viernes, 30 de mayo de 2014

Humo a precio de oro

Si hay claridad se puede avanzar con paso firme.
Por eso temo al torpe que su torpeza enmascara.
Temo su osadía que vende humo a precio de oro.
Me lleva al precipicio el falso pastor.
Me avisa el falso faro de que no hay escollos en la costa de abruptos acantilados.

Princesas de aire

Princesas de viento.
Damas que se crecen en la sartén hinchadas de aire.
Aire de pueblo que pasa hambre.
Princesas de carne hueca de calabaza.
A falta de pan, buñuelos ligeros de viento.
No nos asustemos con la gravedad, porque todo siempre es susceptible de empeorar.

Con una sola estocada

Cuantos naufragios provoca el amor.
Bellas palomas heridas en las tardes de sol.
Corceles de jaspe que no conocen la suspicacia.
Engullida por las olas de berilo llora la princesa.
Belleza que con inocencia te vistes.
Pureza que sin reparos confías.
En el torneo de los sacrificios serás presa fácil para el altanero jinete.
Ay cautela donde te escondes.
Ay cuidado que caro te vendes.
Ojos de tierra y boca de brío robarán en el huerto sin cerca.
Virtud descuidada, delicada porcelana que con el violento traqueteo te zahieres.
Dura tan poco el paño limpio, si sin cuidado por el suelo de polvo se arrastra.
Virginidad que en el albero, entre vítores de toreros, con una sola estocada se pierde y muere.

Los árboles rectos

Almas extraordinarias de piadosa dulzura.
Denostado blanco purísimo, que a su lado todo se eclipsa.
Árboles de verticalidad prodigiosa.
Sois almas tan luminosas que en la tierra os esperan las llamas.
La llamas de la envidia.
No se calcinan los montes  de los arbustos tuertos.
La mano envidiosa y sus celos solo quema los majestuosos y verticales árboles rectos.

jueves, 29 de mayo de 2014

Amantes ideales

El amor y su abnegación generan monstruos.
Hay que tener cuidado con lo que damos y no nos dan.
El amor y su demasía alimenta engendros.
Cuervos gordos que tras estar cebados solo saben demandar.
El amor no es condena.
El amor solo a amar obliga.
Amantes ideales que dan el mismo amor que reciben.

Fuegos alejados

Será un agravio mi consuelo.
Hoguera de pajas.
Me mido en los estragos de tu hermosura.
La belleza aunque menguada llega a la tumba.
La maldad aunque domada llega al infierno.
Nada se pierde por completo.
Por completo uno nunca está perdido.
Unido a la cordura por un hilo.
Salvado de la locura por una fina ranura.
Conciencia y arrepentimiento, son fuegos alejados.
Que me harán entrar en calor si a ellos me arrimo. 

Toxico humo

Vendedores de humo.
De toxico humo.
Consigues mi sí, retorciéndome el brazo.
Mi silencio no es aprobación.
Mi silencio es condena.
Es asfixia.
Es ahogo.
Es cesión.
Es morir en el viciado e irrespirable aire.
Aire de humo.
Aire de miedo.
Aire de dolor en el cuerpo del otro.
Soy permeable al latigazo en la espalda de mi amado.
Me callo para que no sangre la herida del próximo.
Silencios para posponer.
Silencio el ya escrito fin.
Tiempo para pensar.
Tiempo para curtirme y sanar.

Lujo en el mar de escombros

Es mi corriente elevado.
Suelo elevar lo corriente.
No me dirijo a nadie.
Solo me dirijo a todos.
No soy yo el que estratifica sedimentos.
No soy yo quien de la alcoba a la sala cambia papeles.
No suelo escribir entre lineas, pero puedes leer en ellas.
Es mi fidelidad un permanecer al lado de la adversidad.
Porque en lo favorable hay multitudes de infieles.
Se distinguir quejidos en la algarabía.
Se localizar náufragos entre los brillos del lujo.
Se localizar lujo en los mares de escombros.
Soy paz en la guerra.
Soy guerra que no descansa en paz.
Yo no te etiqueto, eres tu el que te adscribes a una bella corriente.
Yo solo leo con voz alta y clara las contraindicaciones de tu prospecto.

Sola, solita, sola

Exuberancia explícita de mal saciada necesidad.
Nada llena el cántaro rachado.
El cántaro que en demasía exuda.
Mal de amores,
Mal de malos amores.
Amores de viento.
Abrazos de aire.
Te aman sin darte la mano.
Te aman sin sentir tu pulso.
Sin colegir que te ahogas sola, solita, sola, en tus desafueros.

Libres en la adversidad

La derrota es un estado mental.
La derrota es rendición.
Solo uno tiene la potestad de hacer esclava al alma.
No se entrega lo que el enemigo nunca puede asir.
El miedo es nuestro carcelero.
Eliminado el miedo no existe la cárcel.
Libres en la adversidad.
En la adversidad es cuando somos más libres.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Jardines interconectados

Nos podemos vendar los ojos para no ver.
Podemos mirar a otra parte, pero nada dejará de existir.
Si no miramos a la mala hierva esta crecerá libre.
Crecerá y crecerá y matará la belleza de nuestro jardín.
Somos jardines contiguos.
Somos jardines comunicados.
Aunque cerremos los ojos todo está interconectado. 

Hombre de manos libres

Nada te puedo ocultar en las manos.
Porque tengo las manos vacías.
Vacías que no torpes.
Nada traigo.
Pero todo lo puedo hacer.
Soy un hombre de manos hábiles y vacías.
El que nada lleva, va libre.
Va libre porque nada le pesa. 
Soy un hombre de manos libre para hacer y deshacer.

Isla

En las islas parece fácil desembarcar.
Pero no es nada fácil tocar costa.
Mueren en las aguas de la calma los intrépidos.
Mueren en las aguas turbulentas los calmados.
Soy isla de perimetral acantilado.
Soy isla de verticales pedreros.
Soy aislada isla que se complace en su aislamiento.

Huelo a monte

En el monte no tengo nombre pero las fieras me conocen por mi olor.
Me conocen y respetan.
Tengo el respeto de la naturaleza salvaje.
El respeto que el civilizado nunca me dio.
Huelo a monte.
Huelo a mi.
Huelo sin mentir.
Mi olor es claro.
Porque con nada camuflo ni mi bien o mal oler.

Como entiendo al que se aísla

Cuanto entiendo al que se aísla del mundo. 
Porque se aísla de la barbaridad.
Solo, pero sin estar mal acompañado.
Lejos de la urbe de anonimato.
De la urbe de ruido e incomprensión.
Mundo que fácilmente coge una piedra para lapidar.
Lagrimas de falso tras la fatal pedrada.
No llores mi partida si no has sabido defender que me quedara.