martes, 29 de octubre de 2013

Gordas de la puñeta

Empeñadas en volverme loco están las gordas con puntillas que parecen mesas camillas.
Convence el granel, las garrafas de manteca.
Llora el tocino llanto de sebo.
Lagrimas de rata aceitosas y pringosas.
Que devastadora es la empatía que genera la gordita turiferaria y sarasa.
Sarna, asma, acusma de malas mondongas que en el ruido de pucheros tiznados atención reclaman y consiguen.
Que grasa en mi perseguís si magro soy y lana no tengo.
Diabólicas gordas que no entraríais en el cielo ni por la puerta más grande.
Gordas de la puñeta, del pelo frito y pajizo, de las raíces negra y la negra alma, tragareis los esputos que hoy esputáis, porque Dios existe y además memoria tiene............

Aflorar

Jamas deberíamos olvidar lo superficial, porque es la afloración de lo importante.
No es la soberbia el camino de la santidad, pero tampoco es el camino la ignorancia.
Parecer no es ser..
Y en el remedo inmaculado encuentra su hueco el fariseo.

De chancros y putas

Se seca el chancro en la boca de la puta y la muy necia piensa que ha desaparecido su mal.
Ahora el mal corroe sus entrañas con la tranquilidad que proporciona la ignorancia.

Tragar quina

Somos pueblo de disputas.
Somos pastoría de necios que juramos vasallaje y lo traicionamos al volver la esquina.
Solo hay un Dios, solo hay un rey.
La antigüedad es un grado pero no una salvaguarda contra los cainitas.
Teme al fuego, porque este no distingue entre reyes, condes y villanos.
Los que se achantan con temor incendiaran tu urbe y todos tus robados palacios.
Tu borras la historia de los que hicieron hazañas, otros borraran tu dagnatio y desaparecerás de tu edulcorada historia.
Quien fuerza a tragar quina, quina termina tragando.

Embalsar

Son las ofensas gotas que conforman océanos y nunca caen en recipiente roto.
Cuanto más consientas en embalsar mayor será el maremoto.

lunes, 28 de octubre de 2013

Besos de hiel bañados de azúcar

Besos de hiel bañados de azúcar.
Me esfuerzo en quererte pero ya no te quiero.
Son caricias esposadas.
Son labios que ya nada me evocan.
Forzados besos fieles de infidelidad.

Desear

Reinas de reinos, reinos sin reina.
Todo no se puede tener.
Aunque para tu desgracia todo, todo lo puedes desear.

Judas

Son hijos de la ira y la falsa superioridad.
Consiente Dios mio que los pecados del padre los pague el hijo.
Nunca olvidaré que quien tiene la mayor capacidad para negociar y vender es Judas.

Nocturnidad y alevosía

El saber atrae enemigos.
El dulzor atrae moscas.
Pasarela de bellezas tontas.
No se esconde la luz bajo siete llaves.
Mas es necesario cuidarla de la cobardía del sin agallas que traperamente ataca.
Eres muy visible
en la nocturnidad, y esa sera tu perdición.

Ojos verdes

Ojos verdes, como la esperanza que tengo depositada en ti.
Son los santos de aire como la caricia más suave, la caricia de tu aliento.

Protegeme Dios mio

Protegeme Dios mio del perfecto porque a el no le has creado tu.
Es una zorra con interminables filas de dientes.
Zorra de uvas verdes, de ansias, de celos.
Protegeme Dios mio que el camino es largo y esta lleno de cuatreros.
Se necesita poco para matar y en el perfecto todo, todo es necesidad.

Ladridos amables

Viajero de caricias.
Buscador de besos.
De palabras amables.
De ladridos amables. 
A voces llamaré a mi amor si se me pierde.

Heridas en mis plantas

Me habéis metido en líos.
En vuestras estrategias de matón.
Me aturde vuestra velocidad.
Derrapar para hacer ruido.
Soy heridas en mis plantas que ralentizan mi camino.

Huido

Después de las palizas en el corazón no queda otra que huir.
Huir no lo deja a uno en un buen lugar.
Pero cuando uno huye, huye siempre a un sitio mejor.
Soy un huido, soy un huido de ti, de tos daños y tu desamor.

El espejo de las estrellas

Miedo a caer, miedo a que me vean caer.
Impactos de corrección.
Golpes salvíficos.
Me verán virar.
Corregir la errática trayectoria.
Solo al caer uno es consciente del error.
Abigarrado ornato para amedrentar al iniciado.
Quimeras de sera para rendirme en los juegos de la ira.
Con el sol entre las nubes partiré.
Con el preciso equipaje de las huidas.
Con la cabeza baja para ver en el espejo de las estrellas la premonitoria venganza.
Ofertas para despreciar.
Despreciables ofrecimiento.
Es el cariño de la usura el que aflora ante el próximo acarreo.
Tirantez ante el imposible coincidir, negociar.
Ya no hay puertos solo mar y confín.