domingo, 5 de abril de 2020

Si no lo veis..........


El que odia primero.
El que señala primero.
El que acosa primero.
El que instiga primero.
El que desinforma.
El que miente.
El que profana tumbas.
El que despierta la fiera de la guerra.
El que intenta escribir la historia de nuevo.
El que borra la historia.
El que elide.
El ególatra.
El que falsamente se duele.
El que guionizado interpreta.
El que no pide perdón.
El que culpa.
Si no lo veis, si no lo reconoceis.
No estais ciegos, simplemente sois imbeciles.
El que siembra vientos recoge tempestades.

Macilentos & lustrosos


Macilento se pone el justo cuando enfrenta tormentas.
Lustroso se muestra el necio cuando tira balones fuera y no las enfrenta.
Verduleras que en los lutos se florean de rojo y relinchan mostrando hileras de grandes y artificiales dientes.

Irsia Carolain Sprimbol

viernes, 3 de abril de 2020

Lealtad



Que grande es la palabra lealtad, pero que poquitos con franqueza la abrazan.
Ser leal, no es servilismo, no es seguidismo, no es soflama, ni cacerolada inoportuna, ni desmedida jarana de aplausos que no respeta el luto.
La lealtad no es una mordaza, ni una brida, ni una albarda. La lealtad es un remar en la barca común, en la dirección correcta. Pero el leal, nunca rema hacia el precipicio.
Ser leal, no es ser memo, no es permanecer impasible e indolente, ante la deslealtad de quien lealtad demanda.
Ser leal es un entente, no es una rendición, es un acuerdo, no es vasallaje, ni pleitesía.
De desleales, a los valores más elementales que conforman nuestra democracia, está llena la primera fila, de los que por ineptitud y prepotencia, sacrifican y desprecian la vida de los que levantaron esta Patria, solar de todos, solar sudado y común. Pero nunca solal excluyente y guerracivilista, de bandos y de satrapías zafias. Sólo se es grande, estando unidos, remando juntos, arremangandose, pero remando hacia la salvación, hacia el horizonte, no hacia el mezquino sectarismo capitaneado por el desleal que plagia, por un narciso ridiculo, henchido de ínfulas y con la carita marcada por las cacarañas, que son las mismas que tiene en su amoral y rastrera alma.

jueves, 2 de abril de 2020

Erizo de mar



El áspero sabor de lo difícil.
Bajo la piel laborea el pesar.
Como arador de la sarna.
Erizo de mar con mil aguijones.


Los amores verdaderos


"Los amores tranquilos llegan cuando la frescura se ha esfumado y las locuras dan pereza. Llegan cuando ya no necesitamos embridar la pasión, ni contenerla y esta es ya sólo un arroyuelo sin fuerza, sujeto a múltiples estiajes. Amores de un brío que ya no se dispersa."

IRSIA CAROLAIN SPRIMBOL

miércoles, 1 de abril de 2020

Barbasco


Embargado por este tedio insufrible. Por las horas en blanco, por las notas inconexas que no me llevaban a nada. Sentir en propia carne era el único modo de escribir, empatizar y zambullirse en los dramas.
Siete horas en el infierno, en el desierto sin afectos, en el descampado que sólo sirve para el gozo fugaz, que ningún deseo colmata, pues no hay ni un ápice en él, de estelaridad.
Que fácilmente se rinde el humano a las esquinas oscuras, al barbasco que es buscar sólo follar.

Sin distancia


No existe distancia, si los sujetos se atraen.
No existen mares, para el intrépido amor.
Emigra el soldado al confín del orbe, si así lo manda el Rey.
Caballeros que cruzan miradas y terminan enredados.
Iris de iridiscencias, de fuego.
No existe distancia, ni existen reglas, en este juego.
Sólo existen órdenes imperativas, que las da el corazón.

martes, 31 de marzo de 2020

Malditos


No hay destrezas, en tatuarse en exceso.
Tiempos de cuerpos de garabatos malditos.
Cuerpos marcados por la irrefrenable pulsión de creer que se borrará lo escrito.
Manchas en la nívea piel, que terminaran siendo un borrón.

Elegimos mal


"Es feroz la vida devorando horas, horas que nosotros rendimos sin saborear, porque impera la urgencia y elegimos mal."
Irsia Carolain Sprimbol

Día de lluvias


Día de lluvias.
Estos días me generan tristeza.
Comenzó el día con una nevada, con los montes adornados por el gélido y esponjoso algodón.
Termina marzo empapado de impotencia.
Primavera de encierro y desilusión.

La vida es una obra de teatro


La vida es una obra de teatro, que llegado un punto deja caer el telón y se finiquita. Los espectadores que disfrutamos de ella, que interactuamos con ella, sólo podemos llorar, reír, abuchear o aplaudir. Espectadores de cómo se consumen vidas, de cómo consumimos la nuestra, expectantes a los giros argumentales, que tan grandemente interactúan con la nuestra. Espectadores y actores con su propio guión, con su propio telón, con su propio público. Que bello es ver a alguien, que se va de puntillas, sin ruido y sin aspavientos, habiendo sabido exprimir la esencia del tiempo vivido, habiendo ajustado sus cuenta, y sin haberse guardado el amor para sí, habiéndolo confesado y pregonado, aunque en la transacción no hubiera salido muy bien parado, amar y vivir es dar, sin esperar recibir..
Hay finales que cursan sin molestar, en silencio. Finales, que son una nivea escalera al cielo, ese premio que la vida reserva a los justos, a los que se les guarda un bello y tierno duelo.
En el cielo está el mar, para ese polvo rendido que queda en el escenario tras la última frase, tras el último aliento, polvo repleto de pasos, de idas y venidas, de desvelos, de besos al aire, en los labios, en las mejillas. Ese es el teatro de vivir, dejar en el espectador, el sabor de la miel, la caricia del ala de un gorrión, el verde infinito de una mirada turbada, la furia de un corazón desbocado que busca el amor.
No hay distancias entre público e intérprete, no hay distancias entre las distintas obras, que se enredan, con los lazos de la sangre, con los lazos de los cruces, con el fuego del hogar.
Se cerró el telón, pero los ecos de las vidas perduran, y mecen y cuidan desde las divinas alturas a quienes vivieron en primera persona, la novela de amor que es vivir.

La cicatera telerrealidad


La sabiduría es tan despreciada, no agrada al necio que le digan la verdad.
Vive el farsante con el favor de las primeras filas, con los fabricantes de golosas mentiras.
No hay perspectiva, no hay distancia, no hay referencia, las televisivas soflamas están en tu casa.
Ventanas desde las que percibimos el mundo, sin que nadie nos haya enseñado a discriminar.
Los sabios viven aislados en rincones, porque no aplauden la cicatera telerrealidad.
 

domingo, 29 de marzo de 2020

Corzos abatidos


Me arruino el día, al rememorar el olor de mi escuela de EGB, sintiendo el odio de los patanes en el patio, sintiendo como me anegaban sus desprecios.
Cierro los ojos y veo florecer los cerezos, no hay barreras para quien encarcelado se siente libre.
Todo es nostalgia en la cárcel de este confinamiento.
Corzos abatidos.
Infierno de lanzas.

Desde la caja que atonta


No son las olas del remoto confín las que socavan nuestros principios. Es el oleaje cercano, las decisiones del próximo, sus acicaladas mentiras, guionizadas y almibaradas para que el espectador del teatrillo, se las trague enteras y bien.
La verdad, nos desborda, nos anega, pero no nos socava, sólo nos ahoga por su brusco acontecer. A la verdad, sólo se la puede abordar desde el análisis de fondo, pues no es almibarada, simplemente cursa desnuda, abrupta y es.
Vivimos tiempos de telepredicadores electos, de guapos acicalados para tapar sus cacarañas, esas de su cara y esas de su amoral alma. Tiempos de maniobras de distracción, que es otra forma de mentir.
Desde la caja que atonta, esa que hay en todos los hogares, esa que a la misma hora que alimentamos nuestro cuerpo, se sienta a nuestra mesa y desde la proximidad del oleaje amigo, infecta de ponzoñosas patrañas nuestra alma. Caja para tontos, de caritas monas que leen el telepronter, que compungidas fuerzan una lágrima que nunca rueda, una empatía que no existe, una preocupación que es una falacia.
Quien decidió no salvarte de este abismo ayer, ni te salvará hoy, ni te salvará mañana.

El filamento incandescente.


"Las polillas acuden cegadas hacia la luz, hacia el fulminante placer, el placer de quedar atontadas tras impactar contra el tórrido cristal que encapsula al filamento incandescente."