miércoles, 28 de febrero de 2018
Volando
El tiempo pasa inexorable,
pasa volando,
pasa guadañando,
segando belleza,
diezmando talento,
hiriendo memorias,
borrando proezas.
El tiempo pasa veloz,
pasa desmontando farsas,
apresando criminales,
cercando calumniadores.
martes, 27 de febrero de 2018
Futuro común
Son muy pocos los que saben leer signos.
Los que construyen sobre las heridas.
Los que saben colmatar las brechas de la inquina.
Los que se sobreponen al daño y abrazan al enemigo,
para construir en la tierra común, común futuro.
domingo, 25 de febrero de 2018
Imponderables
"Culpar a veces al exterior de tu desdicha, no es el error de una mente débil. Sólo es reconocer, que vivimos manejados por imponderables."
Irsia Carolain Sprimbol
Rey de mi infortunio
Soy el Príncipe del infierno de mis días.
Soy el Rey de mi infortunio.
Conde de un azar dramático.
Corista de una sórdida guerra.
No quiero que la suerte manipule mis días.
No quiero quejarme de las horas impuestas.
Trenes que la vida me fuerza a perder.
Carretas malditas en las que el destino me fuerza a dar tumbos.
¿Que soy en los años de estío?
¿Que soy en el infinito invierno?
Ángel que nació caído.
Humano que evita caer.
Camino sin gloria.
Gloria que es un muy angosto camino.
El oro es una aleación de sangre y sudor
El oro es una aleación de sangre y sudor.
Nace de la insana necesidad de la preeminencia.
De ocupar primeras filas sin alma.
De almacenar hasta un infinito que nunca sacia.
Enfermos de avaricia y envidia.
Vacíos de amor y entrega.
El que busca abrazar iguales, siempre tiene las manos vacías.
Al rebufo
"No tiene mérito ir al rebufo. Es muy claro el rastro que deja quien se arrastra, para medrar en la selva del latrocinio. Amputados por seguir en el aprisco de la mezquindad."
Yoransel de Omatog
Sólo en el silencio se puede sembrar oro
Sólo en el silencio se puede sembrar oro.
Clausura que nos prepara para alumbrar los hijos de la razón.
El ingenio no necesita castillos, el ingenio rinde en la desnudez del encierro.
Da frutos en la travesía del desierto.
En el infierno del desafecto, del estigma del loco, del que no soporta el balido del borrego.
Es sacrificado hacer rendir talento, pero el profeta no soporta la calidez del aprisco, ni las reglas del mercadeo.
miércoles, 21 de febrero de 2018
Rapera basura
Dosis letales de amargura y desencuentro.
Sin alma se puede hacer falsa poesía
Hay asesinos que hacen rimas con sangue.
Basura que canturrea chanzas.
Miserables que rapean buscando el infierno.
Mondongos del despropósito.
Tarascones de la contienda.
domingo, 18 de febrero de 2018
Nadie me entiende a mi
Me desespero en los interlocutores mediocres, en la mediocridades de mis interlocutores.
Quizás yo no entienda el mundo, pero siento que el mundo no me entiende a mi.
Náusea
"Desear la muerte no tiene nada de fulminante, lo único que tiene, es mucho de náusea existencial."
Yoransel de Omatog
No sé querer
No sé lo que es querer.
No sé lo que es sentirse querido.
Creo que nada sé.
Creo incluso haber imaginado las caricias, que un día reconfortaron mi cuerpo.
Creo que un día, de forma muy efímera, alguien me amó.
Tú, eres mi fracaso
Jamás has estado conmigo en ningún momento importante para mi.
Estar presente en el aburrimiento, en la desidia, no es estar presente, es solo ser desgrasante entre el limo de mi autosuficiencia,que exige poca presencialidad y ya se ha habituado a tu ausencia.
He fracasado y tú, eres mi fracaso.
Me embrido
Todo el mundo piensa que soy un deslenguado.
Pero me muerdo tanto la lengua, me contengo tanto, me embrido tanto, que en la contención a mi mismo me enveneno.
Me desvanezco
Me empapa el fracaso, el fracaso en los afectos, el fracaso en el amor.
Demasiado autosuficiente, demasiado sincero, demasiada es mi brutalidad.
No sé amar o nadie me ama como yo sé.
Me desvanezco en los días sin cólera, en la cólera contenida de mis aburridos días.
Hábito el infierno, mi infierno, el infierno de un idolo de barro, el desierto de mi soledad.
Hastío y desidia
Sobrevivir hiere, nos marca.
Marcados porque hemos salido victoriosos, cuando vivir no es una victoria.
A veces la victoria es desaparecer, diluirse como un terrón de azúcar en este mar de desidia, en este infierno de latitos que nos fuerzan a la presencialidad.
Precipitó mi ausencia, acelero mi partida, no soy dueño de nada, pero en la autodestrucción quiero ser Parca, que corte el hilo de una vida, que ya nada me gusta, que en nada me complace, que sólo genera en mi, hastío y desidia.
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