miércoles, 19 de agosto de 2020

Exhalar bruma


Me encanta la bruma.
Ese filtro natural que hace menos abrupta la realidad.
Que suaviza el filo de la cortante y miserable realidad.
No soy tibio, manso cabestro.
No sé ahormarme a este zahino mundo.
Soy Can Cerbero sin laguna Estigia.
Soy insolente soldado de la verdad, sin filtros, sin tamices.
Soy narcisista perverso.
Soy fatalidad, mi fatalidad.
Me encanta la bruma.
Esa niebla que almibara miserias, que endulza amarguras.
Me encanta la bruma que exhalan mis pulmones.



lunes, 17 de agosto de 2020

Ya

Es tiempo ya
de dar nuevas oportunidades.
Tiempo, de enterrar el miedo.
Tiempo, de desterrar el luto.
De dejar pasar al que la fortuna nos desvelará
como fiel,
o como nuevo traidor.

viernes, 14 de agosto de 2020

Medea del Monte Hermoso


Medea del Monte Olimpo.
De los pájaros ojos libadores de intimas caricias.
Medea del Monte Hermoso.
De las torres altivas que vigilan el llano.
De las manos llenas de hilos de oro.
Dama de los peces que veloces surcan nacarados mares.
Nieta de Helios.
Embaucadora de serpientes.
Nieta de los rayos multicolores del talento.
Nieta del Sol.
Y de las potencias, que fulgurantes coronan tu testa.
Hechicera de las brumas.
De los castillos roqueños,
de la cárcel de los anhelos.
Del polvo abrasador,
que se agarra a la garganta del soldado necio.
Bruja lunática y alunada.
Sibila de los reflejos y el volátil fuego.
Víctima de un hechizo,
del hechizo que es tener como faro a Jasón.
Mar de sargazos.
Azogada estrella,
de fatídico destino.
Mártir sin tregua,
nimbada de estrategia.
Calculadora y bella.
No hay guerra que no avive tu colosal ingenio.
Te apiadaste de Jasón.
De su insigne torso.
De su fornido brío.
Del poder hercúleo
que tú, multiplicaste en él,
con tus maleficios.
Tu araste en él,
con la clarividencia,
de tu herido tesón,
del borbotón carmesí de la lanzada de la pasión.
del nido de viboras que dominaban tu pecho.
Te conmovió la Isla de los Pájaros,
el flanco vulnerable que atiende afectos,
sino exclusivo de excelsos y magnánimos.
Cornada de toro manso.
de corniveleta lid,
Medea, te asaeteó Eros,
y con el arrojo que da la niebla de amar,
burlaste a la serpiente que jamás duerme,
porque la pasión nunca descansa y es también insonne,
construyendo para el amado,
mil puentes.
Sin ti los argonautas jamás hubieran sorteado el abismo.
Monte de dichas y desdichas,
de lágrimas fértiles,
de espinosos chaparros,
donde anida la alondra de tu bajo vientre.
Las alas de zarzas que te dio el río del destino
sólo te permitieron volar rasante.
No es somero el surco del arado de los bueyes de fuego,
que Jason,
domino con tu destreza de tu alta cuna,
con el poder de tu calentura.
No es somero el lago negro de tu desdicha,
donde los rojos corales pierden su ira.
Hechicera del Monte Hermoso,
de las cimas de la gloria,
del inframundo y la pena,
del enredo y la puñalada de próximo,
clavada de forma certera, precisa,
como mortal y quirúrgico estilete..
Víctima de la vendetta y la calumnia,
de los pueblos patrios,
de las patrias nuevas,
de una parentela con ansia de corona,
de unas coronas que niegan y reniegan
coronar la altivez de tu magnífica testa.
Delfos y su oráculo te abandonaron
a la suerte de la perniciosa patraña.
Reina, cómplice de las muertes de tu sangre,
de tu traidor hermano,
que quería truncar tu esforzada mala fortuna.
Tu espejo se quebró, en el poderoso tálamo.
Lecho,
Vellocino de Oro,
en el que entregastes tu doncellez,
a quien hizo bramar el león tu henchido pecho.
Latidos purpúreos de terso desvelo.
Red de promesas negras,
velo de negro luto.
Por amor desangrante a Talos.
Sólo por amor.
Por amor abrasaste a Creúsa
y a su devoto padre.
Pira de fatalidad que quebró la antracita de tus ojos de fuego.
Nada más que por amar.
Sólo por amor inmolastes a tus hijos.
al fruto de tu vientre,
a los vástagos de tus entrañas,
del almíbar de tu entrepierna,
ese que un día idolatro Jasón.
Inmolaste lo que él, más amaba.
Sacrificaste su descendencia.
Por la jerarquía que impone
el aguijón del ingrato amado,
el guerrero que incumple promesas.
Por amor te condenaste.
Por necio y ciego amor.
Porque el amor,
hizo añicos, tu poder y autosuficiencia.
La primacía de tu linaje y tu clarividencia.
Y huyendo de las piedras,
las que lanzaban manos viles,
las manos serviles azuzadas por la rastrera envidia.
Las serpientes aladas te llevaron por los aires,
herida de celos,
para salvarte.
Fue el Sol,
del que eres nieta,
quién puso su mano delante de tu amante pulso,
delante de ese amor profundo y traicionado,
que colmó las velas de tu navi para surcar los mares y tu
errar sangriento por mil lugares.
desterrada y acogida
con alaracas y estrépito,
con zahinidad y saña.
Y tu paz llegó,
tras abrazar en los Campos Elíseos,
rodeada de hipocampos y libérrimos carneros,
la inmensa y oceánica eternidad.
Medea del Monte Hermoso,
madre de Medo,
Reina de Atenas,
Reina huida,
encantadora de aspid,
que sólo al morir,
logró el sosiego,
la tranquilidad que le negó el ciego arquero,
que no le menguó con su dardo,
ni un ápice de su inconmensurable bravura.
Del Monte Hermoso y la tierra yerma donde vive el dragón de siete cabezas.


martes, 11 de agosto de 2020

Tiempo de miradas



Tiempo de miradas,
de ojos delatores
que en el ruedo de nuestro rostro,
se quedan solos,
toreando una vida
que hoy,
nos es adversa.

lunes, 10 de agosto de 2020

Verbos


No hay verbo sin vida, 

sólo los vivos articulan fatídicos verbos.

Verbos de rabia, verbos de dolor.

Es un aliviadero la palabra. 

Se desangra mi alma, 

con los heridos verbos.

No soy sumiso, 

porque mi arma es la palabras.

Sólo se vivir en los renglones con rabia.

Piel



El  amor es piel.
Piel infinita.
Piel interminable.
Piel indómita y salvaje.
Sin piel, no hay amor.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Centellas


Centella es el fugaz brillo de tu mirada 
cuando la mia intercepta.
Bella e incendiaria perseida.
Agosto de abrasadores vientos.
Canículas que presagian tormentas.
Me derrito en la bohemia buhardilla.
Me aturdo con gélidos combinados etílicos.
Más no se atempera la furia 
que ansía aspirar la brisa de tu aliento.
Centellas en las noches de fuego.
Centellas que aspiro locamente 
y mi brío, reduce a pavesas.

sábado, 1 de agosto de 2020

Ni el cerrado valle


El amor es caprichoso, 
es química, 
pero el amor aunque no lo parece, 
se puede forzar.
En los pequeños apriscos, 
el amor encuentra, 
de modo forzado, 
pareja.
Sólo es necesario retirar, 
las manzanas de la discordia, 
de la vista del infante. 
Y sin distracción, 
el cándido elige en el purgado estante. 
Esa es la clave para forzar la elección de iguales, 
juntar a la prole con la cribada sociedad, 
con la flor y nata, 
tras apartar la fruta sin dote, 
sin talento y clase.
Pero como toda máxima, 
está, también, tiene sus fisuras 
y tiene sus excepciones 
y siempre habrá un porcentaje de díscolos amantes, 
que no acaten la norma, 
ni la regla, 
y busque la miel en lo prohibido y distantes, 
ovejas para las que no es lo suficientemente alto el aprisco, 
ni cerrado el valle.
  
 

viernes, 31 de julio de 2020

Si desterráramos


Si desterráramos de nuestras vidas la tibieza, 
y envistiéramos de frente al universo, 
nos ahorraríamos el martirio de vivir silenciando 
la furia innata de los colores que vibran 
en nuestra carcelera moral mojigata. 

lunes, 27 de julio de 2020

Ebúrneo


¿Quién puede detener la tormenta de tus ojos grises, de la metralla de tu desdén?
En mis muñecas brotan amapolas.
En mi desbocado pecho la furia de la decepción.
Es altivo el amado cuando huele la debilidad,
cuando conoce la fatiga del alma, 
que rendida se arrastra, 
mendigando caricias.
El poder es cruel, 
y tú, poderoso David de ébano, 
sabes muy bien de ciudadelas arrasadas,
sabes de rendición.
sabes altas torres, 
que ante tu ebúrneo dulzor, 
se allanan.
Cimas que una vez allanadas, 
desprecias sin un ápice de conmiseración.
Perder la guerra del amor, 
es la derrota más amarga, 
es hiel que hiela, es desierto, 
es viento altano que seca el llanto perpetuo.
De mis pulsos brotan amapolas.
Y en el charco carmesí de mi desesperación, 
chapotea para salvar mi vida, quién a mi me ama 
y a quien no correspondo yo.

sábado, 25 de julio de 2020

La trayectoria esquiva


La trayectoria esquiva de las miradas. 
Evitamos ser interceptados, 
evitamos interceptar.
Cruzar nuestro delator e iridiscente iris,

con el loco objeto de nuestra pulsión.
Guerras perdidas, por falta de oficio.
Guerras perdidas, por el calor.
Guerras perdidas, por no controlar el ángulo 

con el que dispara nuestra pasión.
Mirar de frente, es perder la guerra.
Enfrentar la flama, es perder amor.

Metralla en las alas de la mariposa, 
rendida mirada, que vuela encarcelada 
esquivando en el vértigo la hecatombe de la colisión.
Dardo que incendia el rubor.

jueves, 23 de julio de 2020

No se encuentra disponible


"No se encuentra disponible"
Hay muchas frases malditas, pero esta, es la frase que resume los nuevos tiempos.
Unidos en la infinita distancia y a la vez tan distantes, conversaciones que sólo nos vinculan a un receptor, a un maldito receptor, que a veces está vinculado en exclusiva a otros. ¿Cómo son las conversaciones de los enquistantes nuevos tiempos? amores excluyentes, amores que nos excluyen de esos instantes de infidelidad, de infidelidad en la distancia, en esa distancia infinita, en la que demandamos un amor, que al estar ocupados nadie nos da.
Ya sé que no se encuentra disponible, ya sé que para mi, él, ahora no está

Cuchillito de pelar patatas


Es afilado mi ingenio.
Cuchillito de pelar patatas,
con el que me hiero.
Me desangro a borbotones,
en la palabras de mis anhelos.
No soy dócil,
pero tras mil amputaciones,
me ahormo al cubil de mi infierno.

miércoles, 22 de julio de 2020

El labrado sepelio


Me empalaga la tersura de tus escasos días.
El fresco sinsabor de tu indómito verano.
No hay proeza en la juventud sin cimas.
Sin las cimas que da el sobrevivir.
No es nacer teniendo, es conservar cuando todos ya lo han perdido.
No valoro la cuna, valoro el labrado sepelio.
La muerte la abrazamos.
Al nacer somos, sin elegir, abrazados.

lunes, 20 de julio de 2020

Me desangro


Si hay presión
la herida no sangra,
sólo te anega por dentro,
es una maldita y silenciada
hemorragia interna.
Y el amor,
muere
entre endiablados espasmos,
muere
escondido tras la férrea coraza.
Deseos inconvenientes,
desviada trayectoria,
que al negarla,
nos comienza a aniquilar.
Me desangro
en los pasillos eternos,
galerías de vanidades etílicas,
desfile de esbeltas garzas.
El febril corazón,
bombea loco,
la sangre que brava,
nada riega.
Estroboscópico es morir,
en la iridiscente noche.
Soy mar rojo,
Mar, sin ti.
Soy martirio,
de necia sumisión.