sábado, 27 de mayo de 2017

El vapor de la urgencia


Se columpia el tiempo en la celeridad.
En el vapor de la urgencia.
Narcótica es la velocidad que nos hace ser relámpagos.
Hábiles para volar, olvidamos que lo peor es siempre aterrizar.
Vaivenes fatídicos que acortan los recorridos, cuando vivir es caminar.
Pasajeros de los bólidos, de sus cámaras acorazadas, donde las bandas sonoras nos enardecen y transportan entre olores de cuero y escay al dominó inexiste sobre unos trayectos a priori enquistados.
Cámaras estancas donde gemir no es delito, pero es muy traumático impactar.
Ir y venir de esporas, de siembras distantes, de gérmenes en la distancia.
Abarcar para poder exhibir.
Abrazos en los apeaderos desregulados, en las estaciones de la aculturación.
Besos en los arcenes de un mundo de asfalto que sueña con devorar el campo, con expandir el mundo de hormigon..
Viales que unen puntos y olvidad la belleza simpar del abismo vencido.
Abarcando el infinito, olvidamos vivir el detalle magnífico de lo ínfimo, de la efímera floración.
Vuelos infinitesimales, costuras sin afecto que unen telas distantes que ni abrigan, ni guarecen.
Príncipes de reinos inconexos a los que ya no emigran ni las aves, de los que huye el sol.

viernes, 26 de mayo de 2017

Corazones viles.


Hay corazones que sólo bombean miseria.
Corazones heridos por la cortedad.
Corazones sin luz.
Corazones de sombra.
Motores encerrados en una cárcel torácica sin destrezas.
Motores bruscos y torpes que sólo riegan vilezas.
Almas de villanos que envenenan el torrente de turbia sangre.

Estrella Crisanta


Estrella Crisanta, hace ya tiempo que vive libre en el campo, vive en Perdigueros, con las otras vacas, pero sigue siendo mi niña, mi becerrita, la que críe a biberón desde chiquita, la que dormía con mis perros, la que más de una vez se subía a mi habitación. Crisanta está ya muy grande, pero sigue buscando mis caricias, sigue buscandome para que le dé su ración de mimos y su cubo de chuches.
No todos los ángeles que uno cría se pueden quedar por siempre en casa y hay que buscarles acomodo en el campo, para que sigan creciendo y disfrutando de la vida. Crisanta creo que es feliz, o al menos no la veo decaída. Mi vaca Crisanta me quiere y yo quiero mucho a mi vaca Crisanta.

La calima acorta el mundo


La calima acorta mi mundo.
Es el ardor tras la contienda.
Sin mesura se conduce el abstraído.
El que en el embeleso acorta su horizonte.
Manos que con caricias nos agarran.
Caricias que nos hacen caer en tan fieras garras.
Calma y agonía en el precipicio del afecto.

jueves, 25 de mayo de 2017

Forzada solidaridad


"Todo es reclamar derechos, pero nunca asumir obligaciones. Los mal llamados derechos sociales dimanan del sudor del esforzado, de una solidaridad forzada, despilfarrada sin tino."
Yoransel de Omatog

La sutileza angosta


Amores de oficio.
Tinieblas para amar.
Para morder la manzana de la hecatombe.
Pagana incontinencia que mece asesinatos.
En el verdor marchito, en la sutileza angosta.
Niños que vuelan sin haber nacido.
Si fueran toros morirán en la plaza.
Pero no son nada para un mundo de comodidad necia.
Cara y cruz, sol y sombra, áspero lodo de albero.
Angeles incinerados por las malas madres.
Incinerados sin entierro, incinerados sin rezos.
Saturnales rabizas que calcinan sueños.

Hueros aspavientos


La flaqueza genera fuerza, como estar saciado genera inacción.
Las sociedades complacientes con escaso placer caminan al ocaso.
Viejos que con sus manos de sarmiento, no puede asir lo que con amargos sudores amontonaron.
Occidente de desvelos, de pesadillas de insomne.
Se suicida el coloso entre hueros aspavientos.

martes, 23 de mayo de 2017

Hemorragia de orín


Cuánto tiempo durarás sin mi.
Interior que intentamos opacar tras una cegadora sonrisa.
Ser sin star.
Líquida hemorragia de mortal orín.
Ya todo está perdido en este valle de matorrales y pérdidas.

El olor de la decepción

Ya sólo queda el olor a decepción.
El hedor del espasmo.
El fétido tormento del perdedor.
Sonrisa de hiena.
Cacería de tramposos que utilizan arteras trampas.
Cómo hiede el macerado, el que se cuece en su inquina.
Fermentado en la peor de las miserias.
Destilado en el serpentín del frío olvido.
Sólo siento devastadora desafección hacia quien ya no es nadie.

lunes, 22 de mayo de 2017

Tras la euforia


Tras las victorias siempre hay un perdedor
y la magnanimidad no suele ir acompañando a la euforia.
Heridas que se engangrenarán.

Miel sin éxito



Hay amores que son tragedias desde el mismo instante de nacer.
Calenturas de melazas, de fermentados placeres de salas de sombra.
Aladas trazas de venenos dulces.
Secuestra la razón la horripilancia.
Sucumbre la dulzura a las atroces modas.
Somos arremolinados engendros que buscan brillo en la comedia.
Latigazos de horas inútiles.
Leyes que hieren el iris.
Irisada maldad que campa en la maleza.
Miel sin éxito, éxito que sabe a hiel.
Cadáveres exquisitos que un día ya perdido contuvieron amor.

domingo, 21 de mayo de 2017

Garrapatas y procesionarias


Tiempo de procesionarias.
De pupas y diviesos.
Macilentas peregrinaciones de sapos.
Horizontes perdidos que con dificultad se orientan.
Iris proféticos que vaticinan la deflagración.
Garrapatas difusoras de la Crimea-Congo.
Ancha es la calzada, estrecho su razonar.
Peanas de lodo para encaramar al pollino.
Incendiarios indicios que alarman con su virulencia.
Parásitos del verdor del educado oasis que propicia el callar.

sábado, 20 de mayo de 2017

Victoria y venganza


El botín de los vencedores.
Y sus malvadas prerrogativas.
Aterrazada es la tragedia, catastróficas sus vistas.
Marea de revancha que faenas con las redes de la envidia.
Víctimas de un bando que no disfruta de la victoria sin venganza.

jueves, 18 de mayo de 2017

Asilos nada dorados


Los cuidados de nuestras postrimerías se pagan con oro.
Años que consumen los ahorrados sudores de nuestra vida.
Carísimos son los hangares de la muerte.
Los asilos nada dorados donde pasamos nuestros últimos días.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Provocador magistral


Todo se cimbrea en esta mañana azul de mayo.
Todo se sacude tras trascender airosa la veritá.
La urdida zahinidad de las sombras rastreras y viles.
La deshilvanada patraña de los pirómanos.
Viento que sacude el polvo del carnoso verde.
Del verde soberbio de provocador magistral.