miércoles, 5 de abril de 2017

El no credo de los progres


Respetar no es consentir barrabasadas, no es guardar silencio frente al desmán, no es no censurar la conducta impropia.
En esta era, de ultracorrecciones de parte o de bando, que poco nos inmutamos con determinados atropellos, con la vulneración de los derechos de los que piensan distinto a nosotros. Manga ancha para el correligionario y sensibilidad extrema con la agresión sutil al afín.
Hemos universalizado de educación, pero que poco civilizados estamos, es un frágil barniz la comprensión, fina y frágil pátina, que presta se descascarilla y hace aflorar la fiera corrupia de la intolerancia.
Inmersos en tiempos de radicales y radicalismos, en la etapa histórica en la que más se habla de derechos humanos, derechos que respetamos y reclamamos para el que se solapa a nosotros en gustos e ideologías, y que avasallamos, como si eso fuera un derecho nuestro, en el disidente y discrepaste.
Distintos pero iguales, iguales pero distintos, sin primeros, sin ideologías imperantes, sin el imperio de la ideología cacareada como adecuada y correcta, sin la imposición de las normas de afines y la visión monocular y del no credo de los progres, que se creen enfundados por la razón, y no entienden y respetan que hay mil razones y que razonar es saberse colocars en el lugar de todas las partes.
Tienen mucho sesgo los conflictos, tienen el mismo sesgo que las visiones sesgadas, amigos de sus amigos, que se dedican a colocar a los que opinan distinto en los margenes, en las orillas del mundo, y los ubican allí, para despeñarlos, porque su grandilocuente verdad les permite censurar, lapidar, eliminar al que tiene una ideología diferente, a la que ellos etiquetan como anacrónica, obsoleta y rechazable.

martes, 4 de abril de 2017

Colapso


"Con frecuencia la maldad hiere nuestro corazón, colapsando los caminos del alma, dañando la manzana podrida que riega nuestro ruin ingenio."
Irsia Carolain Sprimbol

Más libres de lo que queremos ser


El hombre nace libre y elige estar o irse de las situaciones que la vida le depara, decide hacer o dejar de hacer en los conflictos que la vida le coloca. El hombre también busca su camino y camina en aras de conseguir metas. No somos marionetas, somos los dueños de nuestra fortuna o de nuestro infortunio, También existen los imponderables, el azar, pero aun así, nosotros podemos zafarnos de muchas calamidades, de muchas desgracias y llevar de muchas maneras, algunas de ellas muy positivas, la adversidad. El hombre sale al mundo para crecer y empaparse de sabiduría. El hombre abraza su destino sólo si se identifica con él.

Eutanasia activa no


Sólo morimos una vez, una vez sola dejamos de vivir.
Y ese transito lo deberíamos vivir con unos mínimos de conciencia.
Deberíamos vivirlo concienciados de que nos despedimos de nuestros afectos.
Conscientes de que decimos adiós al mundo terreno.
Serenos y atentos a ese cambio de estado.
Pero nuestro sistema de corrección nos narcotiza y nos duerme para que no suframos, cuando sufrir es estar vivos, sufrir es parte de la vida, morir como drástico cambio, es algo sufrido.
Los que estamos vivos, moriremos un día, más temprano que tarde y deberíamos sentir como se nos va la vida y como nuestro cuerpo que ha limitado nuestra existencia, que nos ha contenido, se vacía de nuestra alma y queda inerte, frío, sin vida.
Morir es una experiencia vital y como tal deberíamos vivirla, y aprendiendo de ella, aprendiendo que a la muerte no se la esconde, no se la relega a las salas del transito, a las inhóspitas habitaciones de los cuidados narcóticos y paliativos, porque vivir es morir y vivimos muriendo.

lunes, 3 de abril de 2017

Amores que nos abrasan


A veces el destino nos abrasa el rostro
y nos marca para siempre,
y nos destroza la belleza,
y nos obliga a vivir la torturadora existencia de ser un monstruo,
un observado monstruo digno de compasión,
un monstruo que un día fue trofeo perfecto,
que fue pieza codiciada en la colección del que nos amo,
del que disfruto poseyendo nuestra bella faz,
Poseyendo nuestro bello cuerpo.
Amor que me odias tanto
y has destrozado con tus ácidas babas mi semblante,
no puedo perdonarte,
pero quiero olvidad que intestaste destruirme,
destruir mi vida, destruir la piel que encierra y contiene mi alma.

Más siempre es más


Soy mucho.
Soy exageradamente denso.
Soy desmedido más, que siempre es más.
Abrumo, saturo, colmato.
Zahiero con mi verbo caustico.
Silbo en el silencio de sabor amargo.
Soy tanto, que he desmochado mi torre para ser menos,
y aun siendo ciudadela rendida y cercenada, sigo siendo más.

Colateralidad


Es la colateralidad la que permanentemente nos hace variar el curso.
Es el daño al próximo el que ralentiza nuestra marcha.
Es el sentimiento de grey el que amputa las alas de nuestros talones y nos impide despegar.
Despegar del frió suelo de los intrigantes afectos.
Del níveo mármol de nuestros ancestros.
Castrante amor, que atas con la fina retícula de las calculadas caricias.
Somos cauce que encuentra resistencia a la escorrentía directa, al curso recto, al vial sin curvas.
Meandros de necesidad, que nos amainan y apacigua, que nos desbravan y doman.
Todo es orilla, todo es roce colateral.
Permeables al apego, al desdén, al amor, a la deuda, al dolor.
Besos que laceran y hacen roces, chinas de amor que impiden caminar erguido, con la soberbia del autosuficiente, con la ira del que no tiene ahormado el corazón.
Latir de deudas, latir de abrazos, circuito de rojo caudal de barroca capilaridad.

domingo, 2 de abril de 2017

Quilataje


Hay excesos que matan,
pero en las selvas excesivas se puede sobrevivir.
Cuando uno tiene en exceso se puede uno pulir,
perder quilataje en aras de obtener facetas,
de ganar brillo.
Que no te atormente la demasía,
porque solo ascendiendo a las crestas gélidas,
se aprecia la locura que es vivir.

Tobogán


Las batallas que no se dan se pierden.
La vida no es una tregua.
La vida es pelear primeros, para ganar segundos.
Arena carísima que se nos escapa muy rápido.
Peleamos los estados, peleamos contra la tristeza, contra los baches.
Contra las hondonadas de este tobogán de ánimos y fuerzas que es vivir.

Soy mi enemigo


Soy mi peor enemigo.
Soy el más despiadado de mis amigos.
Soy una violenta hiena que hurga  y airea mi carroña.
Soy el cruel verdugo que me flagela en las noches de insomnio.
Soy el cuchillo que me hiere.
Soy el que impide que se cierre la herida que me desangra.

Atemorizados


Es necesario mostrar que uno se sabe defender.
Hay que mostrar las uñas y los dientes.
Es necesario marcar territorio.
Marcar y morder.
Ser desvalidos nos hace seres de tercera.
Personas de libertades menguadas.
Humanos atemorizados, a los que es divertido ultrajar.
Las batallas no las ganan los débiles, ármate.

sábado, 1 de abril de 2017

El cielo de cristal


El cielo es de cristal.
De transparente cristal.
Es la distancia la que nos impide ver a los ángeles.
La distancia que hay entre nuestro corazón y la fe.
Para ver siempre hay que estar próximo y creer.

Humor dañino


"Para medir, donde termina el humor 
y empieza la ofensa, 
nosotros nos tenemos que convertir 
en blanco de las chanzas. 
Y si nos duele la crudeza y el desatino, 
es que nuestro humor es dañino."
Irsia Carolain Sprimbol

La realidad sabe a hiel



La realidad sabe a hiel.
Huele a herida que sangra.
La realidad es una violenta pedrada.
Es tragedia que a veces nos saca una sonrisa.
La realidad es oro que orina el tiempo.
Es brillo efímero.
Es proeza vacua.

Sueños de mármol


Es siempre pétreo el descanso eterno.
Sueños de infantes de piedra.
Memoria efímera,
que intenta a través del mármol,
vencer al tiempo.