sábado, 11 de marzo de 2017

Montañas de miseria


Las lágrimas hacen surcos en las rosadas mejillas.
Hieren la lozanía, socavar el rubí de los cándidos labios.
El tiempo nos lo quita todo, el tiempo y sus amargos sabores.
Nada deviene inocente, nada vuelve a ser fresco.
Ojos violeta que se vuelven grises con el hiriente filo de la amenazadora guadaña.
A la luz del sol se pergeña todo, bancos de enemigos que lo urden todo sin nocturnidad.
Ataques desde todos los frentes, la debilidad es así, oportunidad para el que ha consumido su vida, esperando verte tropezar.
El mezquino océano de la envidia engulle hasta las más altas montañas.

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