Escondo mi trastienda tras pesadas cortinas de terciopelo carmesí.
martes, 31 de agosto de 2021
domingo, 29 de agosto de 2021
Sumisión
Está mi mano pendiente de tu boca, de tu orden, te tu deseo que me arrastra a la dicha que es complacer.
Está mi mente abierta al azul del mar, del cielo, de la brisa, de la espuma que lame en la orilla de arena tus pies.
No quiero pensar, y amar sin norte y temer tu furia, y sentir la sumisión que es el placer.
jueves, 26 de agosto de 2021
Omerta
No, no quiero ser insensible ante esta lacerante farsa, ante el cinismo de tanto crecido farsante, ante la omerta de los que adulan al sátrapa.
No quiero que me distraiga el verano y que en el calor de su fiesta, me olvidé de sus tropelías y de sus arteras mañas.
No quiero ser insensible ante su lacerante farsa, no quiero dejar de combatir a su ejército de mercenarias garrapatas.
martes, 29 de junio de 2021
domingo, 13 de junio de 2021
Sólo lo inconveniente
es sólo una inflexión
tras rozar uno de los tantos
y vulgares cielos.
El abismo, siempre está presto
para devorar proezas.
El humano, siempre está dispuesto
a repetirlas.
Días llenos de segundos,
de últimos de la fila,
y de intrascendencia.
Sólo el almíbar mortal
congela la matraca
del tictac constante.
Sólo lo inconveniente
suspende el computo
de los segundos constantes.
martes, 8 de junio de 2021
Cúpula celeste
que sólo puedo transitar
por la sala de la altísima cúpula celeste.
El amor no me habita,
porque el amor amputa las alas.
No abrazo cercos,
no me encierro en ninguna cerca.
lunes, 31 de mayo de 2021
Siempre tuyo
y abierto en canal,
como paloma diseccionada
por los arúspices.
Libro de caligrafías de sangre.
Busco,
en este bosque de ruidos,
la mano que hurgue
en mis carnes.
Como la araña tiende
sus laboriosas telas,
para que en su encaje
componga música el rocío
con sus frágiles cristales.
A si mi corazón
se lanza a abrazar
el filo del cuchillo
de plata de los augures.
Me amo
reflejo de la luna salvaje.
Tormentas de forzado soliloquio.
A mis devaneos me entrego,
A mi culto onanista me consagro.
domingo, 30 de mayo de 2021
No existo
aunque locamente cuando me miras
me desordeno y me hago añicos.
No existo en ese rincón
en el que tu desdén me coloca,
en el que tu boca no me nombra,
en el que tus ojos me arrinconan.
domingo, 16 de mayo de 2021
Prudencia
Me atenaza la prudencia y pierdo el tiempo divagando y desestimando librar batallas por una tibieza castrante, que me fuerza a vivir rasante y sin catar el placer que me niega mi vida conveniente. En el peligro está la victoria y en la conservadora cautela la sosegada derrota.
martes, 11 de mayo de 2021
Encalló
me hizo naufragar.
Un único rayo
cambió mi destino.
Sólo tu destello
a mi me cegó.
Y en tus carceleros escollos
mi felicidad encalló.
Nostalgia
diría que estoy viviendo
una marcha fúnebre,
en la que gimen los violines
torturados por la angustia.
Me vapulea la nostalgia.
Me aguijonea la tristeza.
Soy mar de alcohol,
en el que me ahogo
y me salvo.
He vivido tiempos mejores,
pero hoy ya no libro batallas.
Presente de partidas
y de horas
que se escapan.
Ya nadie me redime.
Ya nadie me salva.
lunes, 10 de mayo de 2021
El placer devora inocencia
entienden lo creativa
que es la maldad,
las alambicadas
estrategias que teje
la podredumbre moral.
La perversión
es sofisticada empresa,
llena de trampas
y de fosos
con hambrientos
y voraces cocodrilos.
No hay nada más sublime
que el placer
de degradar al puro,
que el placer
de torcer
el sendero impecable
del perfecto.
Se acicala Eróstrato,
para con su poder
de seducción,
destruir bellos
e incólumes templos.
Sólo los iniciados
sobreviven
al laberinto carnal
que les hace rodar
hasta la sublime
degradación.
Ruinas vivas
que se han curtido
en las promiscuas batallas
del desenfreno,
en las cacerías atroces
e inmisericordes
del proselitismo
de la bella deflagración.
Rozar el cielo,
mientras uno
se precipita
al crepitante infierno.
Placer
sin norte,
sin puerto,
sin calma.
Bravo mar.
Mar abierto
a las marejadas
de las descarnadas
Parcas.
El tiempo
devora belleza
y la arrogancia
y el placer
finiquitan
inocencia.
En la palabra escondida
en la palabra escondida
que tú sólo sabes comprender.
Conoces mis temores
y aún así me amas.
Siento miedo al zarpo
de la lengua bífida,
a su malignidad.
Cuento estrellas
en la noche cerrada,
cuando nadie me ve.
Las cuento en silencio,
porque temo al ladrón,
al que se alimenta insanamente
robando la ajena felicidad.
Herederos de Caín,
a los que no hay que despertar.
En la levedad están mis caricias,
en las palabras escondidas,
en la caja fuerte de mi corazón,
que sólo está a tu merced.
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