada estará.
Rehenes de nuestros aliados
"Hacer trampas nos endeuda, y el acreedor más pronto que tarde exige cobranza."
Irsia Carolain Sprimbol
Somos rehenes de nuestros aliados, somos esclavos de la red de manos que nos encumbro.
Podio usurpado con las malas artes que solo son posibles en el que ha nacido perdedor.
Favores de despacho, favoreciendo a la corte de sanguijuelas, a las garrapatas que impulsaron nuestra moción.
El éxito amañado es el camino más corto hacia la desgracia.
Amigos de viboras.
Psicología
La psicología escudriña el sigilo, los movimientos sin rastro, los caminos angostos en los bosque de atenazadora maleza.
La psicología escudriña en el fondo los posos olvidados de las vivencias traumáticas, esas que a veces caramelizamos para poder soportarlas en nuestras entrañas, como la ostra baña de nácar el cuerpo extraño que la zahiere.
Somos complejos en los profundo, somos ingenios que chirrían al rotar por la arena de los pesares que oxida los engranajes de sus ruedas dentadas.
Todo está imbricado en nuestra mente, nada está por estar, sin provocar en la nívea blancura de nuestra primigenia alma, algún tipo de mácula, desgarrón o tara.
Todo en nuestra mente queda retenido, aunque no siempre aflore como nítido recuerdo, detalles nimios que están creando escena.
Elidimos para sobrevivir, endulzamos para soportar, olvidamos para poder volver a tropezar.
Historias amputadas de lesivos recuerdos.
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