lunes, 29 de marzo de 2021
Manos suaves
los cometen las suaves manos,
crímenes intencionadamente imperfectos,
intencionadamente plagados de calumnias.
No hace falta mojarse, pisar el barro.
sábado, 27 de marzo de 2021
El tiempo
no es dejar de amar,
de sentir,
de vibrar.
El tiempo nos aja,
pero no aniquila
la virginal sensación
que es despertar al amor,
volver a amar.
El amor no compara caricias,
el amor es caricia,
y en eso sólo se centra,
en sentir amor.
miércoles, 24 de marzo de 2021
Un roce
arranca paginas
de nuestro calendario,
días de Santos,
días que a veces
y por unos segundos,
rozamos el cielo,
días de interminables esperar,
días devorados
por la impaciencia,
por en loco empeño
en volver a sentir
un roce,
un fortuito roce,
que desvió nuestra trayectoria,
y decidió,
que ya no queríamos,
hacer blanco
en la preestablecida diana.
El viento arranca días
de un santoral de mártires,
como nosotros,
mártires de un arrebatado amor,
como el que nosotros sentimos ahora,
un amor cimentado en un roce,
en una decima de segundo,
en una mirada que nos traspasó,
cuando de frente y sin parpadear,
nos dijo:
- Pase primero usted.
sábado, 20 de marzo de 2021
Yacer
Le habían cortado el pelo a trompicones, era un poema su desatino y su altanería. Loco empeño en proyectar una hidalguía que en su ralea nunca habían poseído.
El amor se dispensa de modo aleatorio, ni se pide permiso para ello, ni es consentido. El amor aterriza en nuestras vidas con estrépito, como elefante en una cacharrería. Nadie le previno sobre aquella catástrofe, sobre cómo una trivial caricia cambia la trayectoria de la bala que nos estaba matando, como una mirada nos redime y nos salva de la fatalidad que es yacer, con quién con su toxicidad nos mata.
viernes, 19 de marzo de 2021
Me castiga la templanza
Me castiga la templanza, ese andar conveniente y sosegado, ese medir los pasos, los renglones, las miradas.
Se nubla el horizonte, se viste de gris mi brío, y contengo la riada de mis manos para complacer y nado en el mar de la desgracia.
Más nada borra el deseo, el inquietante roce, el aire que tú exhalas y yo luego respiro.
No tengo nada, entre mis dedos todo se ha ido, se ha marchado otro día y sin amor lo he perdido.
miércoles, 17 de marzo de 2021
Sólo para desearte
para amarte,
pero pienso tanto en ti
que me hago daño,
y no pienso en ti
para abarcarte,
te repienso e imagino
sólo para desearte.
Mi partener
en la escabrosa palabra que es ser correspondido, recibir.
Siempre quise amar y ser amado,
sentir esa conexión que nos hace fuertes y vulnerables,
que nos aísla y une al mundo,
esa colisión que es entrelazarse
y sentir que nada existe más allá de ese abrazo cósmico.
Siempre quise sentir ese dardo al unísono,
vibrar en los mismos instantes,
alcanzar la gloria
traspasando las puertas del placer a la vez.
Lo perseguí todo,
todo lo roce,
y no duro todo
tanto como yo quise.
No era mi camino
o quien caminaba conmigo no lo quería hacer.
Y nuestra trayectoria se volvió errática,
nos convertimos en un río turbulento,
lleno de peligros, de sombras.
Y cuando llego el llano
y se sereno nuestra furia,
llegaron los meandros de soledad,
curvas infinitas sin avances,
lugares donde se depositaban las afrentas,
donde no había rosas,
donde sólo había reproches y tormentas
que amainaban con un sexo forzado por el miedo a romper,
un sexo que se volvía alambicado,
un sexo en el que ya no estábamos solos,
un sexo oscuro, sin fondo,
un sexo donde ya no había amor,
un sexo donde había vicio, hambre y brillo de strass,
pacotilla que sólo soportaba la noche.
Siempre he perseguido un amor eterno,
pero nunca he encontrado mi partener.
Me he perdido y no sé volver
Me perdí hace mucho tiempo y no sé volver.
No encuentro el camino
para desandar mis tropiezos.
No he vuelto a sentir
la suavidad de las delicadas rosas.
No sé volver a ese jardín
donde sólo se entra una vez,
al que la vida nos lleva
y el desamor nos expulsa de él.
Me he perdido y ya no sé volver.
sábado, 13 de marzo de 2021
El foso
o quizás fue mi forma distinta
la que cavó el foso.
Lo cavaron mis manos soberbias,
mi síndrome de autosuficiencia.
Ya es tarde para eliminar
ese maldito perímetro de protección
que me hace ser inabordable.
Lloro cada amanecer,
lloro cada anochecer,
lloro en las tardes,
en las horas de sol,
en los ventosos mediodías,
en las horas crepusculares de ligera niebla,
lloro y llorar no me redime,
y llorar anega más aún el oscuro y profundo foso,
que es mi protección y mi cárcel.
viernes, 12 de marzo de 2021
De fresa
por tu boca de almíbar,
rueda con sabor a fresa.
Mis ojos de menta
se clavan en tu boca
mientras las palabras dulces
brotan como fresca caricia.
Nunca se elige el amor
El amor nos fulmina
sin pedir consentimiento.
No puedo ser feliz sin ti.
No puedo sentir amor fuera de ti.
Nunca se elige el amor.
Nunca quien ama se rinde
y hasta la extenuación batalla.
Amar es morir
en la senda de un placentero frenesí,
que nos deja vivir.
martes, 9 de marzo de 2021
Patria
nos deja claro
que aún no se ha ido el frío,
el fuego ha estado encendido
toda la noche.
El calor del hogar
que de desvelos acarrea.
En la intemperie
no se puede descansar
porque todo nos acecha.
Es el fuego
el que nos hace familia,
compartir
entorno a ese calor
anhelos,
proyectos,
andanzas.
Somos grey,
somos sangre,
que comparte
el granero,
el calor,
la despensa,
la defensa de los muros patrios,
la tierra.
Divide y veceras,
desúnete y date por vencido.
La división es un cáncer
que socaba el hogar,
el calor,
el vinculo de la unidad,
de la fe,
de la patria.
Tuertos
Jalea la calle, la falta de destreza, la falsa pena de la malvada coja, esa envidiosa que arrastra su lisiada pata, el zapato horrible que enfunda su muñón, la tara que no mengua la destreza zahína de su bífida lengua.
Mundo de memos que rebosan ponzoña y zahieren corniveletos al níveo, que erguido y sin dobleces, por el centro de la calle pasea.
Microcosmo de ciegos que viven odiando, ansiando ser tuertos, alcanzar a ver, si quiera la luz que se cuela por las rendijas de su jerarquía de mediocridad.
Hacerse añicos
como encajar
en el corsé
de la presencia.
Envarar lo que
natura nos legó,
esas curvas
que nos dan
calor en el infierno,
esas formas que
nos impiden ser gráciles
y volar como las envidiadas
y ligeras mariposas.
Sólo a solas se puede llorar,
desfallecer y hacerse añicos,
romperse y lamentar
las formas informes
que nos legó
el caprichoso destino.
Es difícil encontrar
la elegancia
en esos huesos anchos,
en estas reservas
para un pasar hambre
que nunca llega.
Nada devasta tanto
como no ser objeto de deseo,
como tener que estar
constantemente metiendo panza.
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