herido por las mismas zarpas.
Quiero que el infortunio
escribas sobre mi piel
los mismos malditos reglones
que a ti te atormentan.
Quiero que la mala vida
are mis carnes
y siembre
en tus surcos,
en mis surcos
la semilla de la desdicha
que nos hace colisionar
en las noches de las Parcas.
Quiero porque te quiero.
Sufro porque tu sufres,
y fundirme contigo, conmigo
tanto anhelo,
que me replico
para en el onanismo
colmar aun en tu ausencia
mi fatal desvelo.