Todos entramos en el juego de marcar territorio.
Todos abusamos del termino mio.
Y sí nos lo planteamos,¿ tantas cosas son nuestras.?
Los exclusivos disfrutes.
Los disfrutes excluyentes.
Con nuestro sudor o con el sudor de los nuestros adquirimos propiedades.
Por las que todos los años, los meses y los días pagamos tributos.
Impuestos de exclusividad.
Nos pasamos la vida marcando territorio.
Con contratos, con escrituras, pactos de poder.
Fidelidad y posesión.
Marcar a hierro a nuestras reses.
Y total para nada, para ser esclavos de un sistema de ataduras y aranceles.
Pagos para perpetuar el poder, el poder de los nuevos señores, los nuevos amos.
Los granujas que amparados en este sistema de fideicomiso, viven apoltronadas en el cobrarnos por el sudor invertido en nuestras propiedades.
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