lunes, 22 de abril de 2024

Reverendísimo Señor Obispo


No hay nada peor que encastillarse, encerrarse en los cuarteles de la pompa y el botado, oler a perfume caro y lucir la ridícula mueca de una solterona; así lo dice y critica el Papa Francisco, curia ebria de vanagloria que sólo sabe hablar de repostería, mantelitos bordados por las primorosas manos de las monjas y apedrear a los decentes con las taras y vicios propios, con las calenturas nocturnas que les sobresaltan y que aplacan yendo a la despensa en mitad de la noche a comer magdalenas. 

El Reverendísimo Señor, Pietro Neto y Brillante de Porro, era la relamida estampa de todo lo criticado por el Santo Padre, una cincuentona con papada, de cutis tirante y mueca espantada, con el aire bobalicon de una añosa despelleja corderos que cree que el alba blanca tapa todas sus inmundicias. Que alejada de la fe estaba él y toda la corte de su satrapía, reino de antojos y de tardes de calceta. 

Don Pietro, dejaba pasar los días escuchando con orejas de asno y sentado en su catedra, a los celos y a las envidia, consejeras típicas en los salones de la preeminencia. No llega lejos quien más trabaja, sino quien más difama y más se arrastra.

Dios a ninguno de estos necios le dio potestad para condenar, si se la dio para perdonar y acoger, para abrir las puertas del templo a todos aquellos que buscaban curarse, paro todos aquellos que reconocían sus faltas y decidían enmendarlas. La iglesia ya no es casa que sigue las normas de Dios, sino lupanar lleno de normas de hombres, normas discriminatorias que crean zonación, que crean una extraña jerarquía de hipócritas,  de sepulcros blanqueados de bordadas casullas. 

Don Pietro en sus largas noches no podía evitar tener el pensamiento donde tengo ahora la mano yo, tener el pensamiento en mi mano que se desliza sobre mi miembro buscando el placer, placer negado que la solterona compensaba engullendo magdalenas. Uvas maduras y suculentas que denostaba, al no poder alcanzarlas, drama de patética y sebosa zorra. Tras el atracón llegaba el sueño, pero no el descanso, porque la obsesión volvía a arar lo ya arado, volvía a anidar en su cabecita, pero ahora de modo más claro y vívido, ese es el poder del pecaminoso anhelo, martirizar sin tregua.

Yo jamás complací su lujuria, por eso su inquina, por eso él, recibía en las sala del palacio episcopal de modo recurrente a los celos y a la envidia, por eso sus orejas de asno escuchaban enjoyadas calumnias, historias sin pruebas que buscaban mi ruina y desprestigio, por eso siempre desee que cuando en la consagración alzaba el cuerpo de Jesús, la hostia le ardiera en las manos y derritiera su careta de blanca cera y surgiera su rostro de hipócrita y acicalada vieja.


 



sábado, 17 de febrero de 2024

Se tambalea mí firmeza

Se tambalea mi firmeza
en este mar de urgencias, 
en este imperioso 
no poder dejar para mañana, 
ese mañana que aún no existe 
y que sólo es 
quemazón e inseguridad. 

Ojos terrosos y almizcle verde, 
el deseo es caprichoso 
y desdibuja fronteras y orientes.

Arde el ahora, 
arden las horas 
e inflaman la vela 
de la nao que va sin norte, 
de la nao que busca encallar 
en los arrecifes de fuego 
de tus costas.

Se tambalea mi firmeza 
en este mar de urgencias, 
en este imperioso 
no poder dejar para mañana, 
ese mañana que aún no existe 
y que sólo es 
quemazón e inseguridad. 

Ojos de acero 
y almizcle que es veneno,
el deseo es caprichoso 
y recrea jardines en los eriales, 
en las escombreras.

Arde el ahora, 
arden las horas 
y el pudridero de los Reyes,
atestado de errores 
y de coronas de hojalata, 
me recuerda 
que la quemazón 
no acierta.

La nao que va sin norte, 
la nao que busca encallar 
en los arrecifes de fuego, 
en el cortante coral

jueves, 15 de febrero de 2024

Rodar y rebozarse con lo más básico


Ruedo por las barras escuchando perogrulladas, razonamientos deshivanados. Palabras someras de gente muy básica. Que sencillo es el mundo para el que tiene pocas luces, para el que es feliz de un modo tan básico.

 

miércoles, 24 de enero de 2024

Entre espinas


Soy un infante que sobrevive alimentado por la agria leche de las malas madres. 
Soy un ismo entre dos abismos, puente entre dos infiernos.
No puedo retroceder y buscando avanzar no puedo.
Primavera en invierno que conoce que no puede parar el brío de las rosas, y también sabe que ese dulzor entre espinas será ametrallado por el hielo.

sábado, 20 de enero de 2024

Así me lamento


Torre de marfil 
que erosiona su soberbia. 
Es mi nobleza carne de cañón. 
Me rindo y me rebelo
contra mi instinto natural,
me doblego como junco, 
en este valle de empréstitos 
que he decidido no cobrar.
La melancolía me lacera 
como pedernal que me acaricia.
Abrir y cerrar de ojos 
que descorre telones.
Ser autosuficiente 
para rendirme ante 
las postrimeras migajas,
así me siento, 
así me sentencio, 
así me lamento.


Draeb Rab


 "Cuando alguien te decepciona, estás viendo solo la punta de iceberg, existen tres cuartas partes aun bajo el agua. La decepción siempre camina de la mano de la ocultación, y aunque es duro descubrir el hilo, que si queremos nos llevará a la madeja, es salvífico abrir los ojos al chocar contra la punta del iceberg y salir del laberinto de la farsa."  

Draeb Rab

El desorden de nuestras vidas


" Nuestra vida no se desordena, la desordenamos nosotros. Babel de sentimientos encontrados, que hablan distintas lenguas."

 Irsia Carolain Sprimbol

martes, 9 de enero de 2024

Nostalgia


Es grande 
el estrepito 
de la caída 
de una torre 
muy alta. 

En las alturas 
se llora nieve 
que el gélido viento
mece y acuna 
hasta postrarla 
en el llano.

 

lunes, 8 de enero de 2024

La Victoria está llena de rincones


A lo largo de nuestra vida 
Son muchos los telones 
que caen o descorremos, 
y tras el show, 
descubres las bambalinas 
y toda su miseria. 

Acicalada en afeites, 
perfumada de almizcle
y henchida de falaz seguridad 
camina y se pavonea la farsa.

Que poco apreciada es la lealtad
la mano tendida hasta le extenuación,
la defensa incondicional, la fidelidad.

Son muchos los telones que caen, 
con el estrepito de arrasar 
todo el bucólico valle, 
el vergel de afectos, 
el trono en el que se sentaba 
nuestro Rey de pies de barro.

El amor es ciego, 
es ingenuo y confiado, 
es nieve sobre la que 
garabatea el infame. 

La Victoria, 
está llena de rincones 
donde el oleaje 
deposita miserias.

La decepción 
es una mancha 
de negra aceite 
que se extiende incluso 
sobre la raquítica verdad.

domingo, 7 de enero de 2024

La decepción

 


"La decepción es una plúmbea losa que cae sobre la farsa aplastándola y borrándola del bello paraíso de los afectos. No se puede querer a quien te ha mentido tanto."

Irsia Carolain Sprimbol 

viernes, 5 de enero de 2024

Brillos de vinazo


Que embriagador es el brillo de la pacotilla, es el vinazo con el que se calienta el populacho. No hay nada regio en el mal gusto, extendido mal que asola el mundo raso. 
Sé que soy un insolente, de gustos elevados y atípicos, por esa razón acepto altivo el martirio de ser apedreado en plaza pública.


lunes, 1 de enero de 2024

La evidencia


Es una tortura la evidencia, 
el oleaje que lleva a la playa 
el naufragio de la esperanza.

Quisiera no saber, 
pasear por la arena dorada 
sin ver entre caracolas 
los harapos de tu farsa.

¿Cómo no voy 
a acastillar mi alma?
Soló en mis cuarteles,
lloro a solas. 


domingo, 31 de diciembre de 2023

Feliz Año Nuevo 2024


Suelen las palabras caer en saco roto, caer en un pedregal, caer en el olvido. Por eso las fijamos sobre tablillas, escritas y colocadas en vía publica, en los cruces de caminos, en los acantilados del peligro, esos que desde su averno nos gritaban, SALTA.
Desordenaré las lluvias, para avisarte, para tejer con mis desasosiegos una red salvífica, un aprisco protector que te salve del enharinado lobo.
El amor es así, lluvia de palabras, estacas que edifican torres, atalayas para evitar las razias.
Es un continuo el tiempo, jalonado de hitos, que nunca podrán impedir su fluir constante. 
Ámame en la lluvia, en la sinceridad de mis verbos, en el filo cortante de mis promesas que intentan conjurar la fatalidad de los celos. 
El año muere y renace en un segundo, con nuevos dígitos, pero sin darnos tiempo a la tregua, nace con la ira de los días pretéritos, con el ansia de la ultima meta volante, con el fervor de las nuevas empresas, esa lista de incumplidos objetivos que ayer vencieron y hoy vuelven a entrar en vigor como nuevos. 
Ya no tiene el tiempo los inmaculados destellos que irradiaban las inmaculadas esferas.
Feliz Año 2024.