miércoles, 5 de febrero de 2014

Fina metralla de arena

Sentiré en mis yemas el frío del mármol.
La rigidez del adiós en el puerto.
La salada humedad de la orilla.
La fina metralla de la arena.
Y como en la barca se aleja mi luz.
Y yo en la playa me sumo en mi sombra.


Amigos de hambre

Busco la mano amiga en las calles donde vaga la penuria.
Donde habita el que en silencio rumia dramas.
En las barracas del destierro del hombre noble.
En el circo del pan, en las calles del circo.
Lo reconoceré por lo poco que necesita y por sus fieles perros.
Amigos de hambre, amigos con los que es llevadera el hambre de besos amigos.

La valentía impotente

Fallecen las miradas celestiales.
Las mata el cansancio.
La visión permanente de injusticia.
El llanto ajeno.
Se apaga el brillante fuego de los ojos.
En la valentía impotente. 

Babilla brillante

Saliva babilla brillante el cerdo ansioso.
Regocijo ante el pájaro muerto, festín frugal.
Casa de gritos y patadas, de ladridos y coces. 
Disparos de seres orondos que truncan vuelos. 
Porque su envidia les impide ver a otro ser volar.

La rivera izquierda

Podrás escapar del mezquino por las calles anchas inundadas de luz.
Huir de los empinados escalones de la torre cárcel.
Enquistación que nos proponen para salvarnos y a ellos en el encierro no importunar.
Cuando hayas cruzado el vació, cuídate de la rivera izquierda.
Si el amigo te cierra la puerta, es porque es un camino cortado, un precipicio, un vado o un cenagal.

En Perdigueros

Entre polvo de luz y humos bajos.
Estratos de inmisericorde invierno.
Suelos de barro y hojas de roble.
Se abre paso la vida entre el aguanieve.
Bellos terneros anaranjados en Perdigueros.

martes, 4 de febrero de 2014

Apedrearán al moscóforo

Sueños obscuros en los rojos bosques de violencia.
Bajo las torres del tendido eléctrico que chirrían desafiantes fulminando ciegos gorriones.
Temo la carta de la insólita cortesía, de la justicia incompetente que fusila inocentes reos.
Corderos acusados por lobos que se pavonean de lo prospero que es el delito.
Espesura fragorosa de zarzales que desgarran las ricas sedad de la inocente belleza.
Confesaré en perjurio los pecados que la tortura me fuerza.
Lloverán piedras de ira sobre la bondad del moscóforo. 

Rateros de rescoldos

Ladrones de lagrimas.
Pescadores en el mar de los sollozos.
Estrellas rateras de rescoldos.
Os calentáis con las brasas de la penuria.
Con el hambre del desamparado negociáis.
Cazadores de dramáticos trofeos que exhibir en vuestro circo de usura. 
Caridad de rédito, de grasa, de sufragio.
Defensores de pasillo, foro y galería. 
Representantes que no representáis a quienes en la promesa el voto robáis.

Ivernación

Los ausentes rayos de sol.
El ruido constante de lluvia.
La noche temprana y el día poco madrugador.
Empapados estan los gorriones, los gatos y las macetas.
Frió húmedo todas las horas de sombra y más sombra.
Gris y negro perennes de largo invierno.
Cristales de vaho y horas de brasero. 

Escoger mejor que enderezar

Como enderezar un canalla.
Fastidioso drama de sollozos convulsivos.
La bella flor de la edad.
Que se rinde al llanto ante cualquier desaire.
Bromas de ciego querer.
Escoger para cruzar el umbral del futuro.
Escoger para no sufrir por amor.

El guión de los asuntillos

Cotejo para descartar.
Son las necesidades del éxito.
Duro trabajo al que muchos aspiran y uno solo gana.
Serpientes que avanzan retorciéndose.
Camino de méritos y asuntillos.
Extraños relatos guionizados para hipnotizar.
El circo con guión es magnifico.
Es magnifica mi ascenso de perdidas, mi ascenso de perdición.

El buche agrio

En la penumbra donde los susurros suenan como gritos.
En la balsa de mis placeres secretos.
En las lenguas que cierran llagas.
En la rendida esclavitud de mi religión. 
Que a solas y solo en mi alcoba de los Santos yo profeso.
En el limbo de mi casa.
En el desprendimiento más absoluto.
En la miseria que me hace Libre.
En el baluarte que me libra de la escorrentía.
En la cámara más intima, en mi recámara.
Donde solo llega el trino de las bandadas de gorriones que alimento cada mañana.
Donde la urraca amiga me cuenta tus devaneos al llegar el alba.
Sin ruido ya no hay molestias, ya no hay molestias sin ningún ruido.
Solo cruje en la ausencia de mi anterior nido, el buche agrio de las que por envidia montaron en cólera.

lunes, 3 de febrero de 2014

Buitres que intentan pasar por loros

Exigencias que a nosotros no nos exigimos.
Dureza con el otro que contrasta con nuestra indulgente blandura.
Con lupa miramos motas y en nosotros no vemos enormes dunas.

Armado para sobrevivir

Buscando la perfección donde nadie la ve.
Donde los mordaces y descarados no pueden verla.
No se practica la cortesía con los desheredados.
Los que no quieren ser redimidos odian a los redentores.
Inmiscibles son el agua y el aceite.
Si extiendes la mancha nadie te tirará una piedra.
Canal de delitos que con pequeños capilares compromete al vulgo para someterlo en la complicidad.
A veces huir no es suficiente, es necesario huir y armarse, no para atacar, solo para sobrevivir.

El roble añoso

Muere lentamente el roble añoso, gigante que creí que estaría allí vivo siempre.
Me tantea el zaino sabiendo que soy dedil y puede hacer que se tambalee mi reinado.
Es cínico que en la cúspide los amigos sean del ganador.
En el exilio nadie te compaña, en la derrota solo eres tu el derrotado.
Tus vasallos de ayer, son hoy sus vasallos.
El poder solo compra el hoy, sin poder ya nada compras.