viernes, 14 de febrero de 2014

Dioses del interes

Es la frivolidad y la falta de escrúpulos, la diosa que está en el altar mayor.
A ella no se le reza, ni ofrenda nada, solo se la imita en la amoralidad y en el crimen.
Nada importa el otro, nada importa el saqueado, nada importa el exprimido.
Altares de dioses del interés, del egoísmo, de la estafa, religión de salvapatrias que nada salvan, mas bien solo ponen a salvo sus ilícitas y saneadas financias.

San Valentín

Hay fechas que son de plastico, de papel de regalo, de ofrenda.
Tributos a la enfurecida diosa de siete cabezas.
Voraces pecados capitales que capitaliza el amor.
Alcoba con más sombras que luces y santos titiriteros que no tienen ni sitio claro en la hagiografía y por mercantilistas no tienen ni de Dios perdón. 

jueves, 13 de febrero de 2014

Buscaré grajas gritonas

Buscaré a los cuervos amigos que traigan joyas a la reina exiliada.
Buscaré a los enlutados para que lloren en los funerales del reino.
Buscaré grajas gritonas, plañideras estridentes, que harán ruido en el drama.
Aletean mis fieles y hacen mi cielo negro, para que nadie en la negrura me envidie.

Esquilas y campanas

No soy yo de rimas cascabeleras.
Ni de títeres bajo la luna lunera.
Soy más bien trompicón y tolón.
De lacrimógeno drama.
De esquilas y campanas que doblan.
De entierros bajo la niebla.
De alcobas de desamor.
Y de tormentosas alcobas.

Se olvida el dulce pasado

Besa con rabia el desamor.
Copa rota imposible de pegar.
Corta mis labios el afilado filo.
Caricia y escarnio orillas del mismo torrente.
Amor accidente que rinde en lluvia de pétalos.
Desamor accidente camino de espinas.
Enojoso es el desenlace de lo que nace rosa y cardo fenece.
Enferma fácilmente el amor, en la fiebre del celo y la prepotencia. 
Enferma y la enfermedad le torna receloso y odioso bicho.
Besa con ira el enfermo de odio que al dulce pasado de caricias desoye.

Caricias al aire

Se escapa como arena el amor de las manos de los necios amantes.
Cae directamente al frió suelo.
Al atravesar las manos ausentes de los inexistente.
Amantes que no idealizáis que poco queréis.
Amantes que no queréis que poco acariciáis.
Baldías son las caricias prodigadas a los necios y al aire. 

La traición del amado

Música de fiesta para celebrar carencias.
Oficio de baja plebe, rendir el destino al amor.
Como se atiende uno si se desnorta en prestar atención.
Vence el amado la guerra, anexiona y exige tributos.
El disgusto de amar hace siervos, plenos en sumisión.
Desnudos en defensa, en ofensa, en batalla.
Vencedores amados de desdenes toscos.
Abono para la entrega, estiércol de impuestos.
Necia descortesía de enemigo amante. 
Que a todo se ante pone y en el anteponerse con nuestra entrega sus metas logra.

miércoles, 12 de febrero de 2014

El poder de lo sucio

Sedes en medio de la nada.
Es la clandestinidad de nuestro poder.
Leyes de silencio que ligan y someten.
Es la fuerza de la ilegalidad, fuerza para forzar, para torcer brazos y rendir.
El más fuerte de los poderes, el poder de lo sucio.
Reyes de sometidas zorras.
Reyes de chaperos y proxenetas.
Reyes de vicios y drogas.
Poderes en la sombra, la sombra del poder.

Hacedores de males

Es un laberinto el pensamiento, que desordena mi alma en la lentitud de la justicia humana.
Confió en la divina pero cifrada en el aun más largo plazo y no quiero desear en indignidad males a mis enemigos, males para este mundo.
Pienso y priorizo en mi bien y el bien de mis ángeles.
Pienso y ruego paciencia para esperar el cobro futuro de las fechorías, la condena a los ruines hacedores de males. 

Defenderme

Os crispa que me atreva a defenderme.
Acostumbrados a rendir, a humillar.
No soportáis que en la caída, con el descaro de poseer la verdad os miré.
En vuestras arremetidas, que no sacia el vencer en los ardides de la sombra, os adentráis en el pantano que os engullirá. 
Hasta un rendido, en su sacrificio tiene un arma, arrastrar en su muerte al vencedor.
Os embrutecerán las gemas que broten de mi pecho, olor de santidad azuzador de violencia.
Violencia de rendido que os pondrá una lazada en la pata y os arrastrara al otro mundo.
Allí no podéis ya robar y en él no habéis sembrado nada.

Leo en los ojos turbios

Sulfúreos olores tartáricos.
Se recuecen al fuego las pócimas del berrinche.
Frustra que salga, la aviesa jugada, torcida.
Almas nacidas negras, de vidas negras, que manchan todo lo que tocan.
Despiadado gobierno de la amenaza.
Escaleras ascenso de miseria, que no tenéis ni porte aun en el sin rasero de ascender.
Todo el tiempo de mi mundo, frente a toda la zafiedad del vuestro.
Las colisiones son asunto de dos partes y yo sigo obstinado en continuar colisionando.
No escucho las palabras de la justificación, solo leo en los ojos turbios la envidia de la miseria.

Totalitarismo

Entarimado de patrañas, arquitectura efímera de gritos y oscuras mentiras.
Perseguidores de cimas a cualquier precio, por cualquier medio.
Argamasa de fraude, adobes de los hijos de la codicia del lupanar.
Arquitrabado de cizaña, cimbras para los arcos triunfales del traidor.
Que poco me interesa tu cobijo y cuanto me mueve mi bienestar.
Si no fuerais mi solar, tarde me entretenía en repartiros migajas.

martes, 11 de febrero de 2014

Sátrapas ególatras

El fraccionamiento crea ingobernables taifas.
Taifas de sátrapas ególatras y ensimismados.
Adversarios irreconciliables que viven fragmentando un único corazón.
Cainitas dignatarios carentes de toda razonable dignidad.

Ratas con dientes de oro

El torturador brillo del mal gusto de las ratas.
Ratas de dientes de oro.
Ratas abrigadas con pieles robadas a la zorra.
Zafias baladronas que en el lañar destellos encontráis eco.
Resplandor miserable de asesinas de corderos místicos.
Pecadoras mortales de comulgar sacrílego.
Alcantarillares que oléis a lodo.

Respirar profundo

Hay tanto tonto que en el respirar profundo.
Propone abandonarse a la corriente como modo de remontar el río. 
Que sentir tanto abandono de necios da miedo.
El abandono no es un esfuerzo.
Es un placido o no tan placido sin esfuerzo.
Que no lleva donde uno quiere, sino donde decide el rió.
Que con gravedad se esfuerza en llegar a su meta y puerto.
Es de ilusos respirar y cerrar los ojos.
Esperando que al abrirlos veras la meta que has decidido no sudar.